entrevista | paraskevi michou

"La UE tiene herramientas para hacer frente a la xenofobia"

  • La directora general de Migración de la Comisión Europea advierte sobre los menores no acompañados que "tienen que ser tratados con mucho cuidado, no pueden ser retornados si las condiciones no son las adecuadas"

Entrevista a Paraskevi Michou, directora general de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea

Entrevista a Paraskevi Michou, directora general de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea / Erasmo Fenoy

La directora general de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea, Paraskevi Michou, visitó a primeros de octubre el Campo de Gibraltar para conocer de cerca del dispositivo habilitado en San Roque para acoger a los migrantes que llegan a la costa gaditana, que alabó por estar "bien estructurado" y sus servicios "ejemplares". En un momento en el que la inmigración es clave en el contexto europeo, se mostró "optimista" en cuanto a la posibilidad de llegar a acuerdos.

En la cumbre de Salzburgo se vieron posiciones encontradas entre los países de la UE. ¿Será posible un acuerdo para redistribuir a los migrantes en un corto o medio plazo?

En la reunión de Salzburgo vimos converger algunas posturas. La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa un enfoque integral, interno pero también hacia el exterior de la UE. Después del encuentro sigo siendo optimista en que encontraremos un modo de tener una solidaridad obligada. No sé si habrá una redistribución obligatoria, pero en cuanto a la solidaridad obligatoria creo que todo el mundo está de acuerdo. Sobre los tiempos diría que necesitamos trabajar de forma muy intensa ahora, antes de las elecciones europeas de mayo, y creo que es una oportunidad para la presidencia austríaca, que tiene toda la voluntad de hacer que la negociación avance. Ellos tratan de avanzar las negociaciones para tener soluciones antes de las elecciones.

Es un plazo optimista, queda poco para las elecciones europeas.

Soy optimista porque los líderes entienden que la inmigración ya no es un problema numérico. Aunque en los Balcanes Occidentales y en España las cifras han aumentado y en el Mediterráneo Oriental no hemos llegado a cero, el número de llegadas a través del Mediterráneo Central ha sido muy bajo. Creo que ahora todo el mundo comprende que la inmigración ha sido bastante discutida, ha creado bastantes conflictos políticos internos que no tienen nada que ver con el número de personas que llegan y por tanto entienden que tienen que encontrar soluciones y demostrar flexibilidad.

Efectivamente las cifras son muy distintas a las registradas en 2015 pero este verano hemos visto muchos problemas para acoger a los migrantes que llegan. ¿Por qué no se ha avanzado más en estos años?

La política exterior no es una política a corto plazo. Negociar con Marruecos, Túnez, Libia, Egipto, Mauritania, Senegal... no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Es necesario generar confianza entre los países europeos y los terceros y eso es exactamente lo que estamos tratando de construir ahora. Eso no quiere decir que sea ahora cuando empezamos a trabajar en esto, lo hemos venido haciendo durante los dos últimos años, pero ahora estamos intensificando nuestros esfuerzos. Además hay otro factor: miremos por ejemplo a Marruecos, es un país de destino también. Tenemos que entender que hay una presión adicional para este país y necesitamos trabajar en ello. Y sé muy bien que España está en la línea de trabajar, por supuesto a nivel europeo, y de debatir con Marruecos qué tenemos que hacer en ambos lados del mar.

¿Es Turquía un modelo para los nuevos acuerdos?

No. Es un modelo pero no para todos los países. Cada país necesita ser visto de forma específica. Las necesidades de Túnez, las de Marruecos o las de Turquía son diferentes. Cada país tiene que ser visto con sus necesidades propias.

Entrevista a Paraskevi Michou, directora general de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea Entrevista a Paraskevi Michou, directora general de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea

Entrevista a Paraskevi Michou, directora general de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea / Erasmo Fenoy (Algeciras)

Ha visitado recientemente el Centro de Atención Temporal a Extranjeros de San Roque. ¿Sirve de ‘proyecto piloto’ para los centros controlados que la UE quiere poner en marcha?

Es diferente. Los países fronterizos tienen centros de recepción, hotspots, con distintos nombres. En San Roque hemos visto un centro bien estructurado, los procesos y organización son muy buenos y los servicios que presta para aquellos que acaban de llegar son ejemplares. Pero a nivel europeo tenemos que ver qué pasa después de esas primeras 72 horas. El CATE puede ser visto como una primera fase de un centro controlado. En ellos se pueden gestionar las peticiones de asilo, ver quién necesita protección internacional y quién no, quiénes necesitan permanecen y quiénes tienen que volver.

