La directiva de la Real Balompédica Linense había depositado su esperanza en que el arranque del mes de agosto y la buena imagen que el equipo estaba ofreciendo hasta este domingo en sus diferencias amistosos sirviesen para que el número de abonados de cara a la próxima temporada aumentase de forma exponencial.
La realidad es que ha experimentado una notable subida pero la cifra hecha pública ayer por el club a través de sus redes sociales, que habla de 416 carnets vendidos, es más que insuficiente para el proyecto que ha puesto en marcha Raffaele Pandalone y su grupo de trabajo.
Por lo pronto sitúa al equipo de La Línea entre los peores del grupo IV de la Segunda división B en ese apartado. Y faltan tres semanas para que arranque la competición.
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