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Comederos para salvar al alimoche

  • La Fundación Migres crea dos zonas de alimentación suplementaria para evitar la desaparición del buitre más pequeño

  • Dos carnicerías tarifeñas colaboran gratuitamente

Una hembra de alimoche.

Una hembra de alimoche. / E.S

La Fundación Migres se encuentra embarcada en un proyecto completamente novedoso en el Campo de Gibraltar para evitar la desaparición del alimoche común (Neophron pernopterus), el buitre más pequeño. El objetivo marcado es el de aumentar la población local de esta pequeña ave carroñera en la comarca del Estrecho; para ello, se han puesto en marcha dos nuevas zonas de alimentación suplementaria. Estas pretenden reducir las áreas de campeo de las parejas reproductoras de la zona (para disminuir el riesgo de colisión con los molinos de los parques eólicos) y facilitar recursos alimenticios a las especies haciéndolos más accesibles para que aumente la productividad de la especie.

Migres se muestra satisfecho con los resultados, que califica de excelentes, a pesar de los pocos meses de aplicación. La población del ave está utilizando estos comederos de forma habitual, y desde la fundación esperan que en el futuro puedan llegar a ser puntos que ayuden a fijar más ejemplares reproductores en la zona.

Esto significa que se puede gestionar el uso del espacio de esta especie y ponerla a salvo evitando que campeen en época de reproducción por zonas de alto riesgo, como son los parques eólicos. Será la continuidad del proyecto en los próximos años la que permita abrir una nueva vía de conservación completamente nueva en el Campo de Gibraltar.

Los técnicos de Migres buscaron a principios de año dos zonas adecuadas para el alimoche alejadas de aeropuertos, tendidos eléctricos, aerogeneradores y presencia humana. También que sirvieran a las zonas donde sobrevuelan las cinco parejas que existen en la comarca.

Para la ceba de estas zonas se utilizaron subproductos cárnicos procedentes de dos carnicerías de Tarifa que los cedieron de manera gratuita, además de huevos frescos de gallina y boñigas del entorno más inmediato. El alimoche es un ave necrófaga que se alimenta principalmente de carroñas de animales muertos (sobre todo domésticos aunque también silvestres) y en ocasiones caza animales de pequeño tamaño, de ahí la elección de esta alimentación. La comida, previamente procesada en porciones menores a 10 centímetros, se proporcionaba una vez a la semana de forma esparcida para que no la consumieran los buitres leonados. En estos puntos de alimentación se colocaron dos cámaras de fototrampeo, una en cada área para tener vigilada la zona las 24 horas y poder realizar un seguimiento de las aves que se acerquen a ellas.

A las dos semanas ya fue visitado uno de los puntos por alimoches y actualmente dos parejas alimentan a sus crías con la comida esparcida por Migres. En la otra zona también se han detectado adultos comiendo, por lo que ambos son funcionales.

Este buitre de pequeño tamaño es migrador de largas distancias: se reproduce y cría en Europa y a la llegada de las bajas temperatura del invierno vuela a África.

La protección de la especie es de vital importancia al encontrarse en peligro de extinción en Andalucía (tan solo existe una población reproductora de 23 parejas) y al darse en la comarca cinco de estas es primordial su cuidado y la colaboración en la recuperación de la especie.

La Fundación Migres trabaja en la zona mediante investigación aplicada directamente a la conservación con dos tareas principales: evitar el impacto contra los molinos eólicos que ha permitido disminuir la mortalidad del buitre leonado a la mitad, y la novedad de este año que ha sido la creación de dos áreas de alimentación suplementaria.

La Consejería de Medio Ambiente y de Ordenación del Territorio colabora en este proyecto con su asesoramiento y gestión. La financiación corre a cargo de los promotores del parque eólico situado en el territorio tarifeño gracias a las medidas ambientales que cada año desarrolla para ellos la Fundación Migres, con el objetivo de mantener a la especie en la comarca del Campo de Gibraltar y que no se produzca su extinción.

congreso en septiembre

El alimoche común será uno de los protagonistas en el Tercer Congreso Internacional sobre Migración de Aves y Cambio Global que se desarrollará del 3 al 5 de septiembre en el Centro Internacional de Migración de Aves (CIMA) que la Fundación Migres tiene situado en Tarifa. El congreso ofrece un cupo máximo de 100 personas y cuenta con el patrocinio de la Consejería de Medio Ambiente, Red Eléctrica Española, Fundación EDP, Fundación Cajasol y la Unión Europea.

Los edificios que dan sede a esta institución en la comarca del Estrecho eran utilizados en su día para una batería artillera de vigilancia militar. Hoy este espacio se ha reconvertido para permitir que expertos de todo el mundo puedan realizar su periodos de investigación en este enclave natural, punto de encuentro para la ciencia.

El CIMA es también centro expositivo sobre las migraciones en el Estrecho, por lo que cuenta con personal y dotación para realizar visitas escolares. Al estar situado en un lugar privilegiado (Punta Camorro, a dos kilómetros de Tarifa) cuenta con unas instalaciones que dan cabida a investigadores y estudiantes interesados en el fenómeno migratorio. Además, cuenta con un observatorio desde el que se pueden contemplar las aves y cetáceos que utilizan el Estrecho de Gibraltar como puente entre continentes para sus migraciones.

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