Campo de Gibraltar

El Campo de Gibraltar mira a Bruselas: la UE y Reino Unido intentan salvar el acuerdo del Brexit

  • Los equipos negociadores retoman las conversaciones, encalladas en la pesca, las ayudas públicas y la gobernanza del pacto

La entrada al edificio de la Comisión Europea, en Bruselas.

La entrada al edificio de la Comisión Europea, en Bruselas. / Efe

Los equipos negociadores de la Unión Europea y de Reino Unido retomaron este domingo en Bruselas las negociaciones para un acuerdo que defina su relación posbrexit, en la que podría ser su última oportunidad de lograrlo a tiempo para evitar una ruptura total a finales de este año. Hacia allí enfocan la mirada miles de campogibraltareños y llanitos que continúan, más de cuatro años después, con muchas dudas acerca de cómo será su vida cuando el próximo día 31 termine el periodo transitorio tras la salida del Peñón de la Unión Europea. 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, decidieron este sábado que merecía la pena hacer un nuevo intento, después de que las negociaciones encallasen el viernes tras varios días de conversaciones en Londres que parecían encaminadas a tener éxito.

Los puntos de bloqueo siguen siendo la pesca, la igualdad de condiciones en las normas de ayudas públicas y competencia, y la gobernanza del acuerdo que regirá las relaciones de la UE con quien ha sido su socio durante 47 años, una vez culmine el periodo transitorio el 31 de diciembre.

"Aunque reconocemos la seriedad de estas diferencias, hemos acordado que nuestros equipos negociadores deberían hacer un esfuerzo más para evaluar si pueden ser resueltos", dijeron von der Leyen y Johnson en un comunicado conjunto tras hablar por teléfono el sábado.

Con este objetivo, los equipos británico y europeo han retomado el trabajo a primera hora de esta tarde y continuarán negociando todo el día y probablemente también el lunes, indicaron fuentes comunitarias.

El embajador alemán ante la UE, Michael Clauss, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, ha invitado al negociador europeo, Michel Barnier, a informar a los embajadores comunitarios de los Veintisiete sobre las conversaciones el lunes a las 7.30 horas (6.30 GMT). Y ese mismo día Von der Leyen y Johnson volverán a hablar por la tarde para ver si es posible poner punto final al periplo.

Acusaciones mutuas

En los últimos días, ambas partes se han acusado mutuamente del bloqueo de unas negociaciones que comenzaron en febrero y se han intensificado en las últimas semanas.

Entre los Veintisiete se extendió la sensación de que Barnier estaba llegando al límite de las cesiones que podían hacer para lograr un acuerdo y que correspondía a Londres mover ficha.

El Reino Unido, por su parte, acusa a la UE de haber presentado "un montón de demandas adicionales a última hora" y de mantener una posición "ridícula" en cuanto a la pesca, según dijo el ministro británico de Medio Ambiente, George Eustice, en una entrevista con el canal británico Sky News.

La relevancia política de la pesca supera con creces su peso económico -un 0,1 % del PIB- para algunos países comunitarios, en particular Francia, Países Bajos, Bélgica o Dinamarca, los que más dependen de unas aguas que representan el 40 % de las capturas de la UE.

Precisamente el Gobierno francés ha advertido esta semana de que vetará el acuerdo si no le satisface, algo que hasta ahora no había hecho ningún Estado. "Si se logra un acuerdo lo examinaremos. Si no es bueno y conforme a nuestros intereses, en particular para los pescadores, Francia, al igual que cualquier otro Estado miembro, puede emitir un veto", reiteró hoy el secretario de Estado de Asuntos Europeos galo, Clément Beaune, en una entrevista con el semanario "Le Journal du Dimanche".

Últimos compases

A ambos lados del Canal de la Mancha se reconoce ya que si no se cierra un acuerdo en los próximos días será casi imposible analizarlo y aprobarlo a tiempo para que entre en vigor el 1 de enero de 2021 y, al mismo tiempo, que aceptar cualquier texto que salga de la negociación solo por tener un tratado no es una opción.

"Si el ambiente mejora de nuevo y se hacen grandes progresos y se trata solo de resolver los detalles, siempre se puede encontrar más tiempo, siempre se puede extender. Pero, a menos que resolvamos estas divergencias fundamentales en este momento, tendremos que tomar una posición en los próximos días", dijo el ministro británico en una entrevista con la BBC.

"Nos equivocaríamos si mantenemos la presión del cronómetro. Es necesario que los Estados miembros y el Parlamento Europeo tengan tiempo para examinar el acuerdo cuando se logre y luego de votarlo", indicó el secretario de Estado francés, para quien es imprescindible avanzar en los "próximos días", sea con acuerdo o para confirmar que no lo hay.

Sin embargo, entre los Veintisiete hay diferentes sensibilidades y no está claro que todos los países tengan la misma prisa que Francia por que Barnier abandone la mesa de negociación.

Cualquier acuerdo tendrá que ser refrendado por los 27 socios de la UE, el Parlamento Europeo y el Parlamento británico.

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