La directiva de la Real Balompédica Linense no tiene intención de realizar movimientos encaminados a contratar a un jugador sub-23 para tratar de paliar los efectos de las cuatro bajas de media duración con las que el equipo de Jordi Roger tiene que hacer frente al menos, al próximo mes y medio de competición: Moussa, Tito Malagón, Igor Martínez y Luis Alcalde.

El presidente, Raffaele Pandalone, que este miércoles mantuvo una reunión con el entrenador Jordi Roger (algo que sucede con enorme frecuencia), no es partidario de ocupar la licencia sub-23 que el primer equipo tiene aún libre.

El club entiende que para cubrir las vacantes que se van a ir sucediendo como consecuencia de estas lesiones y de otros posibles contratiempos ya están los futbolistas del filial y muy especialmente los que se entrenan a diario con el primer equipo.

De hecho, para el partido de San Fernando de la Copa Federación el entrenador ya ha incluido en la convocatoria a Mai y Fosela y el domingo tendrá que unir un tercer nombre a esa relación.

“Tenemos que echar mano del filial, para eso lo tenemos y por eso se entrenan con nosotros todos los días”, recalca el míster.