Mal estreno tuvo ayer la Cabalgata Agrícola en su primer año después de ser declarada de Interés Turístico de Andalucía, pues hasta dos desafortunados incidentes empañaron la procesión de la patrona tarifeña retrasando en más de una hora su llegada al municipio

Al menos dos personas cuyas identidades no han trascendido resultaron heridas de consideración a consecuencia de dos incidentes con sendos caballos que participaron en la tradicional romería que acompaña la venida de la Virgen de la Luz a Tarifa.

El primero de los accidentes se produjo sobre las 15:30 horas, momentos antes de que la procesión se dispusiera a partir de su ermita en dirección al casco urbano. El incidente retrasó en más de 45 minutos la procesión, que salió finalmente a las 5:30 horas de su templo.

Según algunos testigos, un caballo no atado suficientemente se asustó y se desbocó en el recinto de la ermita tarifeña causando el pánico entre las muchas personas que a esas horas se encontraban en el recinto. Al parecer el caballo corría desbocado cuando tropezó con una persona a la que no causó lesiones pero que hizo que el animal cambiara de dirección en su carrera y se dirigió frontalmente contra dos personas de mediana edad que se encontraban sentadas en un banco saltando sobre ellos y arrollándolos.

El Servicio de Emergencias 112 activó una unidad aérea que se desplazó hasta el santuario tarifeño en plena campiña para recoger y trasladar al herido al hospital Punta Europa de algeciras. A pesar de accidente y de que se efectuó el traslado en helicóptero, no fue la gravedad de las heridas la causa sino que era la unidad de emergencia más cercana en ese momento. Los heridos fueron estabilizados en el lugar por efectivos sanitarios. El hombre debido a problemas de hipertensión unido a su corpulencia física necesitó una mayor atención que la mujer. Finalmente y desplazados en ambulancia hasta donde el helicóptero pudo aterrizar, los heridos fueron trasladados hasta Algeciras.

La Hermandad de la Virgen de la Luz, no quiso iniciar la procesión hasta comprobar que los heridos habían recibido las asistencias necesarias y se había procedido al traslado de los mismos.

El segundo de los accidentes ocurrió sobre las 19:00 horas cuando la comitiva se encontraba en otra de las paradas habituales en la Venta del Tito. Una amazona chocó contra un cable de teléfono desmontando violentamente y provocando que el animal se asustara y arrollará a tres personas de una misma familia. Un hombre de unos setenta años recibió la peor parte pues el caballo le pisoteó en el suelo ocasionándole graves heridas. De nuevo un helicóptero que tomó tierra en la antigua explanada fue habilitada para acoger a vehículos con destino a Tánger enfrente de la zona de Los Pinos y evacuando al herido.

Durante todo el recorrido se alzaron voces reclamando un dispositivo de seguridad acorde con las necesidades que plantea una celebración en la que se mezclan más de 2.000 personas con unos 500 caballos, alejado del casco urbano, y con un difícil acceso en caso de emergencias.

A pesar de los incidentes la procesión continuó y su perfil se distinguía ya desde la cuesta del Barrio Afuera. Acompañado por más de 2.000 personas y 500 caballos la comitiva recorría el espacio acordado. Era la última de las paradas antes de que la patrona llegase a la ciudad. Aquello que algún día fuera la añorada Huerta de Triviño, sacrificada al desarrollo urbanístico del municipio. Allí las imágenes se detuvieron proyectando una imagen cuando menos extraña. Una procesión centenaria, con hombres y mujeres a caballo ataviados de corto, al estilo que lo hacían los hombres del campo hace más de dos siglos, enfrentada con una mole de hormigón donde se resuma el presente y futuro de la localidad, numerosas tiendas dedicadas a la venta y comercialización de productos relacionados con el wind o el kite.

Tras el breve descanso, la procesión prosiguió su transitar revelándose de nuevo un espectáculo visual, a la propia imagen de la procesión se le suma la imagen no menos impresionante de un pueblo "tirado" a la calle para ver a su patrona. La Virgen de la Luz no es sólo la Virgen de los creyentes, sino la Virgen de todos los tarifeños que ayer volvieron a demostrar esta verdad agolpándose en las aceras, en las calles, en las ventanas, en los balcones, en las azoteas derramando pétalos. La imagen de con toda la solemnidad fue recibida por el nuevo párroco, Pedro Durán y las autoridades civiles y militares en el inicio de la avenida Batalla del Salado donde también el cortejo de reinas y damas esperaron a la Señora cuya procesión por intramuros fue acompañada por los sones de la Banda Municipal de Música y el golpeo de los miles de cascos de caballos golpeando los adoquines de las calles del casco antiguo.

Impresionante el pasar de la imagen por la Puerta de Jerez. Es el momento en que el pueblo se da cuenta de la proeza, de la protección mística y espiritual que la Virgen regala a su paso y exclama: ¡Ya está aquí¡. Y las manos arden en aplausos y las campanas de San Mateo repican en señal de Bienvenida y los caballos aligeran el paso para pasar delante de la imagen apostada ya en las puertas de San Mateo. Son casi las once de la noche y la Patrona ya está en su pueblo.

La talla de la Virgen de la Luz es de un autor anónimo. Los primeros datos ciertos de la cofradía de la Virgen de la Luz la remontarían documentalmente hasta el año de 1550, si bien la talla actual responde claramente a los cánones y modelos de la escuela montañesina, sin atrevernos a atribución alguna y admitiendo su datación hacia finales del siglo XVI.