Varias hermandades del Campo de Gibraltar suman dos años consecutivos sin poder realizar su estación de Semana Santa. Si en 2019 fueron las inclemencias meteorológicas las que dejaron a las imágenes en sus templos, este año el estado de alarma por el coronavirus ha privado a todos los cofrades de las procesiones. A la espera de que las autoridades eclesiásticas y los consejos locales decidan sacar los pasos a la calle en septiembre, estas cofradías sumarán dos años en blanco.

La Semana Santa de 2019 transcurrió sin problemas y con un sol radiante hasta el Martes Santo. Ya el Miércoles y el Jueves Santo, aunque muchas hermandades decidieron salir, tuvieron que acortar su recorrido y otras decidieron no arriesgarse, incluida la Magna de San Roque del Viernes Santo.

Nazarenos del Consuelo de Tarifa, tras la suspensión de la estación de penitencia en 2019

La cofradía del Santo Cristo del Consuelo, Nuestra Señora de las Lágrimas y San Juan Evangelista de Tarifa decidió quedarse en su templo ante la amenaza de lluvia. La salida estaba prevista para las 20:30, pero la decisión se aplazó hasta las 21:00. Pasados unos minutos la cofradía anunció que realizaría la estación de penitencia en la parroquia de San Francisco “por las inclemencias meteorológicas y con el fin de salvaguardar el patrimonio de la hermandad”.

En Algeciras, la constante amenaza de lluvia y un chispeo cuando el Ecce Homo estaba en la carrera oficial y la Buena Muerte enfilaba la calle Tarifa, hicieron cambiar los planes sobre la marcha. La del Ecce Homo tuvo que retocar el recorrido y, sobre todo, acelerar el paso en algunos momentos para adelantar la recogida. Buena Muerte pisó las calles del barrio para volverse a la capilla de La Caridad a los pocos minutos.

El Cristo del Abandono, en la carpa de la parroquia del Sagrado Corazón, el año pasado

En La Línea, Abandono y Mayor Dolor tomó la determinación más difícil: quedarse en la parroquia. La hermandad de Amor y Oración optó por hacer un recorrido por el barrio de San José, pero tuvo que volver poco después al caer las primeras gotas. El Medinaceli también decidió quedarse en Santiago, pero nada más salir del templo tuvo que regresar.

Las tres hermandades que realizaban su estación de penitencia en San Roque tuvieron que acortar sus recorridos para guarecerse en la parroquia de Santa María la Coronada a la espera del Viernes Santo. El Cristo de la Vera-Cruz, Nuestra Señora de las Angustias, el Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced acortaron una media de dos horas sus itinerarios. En este caso no lo hicieron por lo intenso de la lluvia, sino por preservar al máximo un patrimonio que, en el caso de las Angustias, supera los 400 años de antigüedad.

El Jueves Santo solo se quedó en su templo la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Amargura, que tenía previsto realizar su estación de penitencia por la mañana. Por la tarde no hubo problemas en ninguna localidad de la comarca.

San Roque también sufrió las inclemencias del tiempo el Viernes Santo, cuando el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de San Roque decidió no celebrar la procesión Magna del Santo Entierro ante la inestabilidad meteorológica. Estaba prevista para las 17:30 y la salida se fue aplazando hasta que pasada una hora después se decidió no salir a la calle para proteger el patrimonio.