Bares originales

Comida filipina en El Pópulo

  • Vin Vin’s quiere dar servicio a los tripulantes de los cruceros que llegan a Cádiz, muchos de ellos de esta nacionalidad, además del público local o los propios turistas

Los impulsores del nuevo establecimiento

Los impulsores del nuevo establecimiento / Cedida por Vi Vin's

Cuando un crucero llega a Lisboa, no son pocos los tripulantes que se ponen de acuerdo para coger los taxis que les llevarán a 45 kilómetros del puerto, al local más cercano donde sirven comida filipina. Y es que buena parte de las tripulaciones de estos enormes barcos proceden de este país, y se pasan meses y meses embarcados, añorando su gastronomía.

En la ciudad de Cádiz se le ha dado muchas vueltas a qué podría atraer a los pasajeros de los cruceros… pero, hasta ahora, nadie se había planteado una oferta específica -al menos en lo gastronómico- para los otros cruceristas: los tripulantes. Hasta ahora. Porque a partir del 2 de agosto, cuentan con un establecimiento pensado para esa mayoría filipina que trabaja en los barcos. Se llama Vin Vin’s y está en el barrio de El Pópulo

La idea ha surgido de una pareja: ella, Angélica Primoy, de Cádiz, y él, Arvin Siapo, de Filipinas. Los dos han trabajado en cruceros y, de hecho, se conocieron allí. Saben de primera mano qué buscan los tripulantes cuando llegan a un puerto, cuánto tiempo tienen para comer…

Cuando decidieron quedarse en Cádiz empezaron buscando otros trabajos. Pero se dieron cuenta de que cada vez daban de comer a más antiguos compañeros que llegaban a puerto deseando probar los dinuguan y los lumpia de Arvin. Así que decidieron invertir sus ahorros en un pequeño establecimiento situado en la calle Mesón, justo enfrente del callejón del Silencio y del Pay Pay, en pleno barrio del El Pópulo.

En Filipinas se suele apodar a la gente con la repetición de la última sílaba de su nombre. Así, a Arvin se le conoce como Vin Vin, y de ahí el nombre del establecimiento. El local cuenta con una agradable terraza con seis mesas en el callejón Silencio y cuatro mesas más en el interior, además de una contrabarra. La comida se puede pedir tanto para tomar allí como para llevar.

La carta

La carta está compuesta totalmente por comida filipina. Para empezar, unos lumpia o rollitos: los shangai de ternera ecológica picada, los de jamón y queso (una adaptación en suave del original “dinamita”, al que se ha quitado el chile picante), y de verdura. Probamos los primeros: tienen un sabor suave y sabroso. Se sirven de cuatro en cuatro,  y vienen muy bien a modo de entrante.

Tras las lumpia están los tallarines (finos o gruesos) de pollo, gambas o verduras o mixto. Después vienen los chop suey, woks de verdura con pollo o con gambas. También hay arroz frito con pollo, gambas o verduras y un surtido de platos de cerdo. Para empezar, el Tokwa’t Baboy, que va troceado con cebollas tofu, salsa de soja y vinagre; el Sizzling Sisig, la especialidad de la casa, pequeños trozos de cerdo picados guisados con cebollas, lima y “un toque secreto” que se sirve en un plato especial caliente. Esta especialidad tiene un sabor intenso, aunque no es picante: pide ser mezclada con el arroz blanco que sirven en el establecimiento. Es de los platos que, cuanto más lo pruebas, más te gustan. 

Codillo crujiente y arroz

Los platos de cerdo siguen con el Lechón Kawali (panceta crujiente) y el Crispy Pata, que es un codillo crujiente. La carta finaliza con el arroz con el que se combinan los diferentes platos. Con respecto a los precios, los lumpia cuestan entre 3 y 1,5 euros, tallarines, chop suey y arroz frito se sitúan en el rango entre los 5 y 7 euros, y los platos de cerdo, entre los 6 y los 12.

La carta no es larga, porque se complementa con los platos del día que conforman los menús especiales que elaboran cuando se prevé la llegada de cruceros. Por ejemplo, uno de los menús que han tenido esta semana estaba formado por Dinuguan (costilla de cerdo en salsa de morcilla), Mungo (son una especie de lentejas que están cocinadas con acelgas; un guiso con un sabor curiosamente familiar), el Sizzling Sisig y Buttered Shrimp (gambas con mantequilla). El menú permite elegir dos platos, que junto al arroz y una bebida, sale por 9,5 euros. También se puede elegir cualquiera de esos platos del día aparte del menú si se prefiere. Arvin muestra un listado de todos los platos que va a ir poniendo de menú en menú, una larga lista de especialidades a la que estar atentos. Como curiosidad, hay platos cuyo nombre recuerda la presencia española en el archipiélago, como un puchero que, pese a su nombre, no es como el de aquí. Más se parecen a las recetas de nuestros abuelos, indica Angélica, platos como por ejemplo el adobong baboy, de cerdo.

Dificultades para encontrar los ingredientes

Explica la pareja que han tenido que en algunos casos han tenido que buscar bastante para encontrar los ingredientes con los que hacer estos platos; de hecho, algunos se los traen de Madrid. Frente a estos, han podido comprobar como otros como el mungo (la judía munga) están ya instaladas en los lineales de los supermercados.

Horarios, localización, teléfono y más datos de Vi Vin's aquí.

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