Economía

Los comercios de Algeciras y La Línea buscan la recuperación con las rebajas de verano

  • El sector comercial de las dos principales ciudades de la comarca coincide en percibir estos días algo más de ánimos y ganas de gastar en los clientes que en invierno

  • Las ventas siguen por debajo de los niveles previos a la pandemia en un sector que se debate entre la digitalización y potenciar la calle

Dos mujeres salen de un comercio con rebajas en la calle Ancha de Algeciras.

Dos mujeres salen de un comercio con rebajas en la calle Ancha de Algeciras. / Erasmo Fenoy

Los escaparates de prácticamente todos los comercios de textil y calzado del Campo de Gibraltar lucen desde hace varios días grandes carteles con los que buscan atraer las miradas de los clientes. Las tiendas de proximidad aspiran a enderezar parte de sus cuentas con la recién iniciada campaña de rebajas de verano

Ropa de playa, zapatillas y complementos esperan cuidadosamente colocados en los percheros y vitrinas la llegada de quien se los lleve a casa. El sector comercial de Algeciras y La Línea coincide en percibir estos días algo más de ánimos y ganas de gastar en los clientes que en invierno, si bien aún lejos de los niveles de consumo previos a la pandemia. En cualquier caso, las tiendas han puesto toda la carne en el asador con descuentos que les permitan mantener la esperanza de cerrar el tercer trimestre del año con cifras positivas.  

La campaña de invierno fue francamente mala. Al temor al virus se sumó la cadena de cierres perimetrales y cese de la actividad no esencial justo después de la Navidad que pilló a las tiendas con sus almacenes llenos en las semanas en las que se hubieran librado de buena parte del estocaje. Hasta bien entrado marzo las persianas estuvieron bajadas a la fuerza más tiempo que abiertas. Y para esas alturas del año ya nadie quería un abrigo aún a precio de saldo.

Ahora, las principales asociaciones patronales del comercio de la comarca apuntan a que los empresarios se han vuelto más conservadores a la hora de gestionar sus almacenes en la búsqueda del difícil equilibrio entre la disponibilidad de los productos y la generación de ventas.

"Hay algo más de miedo a la hora de comprar mercancías. Se ha rebajado el ritmo de las compras después de que las rebajas de enero se dieran por perdidas", resume Rosa Denis, presidenta de la asociación Apymell de La Línea. Francisco Soto, desde la Asociación Comercio Tradicional Casco Histórico de Algeciras, coincide: "Las tiendas buscan el stock mínimo".  

Los empresarios se han vuelto más conservadores en la gestión de sus estocajes

La calle no engaña, añade Denis. "No hay la misma vida que antes por las tardes. Y en el caso de La Línea, no hemos visto ese arranque del público hacia las tiendas que existía antes cada 1 de julio. Las bolsas no fallan. No se ven tantas pero el optimismo y la esperanza no se pueden perder", insiste la presidenta de Apymell, colectivo que agrupa a 87 socios, de los que un 70% son del sector comercial de la moda. 

En La Línea, este año tampoco se cuenta con uno de los principales alicientes que tiran del consumo en las rebajas estivales. La suspensión, por segundo año, de la Velada y Fiestas han dado al traste con muchas potenciales ventas de textil. "Era típico acudir a las rebajas nada más empezar en julio para equiparse para la feria. Este año hemos tenido afortunadamente más bodas y las comuniones", apunta Denis. 

Dos jóvenes miran las prendas de una tienda de moda urbana. Dos jóvenes miran las prendas de una tienda de moda urbana.

Dos jóvenes miran las prendas de una tienda de moda urbana. / E. Fenoy

El cliente gibraltareño sigue siendo uno de los más codiciados por su mayor poder adquisitivo. "Ese sí ha vuelto y mantiene la costumbre de gastar en La Línea", agrega la empresaria. 

