Real Balompédica Linense

Balonos: domingos sin fútbol, metidos en casa

  • La afición de La Línea soporta de mala gana la cuarentena sin su equipo

  • Las dudas se ciernen sobre el futuro de la competición

  • "Si hay que recuperar jornadas entre semana, será en horario laboral, no tenemos luz"

El Municipal de La Línea, que debía albergar el Balona-Villarrubia, desierto

El Municipal de La Línea, que debía albergar el Balona-Villarrubia, desierto / Jorge del Águila

José Luis Perales hablaba, a mediados de los años 80, de los “domingos de fútbol metida en casa”. Más de tres décadas después la afición de la Real Balompédica Linense soportó este domingo su primera jornada en sus domicilios como consecuencia de las restricciones establecidas para evitar la propagación del Covid-19 (coronavirus). A a diferencia de aquella mítica canción del trovador conquense [Me llamas] no por una renuncia más o menos voluntaria, sino sin un partido, y no solo de su equipo, que echarse a la boca.

Un domingo diferente para jugadores, técnicos, directivos, medios de comunicación pero sobre todo para los aficionados, que, como sucede con tantas cosas estos días, echaron en falta una parte esencial de cada uno de sus descansos de fin de semana.

Este encierro forzoso al que tiene sometido a la sociedad el Covid-19 (coronavirus) tiene también su vertiente futbolera. No es, con mucho, la más importante, más bien todo lo contrario. Pero en un momento en el que las horas se hacen eternas, la falta de ofertas para la distracción se hace aún más significativa.

Este domingo a las 12:00 se debería haber jugado en el Municipal de La Línea un Balona-Villarrubia que se antojaba importantísimo para los dos equipos y que en estos momentos resulta intrascendente. Un Balona-Villarubia, por cierto, que nadie es capaz de precisar cuándo se jugará. Ni siquiera si llegará a disputarse.

Los más viejos del lugar rebuscan en su memoria y no son capaces de encontrar una situación siquiera comparable. “Yo me acuerdo que hace ya un montón de años se suspendieron varias jornadas porque varios jugadores de la Balona cogieron hepatitis. O eso dijeron, porque me acuerdo que después había fotos de entrenamientos en el Pinar del Rey”, dice David, un añejo aficionados que prefiere hablar por teléfono porque “eso del WhatsApp” no lo maneja "demasiado bien".

“Entonces era diferente, porque podías ver algún partido por la tele, aunque no tantos como ahora, pero esto de estar encerrado y de que no haya fútbol…”, añade.

“También hemos vivido algún aplazamiento por el mal tiempo, que después había que recuperarlo entre semana, pero eso normalmente no se sabía hasta el mismo día y si era en casa, los balonos estábamos allí, en el estadio pasando frío y mojándonos hasta que nos echaban para casa”, puntualiza Ernesto, otro al que en su primer carnet de abonado ya cuesta trabajo ver las letras.

¿Qué pasará con los abonos y las suscripciones a Footters si no vuelve la Liga?

Miguel afirma que para él lo peor no es que no haya fútbol esta semana. “A fin de cuentas, eso pasa algunas veces en Navidad y cuando estábamos en Tercera, en Semana Santa”, evoca. “El verdadero problema, en lo deportivo, es que no sabemos cuándo volveremos a ver un partido ni que va a pasar con el dinero de nuestros carnets de abonados si no se juegan todos los partidos”.

Hay alguno, más joven y también más hartible, que ha aprovechado “para ver algún partido” de los ya jugado a través de Footters. “He elegido los que ganábamos claro, que ya tenemos bastantes malos ratos encima”, puntualiza Ismael, otro que aprovecha para deslizar qué sucederá con el dinero depositado en la compañía de fútbol por streaming si no se completase la competición.

“La Balona es mucho más que un equipo de fútbol para mí, llevo más de de 30 años siguiendo al equipo y es la primera vez que vivo esta situación”, recalca Antonio.

“Para mí es una sensación de vacío no poder ver y seguir a mi equipo y de desesperanza porque no se cuándo va a acabar esta pesadilla y volver todo a la normalidad”, añade y no se refiere solo al fútbol.

Antonio plantea una duda nada intrascendente: “Si hay que recuperar partidos entre semana, será en horario laboral, porque nuestro estadio no tiene luz artificial. Habrá aficionados que estemos trabajando. Como siempre, pagaremos los platos rotos los abonados".

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