Real Balompédica | Obituario

La Balona llora a Jorge Dos Santos

  • El mítico central paraguayo fallece en Sevilla tras una larga enfermedad

  • A mediados de los 80 formó parte de una de las mejores defensas de la historia albinegra

Una formación de la Balona de la temporada 1984-85, con Dos Santos, de pie, primero por la derecha

Una formación de la Balona de la temporada 1984-85, con Dos Santos, de pie, primero por la derecha

La Real Balompédica Linense, el fútbol andaluz y el paraguayo se han vestido están vestidos de luto riguroso. A últimísima hora de este sábado perdió la vida Jorge Dos Santos, uno de los defensas más relevantes de la centenaria historia del equipo de La Línea, que también vistió las camisolas de Sevilla FC, Castellón y Cádiz Club de Fútbol. El cuerpo sin vida del exfutbolista descansa en el tanatorio de la SE-30 de Sevilla, donde residían tanto él como su familia. El acto del sepelio tendrá lugar este lunes en la capital hispalense.

Jorge Domingo Álvarez Dos Santos [Dos Dantos] nació en el seno de una humilde familia de Asunción (Paraguay) el 4 de agosto de 1954. Con 17 años pasó una prueba que le permitió enrolarse en el Presidente Hayes, un equipo del barrio de Tacumbú de la capital paraguaya… como delantero centro.

Enrique Bouquet, lo rescató de la máxima categoría de su país para el Sevilla Fútbol Club en la temporada 1975-76. Con los de Nervión participó en 25 partidos en dos temporadas en la Primera división a las órdenes de Roque Olsen y Luis Cid Carriega.

Después de renovar por tres temporadas en el equipo sevillista el técnico anunció que no contaba con sus servicios y tras rechazar una oferta de la UD Salamanca recaló en el Castellón en Segunda, con el que disputó 34 encuentros.

Pero Dos Santos se había enamorado de Andalucía y no tardó en volver para recalar en el que acabaría por ser el equipo de su vida, el Cádiz, en el que al día de hoy sigue siendo el segundo extranjero que más veces ha vestido su camiseta, solo por detrás de Mágico González. En ese Cádiz, recién descendido a Segunda pero con ganas de volver a la máxima categoría, le esperaba un Roque Olsen que ya sabía de su potencial.

En la campaña 80-81 se convirtió en uno de los héroes de uno de los ascensos más recordados del Cádiz, el que consumó contra todo pronóstico en Elche, que él mismo definió en alguna entrevista como el mejor recuerdo de su carrera futbolística.

En el verano de 1984, con la treintena recién cumplida, se hizo cargo de la nave cadista el catalán Benito Joanet, quien, ya en Primera de nuevo, comunicó al zaguero paraguayo que éste no entra en sus planes y como éste ya no quería salir de una Andalucía que se había convertido en su casa aceptó una oferta del entonces presidente de la Real Balompédica, Manuel Monteagud, para jugar dos años en el equipo de La Línea, en la ya desaparecida Segunda división B.

En la 1984-85 jugó 36 partidos a las órdenes de Carlos Pacheco y en la siguiente, 37, entre ellos dos de Copa del Rey, bajo la batuta del entrañable Carmelo Cedrún.

Las dos fueron campañas inolvidables, en las que la Balona acarició el ascenso a Segunda En la primera, en aquel desenlace en el que Algeciras y Balona, que finalmente fue cuarta, se autoeliminaron con un empate en el Nuevo Mirador en la penúltima jornada y en la siguiente el conjunto albinegro ocupó la segunda plaza, solo ,por detrás del Xerez CD, pero se quedó sin premio, porque entonces ascendía solo el campeón.

Aquel equipo participó además en la recordada eliminatoria de Copa con el Sevilla FC que precisó de una prórroga, dos expulsiones y del un arbitraje más que desafortunado del desaparecido colegiado murciano Pérez Sánchez en el encuentro de vuelta para apear a los albinegros, después de que éstos venciesen 2-0 en el partido disputado en el Municipal.

Poblaron aquella caseta junto a Dos Santos, entre otros: Domingo Moreno, Juano, Salvador Pérez Jiménez, Julio Lorant, Ferreira, Iñaki Garay, Vicente Borrell, Serrano, Bautista, Paquito, Argimiro Márquez, Pepe Aparicio, Torremocha, Cano, Flores, Segundo, José Manuel García, Lozano…

Dos Santos formó parte, junto a Salvador, Lorant –con el que mantenía una enorme amistad- y Ferreira de una de las defensas más sólidas y significativas de la historia de la Balona. Cualquier aficionado que ya peine canas la recita de memoria no solo la zaga sino el once inicial, porque esos jugadores formaron un equipo que marcó una época.

Una vez retirado regresó a Sevilla y tras matar el gusanillo en el Brenes colgó las botas. La pasada noche una cruel enfermedad con la que llevaba peleando mucho tiempo se lo llevó para siempre, pero no logrará borrar la imagen de central solvente donde los hubiese, inconmensurable, y, lo que es mucho más importante, de persona generosa con sus compañeros y amigos.

 

 

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