Campo de Gibraltar

Marruecos reprocha a la UE falta de apoyo económico

  • Rabat critica que las ayudas para el control migratorio "no están a la altura" de su coste

Una fila de personas espera su turno para un traslado.

Una fila de personas espera su turno para un traslado. / j. del águila

El Gobierno de Marruecos reprochó ayer a la Unión Europea que la ayuda financiera de Bruselas "no está a la altura" de sus esfuerzos para controlar la emigración desde África hacia el continente europeo.

"Nosotros, como país, estamos haciendo en solitario grandes sacrificios con nuestras posibilidades. Las cifras que circulan sobre el apoyo financiero de la UE no llegan al nivel del volumen de nuestro esfuerzo y de los sacrificios que realizamos", declaró el portavoz del Ejecutivo marroquí, Mustafa Jalfi, en su rueda de prensa semanal. Ha sido la primera vez desde que estalló la última crisis migratoria que el Gobierno de Rabat se pronuncia oficialmente sobre su papel ante este problema y el insuficiente respaldo recibido por parte de la UE, aunque Jalfi no quiso entrar en cifras concretas.

Según fuentes participantes en el debate migratorio con Rabat, Marruecos habría 60 millones de euros para afrontar la presión migratoria con medidas policiales y de control fronterizo. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo el miércoles que Bruselas "está dispuesta a aumentar su aportación" tanto a España como a Marruecos para hacer frente a la "creciente presión migratoria". No obstante, el presidente del Ejecutivo comunitario indicó que los fondos para el norte de África "son desgraciadamente limitados" y las necesidades manifestadas por Marruecos "exigen un esfuerzo financiero muy superior".

La CE cifra el apoyo europeo en inmigración a Marruecos en más de 100 millones de euros en una década, lo cual le sitúa como el segundo país, tras Libia, que más financiación comunitaria recibe en este ámbito entre los vecinos sureños del bloque europeo.

"Marruecos está desplegando un esfuerzo excepcional en la lucha contra la emigración clandestina y la trata de personas", recalcó Jalfi, quien ilustró con datos la presión migratoria que también sufre Marruecos: en 2017 (no ofreció cifras del año actual) sus agentes de seguridad abortaron más de 65.000 intentos de emigración clandestina (por patera o en saltos a las vallas de Ceuta y Melilla), en comparación con los 32.000 de 2016.

Precisó que la mayor parte de estos intentos "son de personas procedentes de otros países, y no marroquíes", aunque los marroquíes supongan, numéricamente, los más numerosos entre las distintas nacionalidades de los candidatos a la emigración clandestina, según supo Efe de fuentes policiales.

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