Dris Mohamed te coge el teléfono a la primera. Más tarde uno puede entender por qué. Viene de recoger unas telas para fabricar mascarillas y va camino del Mercadona para hacer una compra. En su cabeza bulle todo lo que tiene por delante para otro día maratoniano en el que pretende hacer más llevadero el confinamiento de muchas personas necesitadas en Algeciras, en una ciudad que libra su particular lucha contra el coronavirus.

Dris Mohamed Amar es la punta de lanza de una bonita y espontánea iniciativa social del pueblo algecireño. Cuando el dichoso virus inundó nuestra realidad, puso en marcha un grupo en Facebook que responde al nombre de Equipo de apoyo Covid-19 Algeciras. Dris lanzó un SOS, una llamada de socorro abierta a toda la ciudad para colaborar con la recolecta y el reparto de alimentos y medicamentos a los más desfavorecidos. Y es que no hay mayor red social que un puñado de vecinos con ganas de colaborar.

"Nunca he visto tanta humanidad. Estoy emocionado, se me saltan las lágrimas cuando reparto o cuando alguien me llama para ofrecerse a ayudar", confiesa Dris, un rostro reconocible en Algeciras como miembro de Saladillo Intercultural y de la formación política local Prune, de inspiración islámica, de la que fue alcaldable en las pasada elecciones.

El grupo cuenta con la ayuda de costureras, tiendas y numerosas donaciones de vecinos de la ciudad

Son muchos los vecinos que ya reciben la bolsa de comida, que también puede ir acompañada de paracetamol -todo donado-, y en adelante por una mascarilla de fabricación casera. "Gracias a un grupo de costureras que coordina Estefanía Seiler Mejías estamos haciendo mascarillas con telas y elásticos", explica Dris, que recibe material de Unitermia en un gesto que se multiplica de manera anónima cada día en el tejido empresarial de la zona.

¿Cómo surgió esta iniciativa? "Esto empezó a los pocos días de que no se pudiese salir a la calle. Comencé a ver en vecinos cercanos y en las redes sociales situaciones insostenibles en muchas personas, en familias con parados, con personas impedidas, gente mayor que vive sola... No me pude quedar impasible y creé un grupo en Facebook al que ha empezado a unirse mucha gente con ganas de colaborar", relata Dris.

Unos vecinos de Algeciras recogen sus bolsas de comida donada.

"No ha sido cuestión de un barrio o de otro, la respuesta ha sido espontánea y en muchas zonas de Algeciras", prosigue el impulsor de una iniciativa que ya cuenta con mucha gente implicada. "Además de las costureras, tenemos a Antonio Ortega, que es quien gestiona los alimentos, y a María Llora, que está en contacto con los proveedores. Y mucha gente más que a cada momento nos llama o nos pregunta por el Facebook o a través de vecinos. No quiero dejar de agradecérselo a todos porque en este momento Algeciras ha demostrado que está por encima de razas y de cualquier cosa".

"La gente de Algeciras ha demostrado que está por encima de las razas"

"Esto es un ejemplo de solidaridad del pueblo", resalta Dris. "Estamos hablando de una situación en la que hacen falta medidas humanitarias para mantener la paz social porque hay muchos casos de extrema necesidad".

La iniciativa ha encontrado también el respaldo fundamental de un pequeño almacén. "Nos han dejado un local y allí almacenamos, aunque estamos todo el día de arriba para abajo, por la mañana recogiendo y por la tarde entregando", señala Dris, que resalta las medidas de prevención a la hora de entregar las bolsas con alimentos de primera necesidad como legumbres, leche, huevos, harina, etcétera, y una mascarilla cada una: "Las dejamos en la puerta para no tener contacto y evitar cualquier riesgo".

Como incansable activista que es -el pasado viernes se preocupó por los 46 marroquíes que esperaban en el Consulado una solución para volver a su país-, Dris Mohamed denuncia la situación en la que se encuentran los trabajadores de la empresa de limpieza de la ciudad: "Voy a llevar mascarillas a los trabajadores de Algesa porque he visto a algunos que van por la calle con una bufanda para taparse la boca y la nariz y eso no puede ser".

El pequeño descanso para atender a Europa Sur llega su final, Dris va al banco "a ver si han ingresado algunas donaciones y sigo con las compras". En casa le echan de menos pero lo entienden. "Yo no sé cómo mi mujer me aguanta", dice con admiración hacia ella y se despide con una sentencia que brinda a toda la ciudad: "La solidaridad de los algecireños en estos momentos es algo que no puedo expresar con palabras. Toda ayuda es bienvenida y nuestras puertas siguen abiertas. Ayudemos a quien más lo necesita y saldremos de esto juntos".