Entrevista | Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de UPyD-Cs

“Las condiciones de negociación de Gibraltar serán peores en 10 años”

  • Reclama que el Campo de Gibraltar sea declarada zona de especial singularidad

  • Lucha contra el narco e inversión en formación y educación, prioridades

Maite Pagazaurtundúa, en la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, en septiembre pasado.

Maite Pagazaurtundúa, en la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, en septiembre pasado. / Leo Rodríguez / Efe

La entrevista se realiza por teléfono, a la espera de una próxima visita a la comarca. Pagazaurtundúa (Hernani, 1965) afirma que el Campo de Gibraltar necesita poner a raya al narco, invertir en formación y acabar con la desigualdad derivada del actual estatus de Gibraltar. Elegida eurodiputada en la lista de UPyD -partido prácticamente disuelto y que no se presenta a las elecciones generales- forma parte de la delegación de Ciudadanos en Bruselas.

¿Qué medidas se prevén desde la UE para afrontar el Brexit?

–Desde nuestro grupo, Remain Europe, estamos empeñados en que los derechos de los europeos en Reino Unido o de los británicos que sigan residiendo en la UE no se vean perjudicados. Siempre hemos dicho que no puede ser menos importante una persona que una lavadora: si vamos a garantizar todas las cosas que tienen que ver con el mercado único y otros intereses económicos, no podemos dejar atrás a las personas, que son más importantes. Estamos hablando de millones de afectados.

Las repercusiones del Brexit en el Campo de Gibraltar son más amplias, por su dependencia económica de Gibraltar. Además, hay una situación social complicada.

–Lo primero de todo es reforzar las medidas contra la criminalidad, con más plantillas de Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, dando a la comarca una especial consideración para poder primar a los agentes que se están jugando la piel. Tenemos unos cuerpos de seguridad que son un lujo, extraordinarios, pero necesitan estabilidad.

Pero no todo es seguridad.

–Claro está. La educación y la formación son claves. No conozco en detalle el plan de contingencia de la Junta de Andalucía, pero una parte fundamental de lo que hay que hacer es un plan contra el fracaso escolar en la comarca. Si algo bueno ha traído el Brexit es que nos obliga a espabilar, a poner sobre la comarca una mirada más atenta y ver qué podemos hacer por ella.

¿Existe fuera del Campo de Gibraltar una conciencia de la atención especial y específica que requiere esta comarca?

–No creo que exista una conciencia suficiente en las instituciones europeas. La declaración del Campo de Gibraltar como zona de especial singularidad es una necesidad y va encaminada en ese sentido.

¿Qué le parece la petición del alcalde de La Línea de convertir la localidad en ciudad autónoma.

–Creo que lo importante no es tener el título, sino las medidas. Debemos fijar la atención en que La Línea es un lugar especial por el dumping fiscal de Gibraltar y la existencia de una delincuencia organizada en torno al narcotráfico.

"Al Peñón no le va a quedar más remedio que ir aplicando los memorandos acordados con España”

¿Pueden ser viables medidas específicas para La Línea o el Campo de Gibraltar en materia fiscal para atraer empresas que saldrán del Peñón pero que desean seguir operando con la UE?

–El Brexit nos abre una enorme oportunidad, la posibilidad de mejorar en sectores económicos que aportan un enorme valor añadido. Podemos ser mucho más competitivos porque ellos van a dejar de ser Unión Europea. No soy especialista en la materia, pero es complicado aprobar ventajas fiscales porque tener un espacio fiscal propio en la UE no es fácil. Pero hay otras medidas y programas que sí se pueden aplicar. Hay que intentar buscar lo sencillo con los mecanismos ya existentes.

¿Está poniendo Gibraltar las cosas fáciles?

–Gibraltar tiene que ir haciendo cada vez más:con Brexit blando o duro, dejará de ser Unión Europea. Por tanto, esa situación tan privilegiada que tenía, con lo mejor de los dos mundos, va a ir neutralizándose. A ellos no les va a quedar más remedio que ir aplicando los memorandos sobre control de capitales, mercancías, bienes y servicios. Ya se han hecho algunas operaciones con la Guardia Civil en ese sentido contra el blanqueo de capitales y el contrabando. Eso debe ser el precedente.

