optimismo de pedro sánchez | elpresidente del gobierno vaticina que habrá acuerdo en octubre

España y Reino Unido aproximan posiciones ante el Gibrexit

  • Ambos gobiernos tratan de cerrar compromisos en materia fiscal, policial, medioambiental y pesca

  • Avances en torno al uso conjunto del aeropuerto y el regreso de Instituto Cervantes

Pedro Sánchez, durante su intervención.

Sí, es posible un Gibrexit pacífico. Delegaciones de los gobiernos de España y Reino Unido, con representantes de Gibraltar integrados en esta última, han avanzado de forma notable en las negociaciones que desde hace dos años mantienen de manera intermitente a fin de pactar las relaciones que definirán la convivencia de los habitantes a ambos lados de la Verja y otros aspectos una vez se active el Brexit a partir del 29 de marzo del año próximo.

El calendario aprobado por la Comisión Europea marca que el acuerdo general para la aplicación del Brexit debe estar listo en octubre, un objetivo que los Veintiocho formalizarían en una cumbre en noviembre, según indicó ayer el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Ese acuerdo va en paralelo al que tratan de cerrar de forma bilateral España y Reino Unido sobre Gibraltar y que tiene en vilo por razones obvias tanto a campogibraltareños como a yanitos.

La última reunión formal entre ambas delegaciones tuvo lugar el martes pasado

Una y otra parte se marcaron como prioridad hace meses mantener la fluidez de paso actual por la frontera para no perjudicar a las miles de personas que, por motivos laborales o de otra índole, la atraviesan a diario a pie o en coche. Más allá de ese punto es cuando empiezan las complicaciones.

Cuatro fueron las reuniones discretas que las dos delegaciones celebraron mientras el PP estuvo en el Gobierno, con actas que así lo recogen, y solo una con el actual Ejecutivo socialista, precisamente el martes pasado, coincidiendo con la entrevista que el ministro de Exteriores, José Borrell, mantuvo con los siete alcaldes de la comarca, el presidente de la Mancomunidad de municipios y otras autoridades.

Si el resultado de esta última fue decepcionante por la falta de concreción del titular de Exteriores ante las demandas de los regidores, la primera concluyó paradójicamente con un acercamiento que, según diversas fuentes consultadas por esta redacción, conduce al optimismo.¿Hay acuerdo? No, pero sin duda se está mucho más cerca de lograrlo que hace un año.

El diálogo se encuentra muy avanzado en cuestiones hasta ahora empantanadas como el uso conjunto del aeropuerto, la colaboración en materia policial y medioambiente, especialmente por los vertidos incontrolados de aguas fecales de Gibraltar y la calidad del aire. También hay un ligero entendimiento en torno a la necesidad de que la colonia mejore de forma notable la lucha contra el contrabando de tabaco, lo que supone una merma muy considerable de ingresos para la Hacienda española.

Más controvertida es la cuestión de la información fiscal de las empresas domiciliadas en la Roca que aprovechan su bajo nivel impositivo, pero cuya actividad se desarrolla fundamentalmente en España. Las fuentes consultadas apuntan con tibieza que también hay avances a este respecto. No en vano Gibraltar y muchas de sus empresas se juegan en esta negociación poder tener un acceso más o menos restringido al mercado de la UE, con millones de clientes a los que a partir de marzo dejarán de tener acceso, como es el caso de las casas de apuestas online.

Todas estas cuestiones han estado presentes desde el inicio de las negociaciones España-Reino Unido, pero la llegada del PSOE al Gobierno ha incorporado una nueva: el regreso de la sede del Instituto Cervantes al Peñón. Desde el PP se considera que la presencia allí del Cervantes venía a suponer una suerte de reconocimiento por parte de España de la soberanía gibraltareña, ya que dicha institución tiene como objetivo fundamental la difusión de la cultura española en el extranjero. Dicho y hecho, la sede de Gibraltar cerró sus puertas en 2015 tras cuatro años de actividades.

Para los socialistas, en cambio, el Instituto Cervantes viene a ser una pica en Flandes, una garantía de que la cultura española no se diluye entre la población yanita, cuyo índice de conocimiento del idioma españolo es, además, especialmente pobre entre los jóvenes.

La cuestión es si, más allá del paso de las personas por la Verja, el resto de las medidas son negociables una a una de forma individual o si están condicionadas entre sí, de tal forma que pueda haber un acuerdo sobre el aeropuerto y quedar pendiente o aparcada la lucha contra el fraude fiscal. También está por ver si hay un acuerdo final entre la UE y Reino Unido o si, un paso más allá, Theresa May logra el respaldo de los suyos para sacar adelante su propuesta de Brexit.

Ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró su optimismo ante la posibilidad de que España y el Reino Unido logren en octubre un acuerdo sobre Gibraltar. El jefe del Ejecutivo dijo tener "un enfoque de Estado" idéntico al que tenía el anterior Gobierno de Mariano Rajoy. "Nuestro mensaje al Reino Unido es que queremos llegar a ese acuerdo en octubre. Necesitamos ese acuerdo sobre Gibraltar en octubre", recalcó.

El máximo mandatario español explicó en la cumbre mantenida ayer en Austria la situación de las negociaciones entre España y el Reino Unido sobre el Peñón y aseguró que obtuvo el apoyo de todos los Estados miembros.

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