Para Apymell, competir en el terreno online es complicado. "Las grandes marcas tienen sus propias páginas de venta y el catálogo completo. Es imposible tener toda la colección de una marca y el público joven no tiene la costumbre del comercio local. Por eso una de nuestras líneas de acción se centra en devolver la animación a las calles de La Línea con actividades. Que la gente retome el hábito de pasear porque de eso vive el comercio", agrega Denis. 

Sin embargo, la nueva asociación patronal linense Aadell (Asociación de Asesoramiento y Desarrollo Empresarial de La Línea) sí considera que las ventas a través de internet por parte de las pymes tienen potencial de crecimiento. "El comercio debe reinventarse, proponer cosas distintas y digitalizarse. Las pymes son conscientes de que la situación no es tan favorable como antes, pero sí positiva en estos momentos", valora Francisco López, presidente de Aadell. 

"El tejido comercial está chapado a la antigua, pero hay muchos emprendedores con ganas de cambiar. Debemos digitalizar las ventas, la gestión de los estocajes e interactuar con los clientes a través de las redes. Ya tenemos en marcha proyectos como el Tax Free para los clientes de Gibraltar, por ejemplo", resume López. 

Francisco López (Aadell): "El comercio está chapado a la antigua. Debe digitalizarse y tenemos en marcha iniciativas como el Tax Free"

"Los empresarios no han comprado productos con tanta alegría. Aunque los meses previos a las rebajas de verano no han ido mal del todo, se ha percibido ganas de recuperar la normalidad, de volver a vivir, no han estado al nivel de 2019 o años anteriores", agrega López. Aadell, constituida esta misma primavera, suma 60 socios de los que aproximadamente la mitad son del sector comercial. Siete de los socios se dedican a la formación empresarial, por lo que este nuevo colectivo apostará por renovar pautas tradicionales y también "por mirar más allá del centro".

Según Aadell, la pandemia ha provocado el cierre de aproximadamente un 25% del tejido empresarial del pequeño comercio linense, con especial incidencia en los ultramarinos, agencias de viajes, ropa y calzado. "Los ultramarinos han perdido muchas ventas por las compras online de quienes no querían salir de casa. Pero La Línea es una ciudad de emprendedores y observamos ya que hay negocios a punto de ponerse en marcha de nuevo para recuperar el espacio comercial", agrega el presidente de esta entidad. 

En Algeciras, la Asociación Comercio Tradicional Casco Histórico también aboga por una apertura a la digitalización. "La venta online de las grandes marcas nos supone un problema directo para el pequeño comercio. Tenemos que innovar, estar en redes sociales y conocer más a nuestro cliente, aunque requiere un tiempo y un esfuerzo que muchos empresarios no pueden asumir. Hay cierto desaliento con la venta online, generando un círculo vicioso", reconoce Francisco Soto. 

Un maniquí en una tienda de trajes y ropa sport de Algeciras. Un maniquí en una tienda de trajes y ropa sport de Algeciras.

Un maniquí en una tienda de trajes y ropa sport de Algeciras. / Erasmo Fenoy

Para Soto, la competencia es más que positiva. "Hace espabilar a los negocios", subraya, si bien en este colectivo se aprecia cierto estancamiento. "De marzo de 2020 a ahora han cerrado dos o tres comercios. Pero también han abierto otros tantos y hay perspectivas de apertura, pero no de gran crecimiento de la actividad comercial. Han llegado ayudas como los ERTE y de la Junta, pero algo tarde y en poca cantidad. Y se debe devolver en torno a un 40% a través de los impuestos, como pasa con la renta", valora el presidente de Casco Histórico. La entidad suma unos 70 socios. 

Los dos meses previos al verano fueron "normalitos" pero no boyantes. "Hay rebajas en bastantes comercios asociados y esperamos mejor campaña que la anterior. Vemos algo más de ánimos y optimismo en los clientes", apunta Soto, si bien hay ventas que se han desplazado de la tienda al canal online. Una fórmula que ha llegado para quedarse y a la que el comercio de proximidad busca subirse cuanto antes para no perder el tren de los canales de venta alternativos. 

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