Medidas contra el coronavirus

Indignación y resignación en la hostelería ante las nuevas limitaciones

  • Bares y restaurantes tienen que cerrar a la 1:00, con aforos en interiores del 50%

  • Los empresarios no entienden la medida ante el buen ritmo de vacunaciones y defienden sus negocios como espacios seguros

Interior de una cafetería en Algeciras.

Interior de una cafetería en Algeciras. / M. C. I. C.

Indignación y resignación. Eso es lo que sienten los hosteleros del Campo de Gibraltar, tras 15 meses de severas restricciones a raíz de la pandemia, tras anunciar el Gobierno el pasado miércoles que bares y restaurantes seguirán sin poder funcionar a pleno rendimiento durante los próximos meses.

Con las nuevas medidas, bares y restaurantes tienen que cerrar a la 1:00 y dejar de servir a las doce de la noche. El aforo permitido en el interior será del 50% (ampliable al 60% si se garantizan medidas de control, una buena ventilación y la calidad del aire). También se prohíbe fumar en espacios al aire libre y cuando no se mantengan los dos metros de distancia. 

Las nuevas limitaciones se aplican a bares, restaurantes y negocios de ocio nocturno en aquellas ciudades y municipios donde la tasa de incidencia por contagios del Covid supere los 50 casos por cada 100.000 habitantes, o lo que es lo mismo, que su nivel de riesgo sea superior a 1. Allí donde estos indicadores se cumplan (es decir, que el nivel de riesgo sea 0 o 1), discotecas y pubs podrán abrir hasta las tres de la madrugada, un "privilegio" que sólo es posible ahora mismo en Baleares, Comunidad Valenciana y Ceuta. 

El Consejo Interterritorial, en el que están representados el Ejecutivo central y los autonómicos, aprobó las nuevas medidas con la oposición de seis comunidades autonómicas: Madrid, País Vasco, Cataluña, Galicia, Murcia y Andalucía, además de la abstención de la ciudad autónoma de Melilla y Castilla y León. Los hosteleros de Granada ya han presentado una denuncia al Gobierno por estas medidas y los empresarios del sector en Sevilla amenazan con hacer lo mismo.

Los empresarios de la comarca, contra la medida

"Es una barbaridad. Según las cifras de vacunación que nos dan veo incongruente que tomen una medida así. Hace cuatro meses lo hubiera entendido, pero ahora no. No pedimos nada, simplemente que nos dejen trabajar. ¿Qué queremos hacer? ¿Que sigan cerrando negocios?", afirma Ernesto González, de la Asociación Gastronómica de Tarifa.

Una camarera sirve una cerveza. Una camarera sirve una cerveza.

Una camarera sirve una cerveza. / M. C. I. C.

"Aún hay infectados, pero ya no existe esa virulencia con la que empezó. Con ese aforo casi me conviene más irme a mi casa y cerrar. Somos seis personas trabajando y tenía pensado contratar a una más, pero así me voy a ver obligado a despedir. Si esa medida se impone intentaré que nos unamos para denunciar", añade el hostelero.

Santiago Macías, de la Asociación Linense de Autónomos de Hostelería, ve la medida como un retroceso: Son otros cuatro pasos para atrás, ahora que habíamos dado un pasito adelante, y sin motivo. Si cortan en la restauración la gente se va a los terrenos, a las playas, a hacer botellón, sin control. La Junta ha visto que era bueno que los bares estuviéramos abiertos y ahora quieren volver a echarnos para atrás. No tiene sentido".

"Estamos hartos de ver botellones. La hostelería es el entorno más seguro"

El empresario defiende a su sector: "Estamos hartos de ver botellones y macrobotellones. La hostelería es el entorno más seguro. El tema de ayudas es ciencia ficción. Estamos intentando levantar cabeza, no para ganar dinero sino para pagar nuestras deudas".

Macías cree que la situación actual no justifica las limitaciones horarias ni de aforo: "El verano pintaba bien hasta que ha salido la noticia de esta medida. La gente tiene ganas de salir y si la restauración está cerrada, pues se irán a la calle. La gente está cansada de pandemia, las personas de alto riesgo están todas vacunadas y muere muy poca gente, ya no se puede poner esa excusa. El hospital de La Línea está prácticamente vacío de Covid. No veo sentido a las restricciones que aún tenemos en la hostelería".

Algunos de los hosteleros recién habían conocido la noticia: "Me acabo de enterar hablando con mis compañeros pero aún no está hecho, tienen que ponerlo en marcha en la comunidad. No sabemos qué puede ocurrir. Es un poco desesperante", comenta Alberto Meléndez, de la Asociación de Hosteleros de Algeciras.

"Los bares sin terrazas estarán más afectados. Algunos ni abren porque no les salen las cuentas"

Meléndez cree que los bares que no disponen de espacios exteriores tendrán dificultades para hacer viables sus negocios con tales medidas: "A mí me salva la terraza, que es de donde proceden el 100% de mis ingresos. Hasta que no volvamos a la normalidad no voy a hacer cambios. Somos el escaparate de todas las críticas. Estoy un poco quemado. Todos los bares que no tienen terraza estarán más afectados. Algunos ni abren porque no les salen los números", explica.

Sensación de resignación es lo que siente Manuel Romero Rojas, de la Asociación Hostelera del Campo de Gibraltar y propietario del mesón El Copo, en Palmones (Los Barrios): "Después de comerte el burro ya no cuesta tanto tragarte el rabo. Con lo que hemos pasado durante este año y medio, te reducen el aforo un poco y tenemos que tirar para adelante. Siempre se pone en el foco a la hostelería y se ha demostrado que aquí no es donde se infecta la gente"

"En verano nos defenderemos, tanto con el público como con el bichito. Si fuera invierno tendríamos un problema. Lo hemos pasado tan mal que peor no puede ser. La asociación de Granada ha denunciado al gobierno y si nos obligan tendremos que hacer lo mismo", finaliza el empresario.

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