Miles de niños de toda la comarca disfrutaron ayer de la llegada de los Reyes Magos de Oriente a las distintas poblaciones. Se trata de la fiesta más esperada del año por todos los pequeños. En algunos de los municipios, los Magos tuvieron una agenda muy apretada desde la mañana, como el caso de San Roque o Tarifa. En la primera, fueron recibidos en Alcaldía a las 11:00 horas por el primer edil, Fernando Palma, quien bromeó con ellos y les pidió muchos regalos para todos los sanroqueños.

Palma, acompañado de la edil de Fiestas Dolores Morantes y otros concejales, les entregó unas placas de recuerdo así como otros obsequios. Además, en el despacho de la alcaldía, los Reyes entregaron regalos a varios niños y escucharon sus peticiones. También visitaron la Residencia Municipal de Mayores donde repartieron regalos a los ancianos, así como a algunos pequeños que también se acercaron a las instalaciones.

Pero la gran diversión llegó por la tarde cuando los niños de todas las barriadas disfrutaron del colorido y la diversión de la cabalgata en todas las barriadas. En el Casco, donde se congregó el mayor número de público, los tres coches de caballos de Melchor, Gaspar y Baltasar iban precedidos por una charanga gaditana y acompañadas por una rondalla, que pusieron música a todo el recorrido a lo largo de la calle Málaga desde Cuatro Vientos.

Los pajes de Sus Majestades abrían y cerraban la comitiva. La abrían a caballo y la cerraban en una carroza. En ambos casos, los caramelos no faltaron. La comitiva finalizó en la Alameda, donde esperaban cientos de pequeños para ser atendidos en la recepción que se ofrecía en la puerta del Teatro Juan Luis Galiardo. Los Reyes departieron con los niños y les entregaron regalos y obsequios. La delegación de Fiestas, que junto a las comisiones de fiestas de las barriadas organizaba las cabalgatas en varias zonas del municipio, no se planteó suspender las mismas debido al leve riesgo de lluvias.

Fiestas, con la delegada Dolores Morante a la cabeza, había organizado todo para garantizar el éxito de las diez recepciones y las cabalgatas previstas. En total, se han repartido 1.000 kilos de caramelos y, en las recepciones, se han ofrecido detalles y regalos a los más pequeños.

La fiesta en Guadiaro comenzó a las 17:00 horas; y a las 18:00 en Torreguadiaro, Miraflores, Taraguilla, Estación, Puente Mayorga y Guadarranque; a las 19:00 en Campamento y a las 20:00 horas estuvieron en San Enrique.

En Los Barrios también hubo varios cortejos, que partieron en Los Barrios y Palmones a las 17 horas. Ya más tarde el cortejo paseó por Los Cortijillos y Guadacorte. En total, 1.500 kilos de caramelos de goma volaron sobre las cabezas de pequeños y mayores. Los Reyes comenzaron su agenda oficial siendo recibidos por el alcalde y visitando a los mayores de las dos residencias de ancianos de la localidad. Ya en sus carrozas, acompañados por personajes infantiles y la Banda Municipal de Música de Los Barrios, derrocharon ilusión. El concejal de Festejos, Salvador Acosta, recordó que la cabalgata ha sido sufragada por la empresa de animación que ha desarrollado un espectáculo en los días previos a la Navidad, como parte de un convenio de colaboración.

En Tarifa el día amaneció con riesgo de lluvias, sin embargo a las cinco de la tarde las nubes se fueron disipando y los ojos dejaron de apuntar al cielo y más al firme tembloroso ante un infinito arrastrar de latas portadas por miles de niños. Desde la antigua parada de autobuses en la comercial Batalla del Salado se procesionó por los adoquines tarifeños para desembocar a los pies del torreón octogonal. Allí el alcalde, Miguel Manella, acompañado del concejal de Festejos, Sebastián Galindo junto a una tímida pastorcilla llamaron a las puertas de la alcazaba árabe de donde salieron Baltasar, Gaspar y Melchor con su séquito de pajes y se dirigieron hacia sus carrozas ante los aplausos del gentío y de los pequeños.

Este año sus majestades de Oriente estrenaron vestimenta diseñada y confeccionada por Nacho Blanco Peralta quien ha donado su obra al Consistorio. Los Reyes Magos iniciaron su visita al término municipal a las 12 del mediodía con una visita al ente público municipal, RTVT donde departieron con los radioyentes. A la una estuvieron en la comunidad terapéutica de Monte Betis. A las cuatro visitaron a los ancianos del asilo de San José y posteriormente estuvieron en una merienda a la tercera edad. Todo eso antes de que a las seis iniciaran su recorrido a bordo de sus coloridas carrozas obras del cuadro laboral de carpintería del Ayuntamiento.

El desfile terminó como es tradicional junto a la puerta principal de San Mateo, donde los Reyes fueron recibidos con un cañón de espuma que pareció nevar la Calzada. Allí, y ya sobrepasadas las ocho de la tarde sus majestades recibieron y departieron con miles de niños.

Ya en Jimena, las cinco carrozas que conformaban la comitiva real en Jimena partieron poco después de las 18:00 horas desde la zona de La Bodega, en el Barrio Alto para, desde ahí, iniciar su tradicional recorrido por las calles Fuente Nueva, Sevilla, Paseo de la Constitución y Avenida de los Deportes. Les acompañaban la Banda Municipal de Música de Jimena de la Frontera, formación que actuaba por primera vez bajo la batuta de mando de su nuevo director, Juan Carlos Ocaña, incorporado recientemente a este puesto.

Cientos de pequeños y no tan pequeños esperaban el paso de la Cabalgata por las calles del casco histórico para sumarse a la misma y seguirla a pie durante un buen tramo del recorrido, aprovechando para recoger algunos de los caramelos que se lanzaban desde cada una de las carrozas.

Simultáneamente tuvieron lugar las cabalgatas en San Pablo y San Martín del Tesorillo.

En Castellar, como es tradición, la jornada comenzó con la visita de los Reyes al Castillo Fortaleza, donde saludaron a muchos pequeños. Ya por la tarde, comenzaron su periplo en la barriada de La Almoraima y posteriormente llegaron al centro de la localidad. Allí, tras ser recibidos por las autoridades, acudieron hacia la parroquia del Divino Salvador para ofrendar al niño Jesús. En el municipio chisparrero, la lluvia de caramelos se cuantificó en 150 kilos.