Comunicación

Noticias limpias y sanas

  • El periódico es esencial en la barra de los bares

  • Las autoridades sanitarias afirman que no hay ningún riesgo de contagio en compartirlo

La dueña de una tienda coloca ejemplares de ‘Europa Sur’ en Tesorillo

La dueña de una tienda coloca ejemplares de ‘Europa Sur’ en Tesorillo / Erasmo Fenoy

La petición del periódico junto con el café, a primera hora de la mañana, en el bar, es una escena que se remonta a décadas atrás. La llamada nueva normalidad no la eliminará. No puede. Es más: si queremos que la situación va- ya normalizándose de verdad y que de nuevo la vida se asemeje –en lo bueno que teníamos– a aquellas cosas que formaban parte de nuestra cotidianidad antes de la maldita irrupción del Covid-19, este diálogo debe volver a ser tan natural como lo fue hasta el último día antes del confinamiento y sus restricciones:

Cliente 1 (al camarero): “Buenos días. Por favor, un café con leche y media tostada. ¿Tiene el periódico?” Camarero: “Marchando... Aquí tiene usted su diario”. Cliente 2 (al cliente 1, señalan- do al periódico): “Si es usted tan amable, ¿me lo pasa cuando termine?”. Cliente 1: “Claro, por supuesto. Es un momento”.

La OMS lo ha reiterado: los diarios son estériles y el Covid-19 no puede transmitirse con ellos

Hay que recordar ahora que en la comparecencia pública para dar a conocer los servicios esenciales que se mantendrían en el estado de alarma, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se refirió al papel fundamental de los medios de comunicación durante este periodo. No habría tenido ningún sentido –hasta el punto de que habría sido peligroso y letal para la sociedad– dejar fuera de la nómina de los servicios esenciales a la prensa, destinataria de la encomienda de los ciudadanos para surtirles de información puntual sobre todo lo concerniente a la crisis sanitaria.

Con las diversas fases de la desescalada llegó la reapertura de bares, restaurantes, cafeterías, tabernas... El sector de la hostelería, uno de los más castigados por la pandemia, volvía a echar a andar, emprendiendo así un difícil proceso de rehabilitación. La prensa diaria, con el ejemplar del periódico a disposición de esa clientela que también recuperaba la costumbre de acudir cada mañana a por el primer café o al mediodía a por el aperitivo, celebraba el reencuentro cerrando el paréntesis que había sufrido la comunión diaria entre el periódico y el bar. Una fidelidad que no se ha roto. Los parroquianos volvían a conocer las noticias de su ciudad, de la región, del país y del mundo gracias al ejemplar que, como siempre ha ocurrido, pasaba de mano en mano.

No hay el más mínimo riesgo de contagio en esta práctica. El Covid-19 no ha venido solo. Lamentablemente ha traído consigo otros virus en forma de bulos. Uno de ellos, tan nocivo como interesado, es el que ha señalado a los periódicos como un vehículo en el que el bicho puede viajar de unas manos a otras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) se apresuró a desmentir- lo desde el primer momento. Evidencias científicas demuestran que nunca se ha documentado la transmisión de la enfermedad a través de papel de periódico ni tampoco por su uso compartido entre los clientes de los establecimientos hosteleros. La transmisión del virus a través de superficies sugieren que las porosas tienen menor potencia y durabilidad. El contagio Covid-19 se produce principalmente por vía aérea; casi imposible a través del papel. El virólogo noruego George Lomonossof, uno de los mayores expertos sobre el virus y que trabaja en una vacuna en el Centro de Investigación Microbiótica John Innes, asegura que “los periódicos son bastante estériles debido a la forma en que se imprimen y el proceso de producción por el que pasan”. Así que el riesgo de contagiarse pasando las páginas de un diario como éste es, como recalcan una y otras vez expertos de la OMS, “infinitamente insignificante”. Entre otros motivos de peso, por- que el proceso de producción de un rotativo sigue un protocolo exhaustivo y meticuloso, desde el minuto uno de su edición has- ta su distribución a quioscos, hogares y edificios públicos, desde las sedes administrativas de las instituciones a los bares y restaurantes.

El SAS descarta que los periódicos puedan ser retirados por sus inspectores

Esta garantía queda confirma- da por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), que ha descartado a este periódico que se lleven a cabo inspecciones y controles con el objetivo de retirar ejemplares de periódicos de los bares, en los que desde el lunes pasado están ya reabiertas las barras.

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