Real Balompédica | Primera RFEF

La Balona llevaba 23 años sin encajar siete goles

  • El antecedente más cercano: el 15 de febrero de 1998 ante el San Fernando (1-7)

  • Fuera de casa la última goleada de esta gravedad fue en Extremadura en 1992 (7-1)

  • El resultado de Andorra, el más abultado de todos los equipos en la Primera RFEF

Manolo Cruz y Pablo Caballero, protagonistas del 1-7 ante el San Fernando

Manolo Cruz y Pablo Caballero, protagonistas del 1-7 ante el San Fernando

La Real Balompédica Linense, que este domingo cayó derrotada 7-1 en el Estadio Nacional ante el FC Andorra no recibía siete goles en un partido de competición el 15 de febrero de 1998, fecha en la que cayó a manos del extinto CD San Fernando (1-7), en la jornada 25 del grupo X de Tercera división. Es decir, la que le endosó el conjunto tricolor fue la derrota más amplía en 23 años. Además se convierte en el revés más abultado que haya recibido equipo alguno desde que el pasado mes de agosto se estrenó la Primera RFEF. En lo que se refiere a los partidos fuera de casa, el antecedente más cercano se remonta al domingo 1 de noviembre de 1992, cuando cayó 7-1 en Almendralejo a manos del Extremadura.

El más reciente de estos escarnios deportivos se remonta a la temporada 1997-98, aquella de la permanencia en Tercera in extremis en El Palmar de Sanlúcar en la penúltima jornada, con Manolo Cruz en el banquillo y con un equipo compuesto casi en su totalidad por chavales de La Línea y del entorno más cercano.

La Balona, que venía de empatar en Algeciras (2-2) se encontró con el árbitro almeriense Fernández Fernández que, al contrario de lo que sucedió con el balear Busquets Ferrer el domingo en Andorra sí que condicionó el encuentro: decretó tres penaltis (dos de ellos inexistentes según reflejan las crónicas) a favor del equipo de la Isla y expulsó a dos jugadores de casa, Miguel Ángel y Diego. Luego no se atrevió a hacerlo, aunque hicieron méritos para ello, ni con Matías ni con Óscar para no tener que detener el encuentro por falta de efectivos.

Los de casa se adelantaron por medio de Moreno, pero Luina (2, ambos de penalti), Lolo II y el gran protagonista del choque, Francisco (4, uno de penalti) voltearon el resultado.

Formaron en aquella ocasión: Pablo Caballero, Morales, Miguel Ángel, Óscar, Diego, Perico, Acris, Argüez, Moreno, Isidro (Jesús Moreno, 52') y José (Matías, 46').

El último 7-1 fuera de casa

En lo que se refiere a los partidos jugados fuera de casa, la derrota cosechada en el Francisco de la Hera de Almendralejo (Badajoz) el 1 de noviembre de 1992 fue la más abultada del paso de la Balompédica por la ya extinta Segunda división B.

Los albinegros perdieron en ese estadio 7-1 el domingo uno de noviembre de 1992 a manos del Extremadura CF, que más tarde llegaría a militar en la Primera división pero que desapareció para que tomase el testigo el actual Extremadura UD, envuelto de nuevo en problemas económicos de relevancia, hasta el punto de que sus jugadores dejaron de presentarse a un partido, en Riazor frente al Deportivo.

El puente de comienzos de noviembre de 1992, Extremadura y Real Balompédica –que la campaña precedente habían participado en la fase de ascenso a la Segunda división– llegaban a la novena jornada sin haber sumado una sola victoria. Los extremeños, en el puesto duodécimo. Los linenses, colistas con dos negativos y un partido aplazado. Los rumores sobre el futuro de sus dos entrenadores, el más tarde algecirista Iosu Ortuondo y Gabriel Navarro Baby estaban al cabo de la calle. Paradójicamente Ortuondo se fue flechado nada más terminar la contienda hacia Baby, le abrazó y le dijo con cara de circunstancias: “Lo siento, de verdad”.

La semana previa en la Balompédica había sido muy complicada. La junta gestora que encabezaba de facto Juan Samuel Fernández se entrevistaba con Rafa Sanz y Manolo Rangel para que abandonasen el club. Baby, que días después desveló que sabía que los dirigentes negociaban a su espalda con Carlos Pacheco, mostraba especial preocupación en que los aspectos extradeportivos no afectasen a la caseta.

Una vez en el campo, los albinegros sólo encajaron dos tantos en el primer tiempo, para acabar desapareciendo tras el descanso y recibiendo otros cinco. Chema Serna, de penalti, anotó en este caso mal denominado gol del honor. Por parte de los locales marcaron Pinto, Manuel, Diego, Verde y Melenas por tres veces. Alguno de ellos consiguió desembarcar con los azulgrana años después en la máxima categoría nacional.

“No se puede calificar de otra manera”, decía este periódico en su crónica de la edición impresa un día después, titulada “la tarde más larga”. “La Balona hizo ayer en Almendralejo el ridículo. El más grande, absoluto y penoso de los ridículos. Y eso que lo de menos es que encajara siete goles”.

José Francisco Belman (que para tranquilidad de Mateusz Kania más tarde defendería la camisola del Real Zaragoza en Primera y llegaría a disputar competiciones europeas con el Nacional de Portuga) ofició de portero. Después del choque pidió perdón. “No creo que sea muy difícil comprender cómo me siento”, dijo. Junto a él se alinearon: Javier Umbría (Moreno, 75’), Pavón, Mancilla, Arias, Antonio; Pirri (Gaitán, 58’), Albis, Portillo, Juan Hoyos y Serna.

Antes de ese partido la Balompédica había encajado siete goles por última vez en mayo de 1984, en un duelo con el Ceuta en el Alfonso Murube en medio de la huelga del fútbol profesional al que compareció con juveniles y el conjunto de casa, con su primera plantilla.

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