El (pen)último arreón. La Real Balompédica visita este sábado (20:30, después del cambio de horario) al Villarreal B. Los locales aún optan a ser campeones y, con ello, a alcanzar el ascenso directo a la LaLiga SmartBank. Los linenses se agarran a una permanencia que garantizarían con un triunfo ante el filial amarillo. La Balona no da a conocer la convocatoria. En el once el único cambio presumible es la entrada de Nico Delmonte, una vez cumplida su sanción, en lugar de Masllorens.

Sábado de angustias. La Balona busca la consumación de su permanencia, a la que dio un buen bocado con su triunfo ante el Linares de la pasada jornada (5-2). Las matemáticas conceden a los albinegros un 91'3% de opciones de evitar el descenso, que solo se reducen al 65'29% si pierden sus dos partidos. Vaya, una situación casi idílica, al menos si se compara con la sensación que existía entre sus incondicionales tras la derrota 5-1 a manos del Nàstic del último desplazamiento. También es cierto que para muchos era impensable cuando estos dos conjuntos se enfrentaron en el polémico duelo de la primera vuelta, entonces con el liderato en juego.

Las cuentas de cara a este sábado no son demasiados complicadas, pero no hay que perder de vista que los de Monteagudo, que ya de por sí acreditan un pésimo balance como visitantes, vienen de perder en sus tres últimos viajes, en los que han encajado nueve goles y han anotado solo uno.

La Balona habrá asegurado la permanencia en Primera RFEF si gana este sábado en Villarreal, sean cuales sean los otros resultados de la jornada. En caso de empate, los albinegros habrán salvado la categoría si no ganan (es decir, empatan o pierden) Sanluqueño y Cornellà. E incluso perdiendo podrían lograrlo si estos dos mismos rivales saldan sus partidos con derrota, porque en caso de que alguno de ellos empate habría que tener en cuenta también los marcadores de San Fernando y Sevilla Atlético para resolver triples y cuádruples empates.

La Balompédica se ejercitó este viernes a las 7:30 de la mañana y poco antes de las diez puso rumbo a Castellón. El club no facilita lista de viajeros, a la que es seguro que regresan Víctor Mena y Nico Delmonte, una vez cumplidas sus respectivas sanciones. Está claro que el meta Mateusz Kania se quedó en casa, por cuanto en breve pasará por el quirófano para solventar una rotura de menisco, que le obliga a utilizar muletas para desplazarse. El preparador ya advirtió el jueves en su comparecencia previa al encuentro que Dorrio y Samanes, que ya fueron bajas ante el Linares, siguen arrastrando problemas.

En cuanto al once, tras el éxito rotundo que proporcionó la formación presentada hace poco más que una semana, no parece muy arriesgado vaticinar que habrá pocos cambios. Si acaso, Nico Delmonte puede ocupar la plaza de Masllorens en la medular. O en último casi, aunque se antoja improbable, a Gabriel Chironi, si el técnico opta por meter músculo en lugar de manejo de balón.

Alberto Monteagudo reconoce abiertamente que el vestuario quiere dar por terminado el trabajo en esta jornada “y no tener que esperar con otra semana de tensión”, aunque confiesa que no ha dedicado tiempo a hacer cábalas de posibles combinaciones. “Lo que sé es que si ganamos estamos salvados y que tenemos que intentar traernos algo de Villareal”

“Viajamos con la ilusión de salvar la categoría y por supuesto que somos conscientes de dónde vamos y vamos a competir como se debe en un partido de estas circunstancias', añade. “Esta igualdad no la he vivido nunca”.

“Tenemos dos rivales de mucho poderío, el Andorra lo vivimos en nuestras carnes y el Villareal es el mejor filial de los que hay, pero es lo que nos toca”, dijo con respecto a lo que le reserva el calendario al conjunto de La Línea.

El míster cree que para las aspiraciones de los suyos será fundamental saber jugar con la paciencia y con la necesidad que también tiene su adversario. “Si el tiempo pasa y se ven sin ocasiones... tendrán prisa para ganar el partido porque el empate no les va a valer. Tendremos que manejar eso”.