La Unión Deportica Melilla que llega este domingo (12:00) al Municipal de La Línea para medirse a la Balona lo hace en su momento más delicado de la temporada. No solo ha perdido tres de sus últimos seis compromisos, lo que le ha supuesto abandonar un liderato que parecía poseer en propiedad, sino que además se ha visto obligado a desprenderse del pichichi del grupo IV de la Segunda B, Yacine Qasmi, que se ha enrolado en el Elche, de la Segunda división, eso sí, previo pago de nada menos que 300.000 euros. Los norteafricanos enlazan cuatro desplazamientos consecutivos en los que no han logrado ganar.

Es un auténtico transatlántico de la categoría. Un equipazo hecho a base de dinero. La UD Melilla, el decano de los clubes de toda la Segunda B, es el eterno candidato a un salto a Segunda para el que siempre parece cualificado pero que nunca acaba de dar. Este temporada, dicen, con la llegada al banquillo de Luis Miguel Carrión (ex del Córdoba, al que dirigió en Segunda y amigo personal del entrenador de la Balona, Jordi Roger) es el suyo. Sin embargo, a La Línea arriba después de haber detectado algunas grietas en el casco.

El Melilla llegó líder a la jornada 17. Por entonces solo había perdido dos partidos. En aquel momento exultante se llevó por delante la condición de invicta de la Balona, a la que derrotó por 3-1, convirtiéndose en el único rival que doblegó a los de La Línea en la primera vuelta.

Sin embargo en la última cita de 2018 cayó en casa ante el Real Murcia (1-2) y en 2019 solo ha sumado siete puntos (dos triunfos, un empate y dos derrotas) y eso porque el domingo doblegó al Talavera con un autogol del exbalono Luis Madrigal.

Fuera de casa su mala racha se ha acentuado. No gana desde que lo hizo en El Palmar de Sanlúcar el dos de diciembre. Desde esa fecha ha perdido en Badajoz (1-0), Ibiza (2-1) y Marbella (2-0) y ha empatado en El Ejido (1-1).

En opinión de muchos de los que siguen la actualidad del equipo azulino, todo eso es consecuencia más o menos directa de la sobrecarga física, pero sobre emocional, que supuso para la plantilla el enfrentamiento copero con el Real Madrid, sin olvidar el esfuerzo que supuso dejar antes en la cuneta a Yeclano, Tudelano y Ontinyent.

La UD Melila, que a pesar de esta mala racha sigue siendo uno de los grandes favoritos para estar en la fase de ascenso, basa parte de su éxito en haber mantenido el bloque con el que el curso pasado no logró triunfar Manolo Herrero: además del excelente portero Dani Barrio (que hace ya cuatro temporadas que desembarcó procedente del Leganés) Jilmar, Mahanan, Pepe Romero y Richi son nombres que cualquiera que siga un poco la categoría recita casi de memoria.

Entre los fichajes, además de Ruano (Badajoz), destacan Antonio Itegui (que llegó de Osasuna B para canalizar el juego), Menudo (Ponferradina), Igor Martínez (ex del Athletic Club que llegó del Mirandés) y Óscar García (Leioa), sin olvidar a un exbalono, el jerezano Alfonso Martín, que parece que se reivindica en las últimas jornadas.

En el mercado de invierno abandonó la caseta el otro exbalono de la plantilla, Juanmi Carrión (Fabril), Lolo Garrido (Atlético Malagueño), Braim (Villanovense) y el ya mencionado Yacine. Por el contrario llegaron Hérber Pema (Real Murcia), Moha Taoré (NK Istra 1961 FC croata) y Mario Hernández (Recreativo de Huelva).

De cara al encuentro con la Balona son bajas, en ambos casos por lesión, el zaguero Paco Aguza y el centrocampista Jordi Ortega

El técnico, Luis Miguel Carrión, se ha referido este jueves a la Balona como "un rival directo" en su comparecencia ante los medios norteafricanos.

"Ganar seríe meterle diez puntos y el golaveraje con catorce partidos por jugarse", explicó. "Para nosotros es un encuentro clave. Ya le  dije a los jugadores que con el Talavera comenzaba un ciclo de cuatro partidos decisivos y que si logramos una buena puntuación estaremos más cerca de nuestro objetivo".