Se ha apostado por un refuerzo de Frontex, pero España reclama un modelo adaptado a la situación de cada país. ¿Es posible?

Es posible pero no creo que España pida algo diferente. Lo que España pide es que los guardacostas europeos vengan solo si el país lo solicita. Y nuestra propuesta es esa, pero va un poco más allá. Decimos sí, proveemos los guardacostas para apoyar las autoridades nacionales, pero en circunstancias excepcionales aunque no haya demanda los guardacostas podrán ir y hacer el trabajo. Damos ese paso, que sería en casos muy excepcionales. El presidente Juncker ya dijo que debíamos tener capacidad y equipos para intervenir y apoyar a los estados miembros que lo necesiten. Porque hemos visto que no todos tienen la capacidad necesaria.

En el Sur de España hay un importante problema con el narcotráfico. ¿Se destinará también a luchar contra él ese refuerzo de Frontex o será solo para inmigración?

Fundamentalmente para inmigración. Pero es fácil imaginar que cuando haya refuerzos las autoridades nacionales podrán concentrar más personal en otras tareas. Las actividades de narcotráfico están también en el centro de las propuestas de la Comisión Europea. Todos los acuerdos que hacemos con terceros países son también para cortar el narcotráfico, el intercambio de información de Europol con los estados miembros y terceros países es muy importante para averiguar qué está ocurriendo.

España ha defendido las devoluciones en caliente, inmediatas. ¿Las apoya la Comisión?

Nosotros tenemos sobre la mesa una propuesta en la que bajo ciertas condiciones está permitido. Por ejemplo, si hay personas que son un peligro para la seguridad pública estas personas pueden ser retornadas. En general a nivel europeo consideramos que las devoluciones -no en caliente- a terceros países han sido muy lentas y es por eso por lo que se han puesto de nuevo sobre la mesa. Siempre para aquellos que no son candidatos a protección internacional.

También hay algunos gobiernos autónomos que piden que se devuelva a los menores marroquíes no acompañados a sus padres. ¿Está esa propuesta en la agenda europea?La política de menores no acompañados es europea. No conozco las circunstancias específicas de este caso. A nivel europeo pensamos que el menor debe estar protegido y debe estar con su familia, pero un menor no acompañado tiene que ser tratado con mucho cuidado, no puede ser retornado si las condiciones no son las adecuadas. Todos los países europeos saben cuáles son las condiciones para devolver a menores de acuerdo a la legislación internacional. Es una cuestión en la que hay que revisar caso por caso.

¿Qué papel deben jugar las ONG en el Mar Mediterráneo?

No estamos en contra de las ONG. Al mismo tiempo, en el caso de Italia, el país y las ONG tienen un código de conducta que tiene que ser cumplido por aquellos que lo han firmado. La política de la Comisión es que las ONG juegan un papel muy importante, pero hay reglas que se aplican para todo el mundo. En particular en el mar hay reglas internacionales que cumplir.

Italia ha rechazado recibir a personas rescatadas del Mar Mediterráneo. ¿Puede permitir la UE ese comportamiento?

La UE no puede decirle a un país que debe permitir un desembarco, en el mar hay leyes marítimas internacionales. Lo que la Comisión ha hecho muy bien, creo, es usar toda nuestra diplomacia y cooperación con todos los miembros, incluida Italia, para solucionar un problema y para encontrar un modo para que los migrantes rescatados sean desembarcados y redistribuidos.

¿La xenofobia y la gestión de la inmigración son una amenaza para la estabilidad de la UE en este momento?

No soy de los que piensan que es una amenaza. Creo que tenemos todas las herramientas y valores en la Unión Europea para hacer frente a la xenofobia y evitar entrar en una situación en la que se vea cada migrante como una amenaza, llegar a la xenofobia y considerar que la inmigración es un problema para Europa. Tratamos de encontrar soluciones teniendo en cuenta los intereses de todos los países, tenemos que ver cómo ayudar con el conjunto de medidas para el asilo y las políticas exteriores con terceros países. En los debates en Bruselas cada uno no mira solo su interés, sino que piensa en cómo una solución puede aportar a nivel europeo. Soy consciente de que la inmigración y la seguridad se presentan como dudas sobre Europa pero soy de los que creen mucho en Europa, en que se pondrá en pie de nuevo y encontrará las soluciones que necesitamos para la gente joven.

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