¿La cuestión de la soberanía sobre Gibraltar es irresoluble o es el momento de volverla a poner sobre la mesa?

–Hemos tenido alguna pequeña victoria. Cuando en el Parlamento Europeo, en la Comisión de Libertades, Justicia e Interior, de la que soy vicepresidenta, tuvimos que ver el tema de los visados a cuenta del Brexit, los eurodiputados españoles de Ciudadanos, PP y PSOE peleamos juntos, como hermanos, para que por primera vez en un papel oficial apareciera reflejado que Gibraltar es una colonia. Nunca lo habíamos conseguido porque todo el mundo sabe que el lobby gibraltareño es muy potente y activo. La nueva circunstancia nos permite defender ante nuestros socios europeos nuestra pretensión en materia de soberanía. Es muy complicado, pero podemos ir colocando algunas piedras en el edificio que queremos construir. Lo primero es la situación de los ciudadanos, velar por la economía de la zona y terminar con la brecha que separa Gibraltar de la comarca. Estamos en un momento histórico que debemos aprovechar y lo que ya hemos avanzado no ha sido para peor.

"El Brexit nos permite defender ante nuestros socios de la UE nuestra pretensión en materia de soberanía”

¿La fórmula de cosoberanía formulada por el ex ministro García-Margallo le parece factible?

–Hace unos años, los lobistas de Gibraltar me pidieron una cita y me hicieron esa misma pregunta. Les dije que tenían mucha suerte de que yo no estuviera en el Gobierno.

¿Por qué?

–Les respondí que yo les habría hecho una propuesta más dura y que, en materia de Estado, yo siempre iba a estar con nuestro Gobierno. Y les dije también que tenían que pensar en que sus condiciones de negociación dentro de diez años van a ser peores. Siempre han navegado con el tiempo a favor y las circunstancias históricas están cambiando.

El futuro de Cs

A la vista de las encuestas del CIS y de otras, encuentra usted alguna explicación al descenso en los apoyos a Ciudadanos?

–A lo largo de la historia, todos los grandes partidos se han visto afectados por turbulencias y eso se ha visto en las encuestas y en los votos. Si echamos un poco la vista atrás, había mucha gente que creía que el PSOE se rompería ante el ascenso de Podemos. Y el PP tuvo un batacazo monumental en las pasadas elecciones. Yo creo que Ciudadanos es un partido consolidado y que en las elecciones vamos a tener un buen resultado. La remontada se está notando y lo estoy viendo en la calle, en la acogida que nos da la gente. Somos, además, un partido sin escándalos de corrupción ni de cosas por el estilo que tiene mucho que ofrecer.

"Está claro que debemos desbloquear la situación política del país. Necesitamos tener un Gobierno que no esté supeditado a los secesionistas, que se quieren cargar nuestro país"

El grupo de Cs en el Parlamento Europea se ha resentido de la crisis interna. Javier Nart ha dejado el partido y Luis Garicano ha expresado sus diferencias con la dirección.

–Mire, hay un componente humano de compromiso con los electores y con los intereses de nuestro país que está por encima de cualquier otra cuestión. El apoyo entre nosotros es recíproco. Le tengo un cariño enorme a Javier Nart y una admiración profunda a Luis Garicano, que es un gran jefe y un lujo para la política española y europea. Hay mucha sintonía y lealtad entre nosotros y, en general, entre los eurodiputados españoles.

¿Usted preferiría un pacto con el PSOE tras las elecciones o uno con el PP?

–No soy la persona más indicada para ello, solo una humilde eurodiputada.

Pero sí una voz autorizada.

–Las cuestiones de estrategia no las llevo yo. Está claro que debemos desbloquear la situación política del país. Necesitamos tener un Gobierno que no esté supeditado a los secesionistas, que se quieren cargar nuestro país, y no estoy exagerando. Acaban de firmar un acuerdo Arnaldo Otegi, que sigue sin condenar el terrorismo y que es una de las personas con menos escrúpulos que nos podamos imaginar, y Torra, que es un supremacista, un racista. Ambos son ultranacionalistas, quieren crear estados identitarios. Estos dos, junto con otros, han dicho barbaridades sobre nuestro país, como que no es democrático. Ese tipo de gente no puede definir nuestro modelo de país. Todos los partidos que se consideren constitucionalistas deben tener esto en mente.

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