REACCIÓN DEL COMERCIO A LAS MEDIDAS DE AHORRO ENERGÉTICO

"Con el aire acondicionado a 27 hace más calor en la tienda que en la calle"

  • Los pequeños y medianos empresarios del Campo de Gibraltar trinan por las nuevas medidas de ahorro de energía que les obliga a controlar la temperatura e instalar puertas automáticas

Entrada de una zapatería en la calle Ancha de Algeciras

Entrada de una zapatería en la calle Ancha de Algeciras / Jorge del Águila

"No sabemos muy bien cómo vamos a salir de ésta", declara Vanessa Lara, gerente de Apymeal, la asociación de la pequeña y mediana empresa de Algeciras, cuando se le pregunta por las últimas medidas aprobadas por el Gobierno en materia de ahorro energético que afecta directamente a comercios, grandes superficies, hostelería, cines y estaciones, entre otros espacios públicos. Esta norma estará en vigor hasta noviembre de 2023 y concede un plazo de una semana para que los establecimientos se acomoden a las nuevas exigencias de control de temperatura y alumbrado.

El aire acondicionado podrá ponerse a un máximo de 27 grados y calefacción, como mucho a 19 grados. Los establecimientos tendrán que contar, además, con luminosos visibles que informen a los ciudadanos de la temperatura y humedad en su interior y no podrán dejar abiertas las puertas si tienen activados sistemas de refrigeración, lo que obligará a muchos comerciantes a instalar cierres automáticos. Por otro lado, los escaparates tendrán que estar apagados a partir de las diez de la noche.

Escaparates en el centro de Algeciras Escaparates en el centro de Algeciras

Escaparates en el centro de Algeciras / Jorge del Águila

"El sector considera que es una nueva puya al comercio y, especialmente, a la pequeña empresa", declara Vanessa Lara, quien transmite el sentir generalizado del sector. "Apagar los escaparates a las 22:00 entristece las calles y empobrece la vida de la ciudad, sobre todo en verano, que hay mucha gente paseando por la noche", explica para seguir plasmando el malestar de los pequeños y medianos comerciantes algecireños. "Algunos de nuestros asociados han empezado a poner el aire acondicionado a 27 grados, pero nos dicen que así hace más calor dentro de la tienda que en la propia calle", declara a Europa Sur la gerente de Apymeal.

"La instalación de puertas automáticas es lo que más quejas ha generado por la inversión que supone para la empresa en mano de obra y reforma en el local", una medida para la que el Gobierno da de margen hasta el 30 de septiembre. "Tras comentar este asunto con la Confederación de Empresarios de Cádiz y la Federación de Comercios de la Provincia, hemos visto que la obligación de instalar las puertas automáticas coincide prácticamente con la fecha en que dejará de encenderse el aire acondicionado por el comienzo del otoño. Por otro lado, en esta zona tampoco tenemos costumbre de encender la calefacción en invierno, por lo que tendríamos algo más de margen sobre este tema", finaliza Lara.

Javier Cuervo, vocal de hostelería de Apymeal, se pronuncia en el mismo sentido: "Todas las medidas que se aprueban son restricciones en mitad de lo que estamos padeciendo ya. Son un parche detrás de otro que no solucionan los problemas reales", se lamenta el propietario de La Tintorería.

La calle Ancha de Algeciras llena de viandantes La calle Ancha de Algeciras llena de viandantes

La calle Ancha de Algeciras llena de viandantes / Jorge del Águila

Abel Hidalgo, dueño de la boutique infantil Pétano, en La Línea de la Concepción, también critica la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez: "El Gobierno se ha empeñado en hundir al pequeño comercio. Tiene unas expectativas sobre nosotros desproporcionadas. Las grandes superficies, a nivel de inversión, no van a acusar estas medidas porque el sistema de puertas automáticas ya lo tienen instalado", declara. "Entiendo que estamos viviendo una etapa dura y una guerra en Ucrania, pero esta ley es humillante para nosotros. Primero que el Gobierno saque ayudas para la pequeña empresa y después ya veremos si podemos permitirnos acarrear estas inversiones", manifiesta.

La propietaria de la Librería Aldanondo, Nieves, también opina que el Gobierno vive ajeno a la realidad del pequeño empresario. "Entiendo que todos tenemos que colaborar en el ahorro de energía, pero desde hace muchísimos años la gente se ha acostumbrado a ver las puertas de las tiendas abiertas. Si ahora las cerramos, los clientes no van a entrar y pasarán de largo. No puedes tener un pequeño comercio con la puerta cerrada porque no invita a acceder", comenta la empresaria sobre la alternativa a no instalar cierres automáticos para que los comercios mantengan la temperatura estable en su interior. 

"En mi tienda, que es una librería, quizá sí me puedo permitir tener el aire a 27 grados porque la gente entra, compra y se va. ¿Pero qué sucede en una tienda de ropa donde hay que probarse y pasar tiempo dentro? La gente va a estar sudando mientras se cambia las prendas en los probadores. Es incluso antihigiénico. ¿Y en una carnicería? A 27 grados se les estropea el género por mucho que lo tengan en una nevera. Es todo un disparate", se cuestiona la dueña de la librería linense.

Un comercio echa la persiana de su negocio Un comercio echa la persiana de su negocio

Un comercio echa la persiana de su negocio / Jorge del Águila

Esta primera batería de medidas se completará con un plan de contingencia en septiembre con más iniciativas contra la crisis energética. 

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