Elecciones Andalucía 2018 | Ángela Aguilera | Número uno por Cádiz de Adelante Andalucía

“Hay que aprobar una moratoria para las industrias en las dos bahías”

  • Tras 18 años de ausencia del Parlamento, se presenta con un discurso en el que apuesta por un modelo económico alternativo

  • “Salimos a hacer políticas de izquierdas”, sentencia

Ángela Aguilera, durante la entrevista

Ángela Aguilera, durante la entrevista / Erasmo Fenoy

Creció prácticamente a los pies de la refinería de San Roque, donde trabajaba su padre, en una casa asomada a la arena de la playa de Puente Mayorga. Activista medioambiental y vinculada desde siempre a colectivos ciudadanos, se mantiene fiel a sus orígenes.

–Un buen amigo suyo asegura que usted, cuando entró en el Parlamento en 1994, se cayó al suelo de un vahído cuando se enteró de que iba a ganar 180.000 pesetas al mes.

–(Risas) Fue así. Piense usted que yo tenía 26 años y que yo ese dinero no lo había visto junto en mi vida. Para mí era una fortuna.

–¿A qué se dedicaba en ese momento?

–Me dedicaba a criar un hijo pequeñito, que lo tuve muy pronto, a mis estudios y a mi trabajo en una asesoría laboral y contable. Yo era ya activista ecologista, dando siempre la batalla por la colonia de Puente Mayorga. Una mujer como otra cualquiera.

–En el año 2000 usted dejó de ser diputada y, aunque supongo que nunca ha abandonado la política, ¿cómo afronta el regreso al Parlamento como cabeza de lista por Cádiz?

–Regreso con una ilusión enorme, con la experiencia de todos estos años y en un momento importantísimo para la democracia en Andalucía. He vivido momentos destacados en la política, pero creo que este no tiene parangón.

–¿Por la confluencia de IU, Podemos y otros partidos en Adelante Andalucía o por otra razón?

–Porque creo que es posible un cambio de gobierno en Andalucía desde la izquierda. Nunca habíamos conocido un escenario tan volátil como este, pero tampoco nunca la posibilidad de dar un cambio desde la izquierda.

–En 1994 no fue posible un acuerdo con el PSOE. Aprobaron juntos los Presupuestos de 1995, pero poco más. Esa legislatura terminó rápido. ¿Cree que ahora será posible una mayor sintonía con los socialistas?

–Nosotros salimos a ganar las elecciones, no es un tópico, a hacer políticas de izquierdas y de muro de contención ante las derechas. Andalucía se asoma a un abismo ante la posibilidad de un Gobierno de derechas después de tres años en los que el PSOE ha gobernado con la derecha de Ciudadanos. Se ha dado la espalda a las necesidades de inversión desde lo público y no se han aliviado los recortes dados por el PP desde Madrid. El PSOE de Andalucía ha sido un alumno aventajado del PP. Andalucía tiene solución, pero desde el cambio de izquierdas.

–¿Lo dice porque las encuestas vaticinan un mayor reparto del voto y puede darse eso que ustedes llamaron el “gobierno desde el Parlamento”?

–No, aunque sí es un momento para hacer valer la división de poderes, lo cual me parece muy sano. El hecho de que haya un Parlamento vivo no es malo para la ciudadanía y puede dar mucho juego político. Los rodillos no son buenos y el PSOE ha dado estos años muestra de su desprecio hacia las propuestas que hemos lanzado desde Podemos o IU. Hemos propuesto quince proyectos de ley y más de 5.000 iniciativas.

–El domingo pasado se aprobó en la cumbre de la UE el Brexit. ¿Está Cádiz y, particularmente, el Campo de Gibraltar listos para afrontar este reto?

–No, en estas condiciones, no.

–¿Qué haría falta?

–Un Gobierno andaluz fuerte, que dé la cara por su gente.

–¿Para hacer qué?

–Para poner por delante los intereses de la gente, de la mayoría social frente a la macropolítica que no mira a la ciudadanía. El Plan Integral que han puesto sobre la mesa los socialistas es un insulto a la inteligencia y genera una preocupación enorme. No puedes hacer un refrito de medidas y presentarlo como nuevo. El hecho de que sea el ministro Marlaska quien lo presente ya me preocupa.

–¿Por qué?

–Porque el Ministerio del Interior no creo que sea el ministerio más aglutinador de las políticas integrales que necesitamos.

–¿A quién se lo hubiera encargado?

–A una vicepresidencia que hubiera estado más en contacto con las autoridades locales y comarcales y también con las organizaciones sociales que trabajan a pie de terreno. No se han hecho los deberes durante cuarenta años. ¿Cuántos planes de este tipo se han presentado? Se han empleado 100.000 millones en fondos europeos y, pese a ello, miles de personas tienen que cruzar una frontera cada día para poder trabajar. Han sido incapaces de dar alternativas de empleo y ahora nos traen un Plan Integral que ni siquiera habla de La Línea. Hace falta un cambio de modelo productivo.

–¿Cuál sería la propuesta alternativa de Adelante Andalucía?

