Obituario

La carpeta de piel marrón

  • Alejandro Fernández fue el primer cocinero en obtener una estrella Michelin en la provincia

Alejandro Fernández Gavilán.

Alejandro Fernández Gavilán. / E.S.

El pasado lunes fallecía a los 79 años de edad Alejandro Fernández Gavilán, quien en unión de su esposa Nati Mateos, fue el primer gran rey de la cocina gaditana, el primero en poner la gastronomía de la provincia en lo más alto. Fue uno de los grandes pioneros en unión de Manolo Moreno el del Copo, de Fernando Hermoso de Casa Bigote o de Gonzalo Córdoba el del Faro. Ellos fueron los primeros que vieron en grande lo que aquí tenemos.

Me llamó la atención cuando le conocí, hace 9 años, su humildad. Toda su historia de oro estaba guardada, perfectamente ordenada, en unas carpetas de color marrón. Pasé una mañana inolvidable mientras Alejandro, en el imponente salón de su casa presidido por un gran cuadro de Nati y con unas estupendas vistas del Puerto de Algeciras, me relataba su “dorada” historia que llevó a Los Remos, el restaurante que fundó en el año 1957, a lo más alto de la cocina europea.

En el currículum de Los Remos hay varios hechos históricos. Fue el primer establecimiento de la provincia de Cádiz en obtener una estrella Michelin. Ocurrió en 1993, cuando estos galardones eran menos conocidos a nivel popular pero eran toda una referencia para la gente de comer que se movía por el mundo con esta guía bajo el brazo. Pero además el cocinero llegó a servir la cena de gala de los premios Nobel. Fue en 1989 cuando le dieron este prestigioso premio a Camilo José Cela y Alejandro se atrevió aquella noche a servir a los más granado de Europa sus tortillitas de algas y camarones, su gran contribución a la gastronomía gaditana, una brillante variante de la tortillita de camarones. En 1992 también se atrevió en la apertura de la Expo, cuando le encargaron la cena de gala, a basar la comida con las cosas de la tierra y sirvió ortiguillas, perdices de Medina o urta a la roteña, al igual que un vino de Trebujena… todo un adelantado.Su manera de tratar el pescado y el marisco crearon escuela entre los cocineros españoles para los que era toda una referencia. Incluso llegó a participar como ponente en congresos mostrando sus formas de preparar estos tesoros del Campo de Gibraltar a los que dio fama internacional.

Eran otros tiempos, décadas en que los cocineros no tenían tanta fama como ahora y en los que los medios de comunicación no prestábamos tanta atención a lo que ocurría en los fogones, pero eso no quita para reconocer que Alejandro y Nati fueron la primera estrella del firmamento con que contó la ahora famosa gastronomía gaditana.

La última época del restaurante, hasta la retirada de la pareja, se desarrolló en Villa Victoria, un palacete del siglo XIX que adquirieron en 1988 y que convirtieron en un sitio de culto de la cocina. La finca tenía 20.000 metros cuadrados de jardines y su propio huerto. La casa tenía más de 2.000 metros cuadrados y capacidad para 150 comensales que eran atendidos por 30 personas. Fue el broche de oro.

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