Aquel fue el año que Massiel ganó Eurovisión, que el boxeador José Legrá se convirtió en campeón del mundo del peso pluma, que se lanzó al mercado el Madelman y que se estrenó en televisión Misión Imposible. España cantaba La vida sigue igual y empezaba a enamorarse de un jovencito Julio Iglesias cuando apareció por las carreteras españolas un coche que acabó por revolucionar la automoción en el país: el Seat 124. Ayer, al ritmo de los motores de aquel vehículo 50 años después convertido en leyenda, Algeciras regresó por unas horas a aquella época. La ciudad albergó la XXIII Concentración Nacional de SEAT 1430, 124 y 124 Sport.

El modelo español que acertó a cubrir las necesidades de una clase media cada vez más amplia y que necesitaba viajar con comodidad y elegancia recorrió de nuevo las calles de la ciudad después de una exposición en el Llano Amarillo. La ruta transcurrió por muchas calles del centro. Después, los participantes disfrutaron de actividades a través de la Delegación de Turismo del Ayuntamiento de Algeciras y la Autoridad Portuaria como una visita guiada al centro histórico, al Faro de Punta Carnero, a la Refinería de Cepsa o un paseo en barco. Hoy se van a Ronda.