–Queremos un modelo hacia una transición ecológica, hacia un turismo sostenible, con energías renovables y poner sobre la mesa un plan de empleo. En La Línea hay una tasa de paro superior al 30% que sube al 70% entre la población juvenil, junto con una mortalidad por debajo de los 80 años, lo que no se da en ningún otro lugar de España. El Plan Integral tampoco alude al fracaso escolar.

–La educación es competencia de la Junta de Andalucía.

–Sí, por eso decía que el plan debe ser integral junto con el resto de administraciones. Nosotros apostamos por un empleo verde y en el Campo de Gibraltar se quiere a la industria petroquímica, con el fondo de barril que ya nadie quiere en Europa, mientras Alemania invierte en energías renovables. El plan va a atajar el narcotráfico, que es la consecuencia, pero no el origen. Los capitales no van a tener problema para pasar a Gibraltar con el acuerdo del Brexit, pero nadie sabe qué va a pasar con el paso de personas por la Verja ni con las pensiones de quienes trabajan en Gibraltar.

–El programa electoral de Adelante Andalucía en materia económica apuesta por los sectores productivos “que más calidad al empleo y la economía aportan”. Entiendo que se refieren a la industria. De hecho, afirman que apoyan “el desarrollo de la industria andaluza”. ¿Es eso compatible con su crítica al sector petroquímico?

–Por supuesto. Estamos hablando de una industria sostenible.

–¿Las industrias que están en el Campo de Gibraltar no son sostenibles?

–En absoluto. Las químicas, no.

–¿Quiere eliminarlas?

–No, queremos ir a un proceso de transición energética. No podemos seguir ampliando las industrias contaminantes en un entorno con unos índices de mortalidad un 20% superiores a los del resto del Estado. El principio de precaución es sagrado. Si estamos hablando de una prevalencia de determinadas enfermedades, ¿por qué no despejamos la x de la incógnita? Hace veinte años ya teníamos este debate, pero la Administración no ha hecho nada. No me sirve una ampliación industrial de 35 hectáreas para refinar fondo de barril, que es lo peor del petróleo. Hacia donde tenemos que ir no son los combustibles fósiles. Las empresas están generando un problema medioambiental importante y, si se mantienen, no habrá oportunidad para un turismo sostenible ni futuro para los más jóvenes.

–No me queda muy claro qué quieren hacer ustedes con las industrias.

–De momento, aprobar una moratoria de grandes industrias.

–¿Dónde? ¿En toda Andalucía?

–No, en el arco de la Bahía de Algeciras y de la Bahía de Cádiz. Tenemos que ir hacia una diversificación industrial. Mire usted, se están hartando de ganar dinero en el astillero de Vigo con la construcción de cruceros, aunque los responsables de Navantia digan que no hay negocio en la construcción naval civil. Es falso. Debemos dejar de ser la provincia y la comunidad autónoma de la burbuja inmobiliaria y del turismo de masas. Hay que apostar por un turismo sostenible, que deja valor añadido en los pueblos. Apostamos por el cooperativismo y la economía social. Lo hemos empeñado todo a exportar frutas y verduras que no se consumen internamente y, al mismo tiempo, hemos dejado de invertir en educación y sanidad, que son motores de futuro. Somos claros como el agua.

–El proyecto del fondo de barril del que habla está valorado en más de mil millones de euros, posiblemente la inversión más alta realizada en Andalucía en muchos años. ¿Es consciente de la trascendencia de que Adelante Andalucía lo rechace?

–Claro, y por eso estamos a favor del desarrollo de una industria sostenible, no de la degradación del medio ambiente. ¿Acaso Gas Natural o Endesa no estarían interesadas en invertir más en Andalucía si tuvieran la oportunidad?

–¿Si Andalucía Adelante llega al Gobierno de la Junta, aplicaría esa moratoria sobre la industria en las dos bahías?

–Si llegamos, no solo aplicaríamos esa moratoria, sino que aprobaríamos un plan industrial por el desarrollo sostenible. El medio ambiente y salud de las personas están por encima del resto de consideraciones.

–La frontera es cosa de dos. ¿Cabe exigir algo más a Gibraltar?

–Los pueblos deben hablar. Ellos deben favorecer las relaciones a ambos lados de la Verja. Los cierres de frontera no favorecen a las personas.

–¿Y ante la inmigración?

–Un país democrático como España debe tener los derechos humanos como base de sus políticas. Lo segundo es apelar a la sensatez de los partidos de derecha para que dejen de sembrar alarmismo y xenofobia, porque se señala a los más pobres como causantes de los problemas mientras los poderes financieros se van de rositas. Hay que parar la sangría del Estrecho, la muerte masiva de personas en las pateras con la regularización de la entrada de estas personas con permisos de trabajo, del reagrupamiento familiar... La política de inmigración de Andalucía Adelante no es un absurdo, lo que es una verdadera locura es la política europea. El hambre no conoce de fronteras. Las políticas de cooperación brillan por su ausencia.

–Pablo Iglesias y Alberto Garzón están apareciendo poco en la campaña. ¿Han impuesto ustedes desde Andalucía Adelante algún tipo de cordón sanitario?

–¡Para nada! Han estado en esta campaña y van a volver a estar, no le quepa duda de ello.

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