La Real Balompédica Linense parece haber encontrado el antídoto a una sangría defensiva que amenazaba con acabar con sus ilusiones de, primero, disputar la próxima edición de la Copa del Rey y, si se tercia, mantener hasta el final las aspiraciones de acabar entre los cuatro primeros para participar en la fase de ascenso a Segunda B. El conjunto albinegro ha pasado de recibir nueve goles en tres desplazamientos en los que solo sumó un punto, a dejar el marco a cero tres jornadas seguidas, en las que ha acumulado cinco. Está escrito que los ataques ganan partidos y las defensas, ligas.

La Balona pagó con duras críticas y poca recompensa en forma de puntos una fragilidad que se daba más por errores puntuales que por desajustes constantes, pero que le llevó a encajar nueve goles en tres partidos a domicilio: cuatro en la visita a Murcia para jugar con el UCAM, tres en Cartagena y dos en Don Benito. La situación encendió todas las alarmas porque además se producía tras la salida de la entidad, a petición propia, de quien se había mostrado como uno de los puntales atrás: Álvaro Vega.

Antonio Calderón se puso a la tarea y parece haber encontrado la fórmula mágica que, al menos en parte, tiene mucho que ver con convencer a sus pupilos de la necesidad de mantener la máxima concentración durante los noventa minutos.

Lo más curioso del caso es que para alcanzar esa férrea defensa el preparador ni ha contado siempre con los mismos jugadores ni ha utilizado el mismo dibujo. En este último apartado al campo del líder Marbella se presentó con tres centrales y en los otros dos compromisos de este ciclo, con un formato más tradicional con cuatro defensas.

En esa retaguardia han entrado y salido todos los hombres con los que cuenta la primera plantilla para esas funciones, aunque bajo el marco se mantiene Javi Montoya.

Sergio Rodríguez y Carrasco: los galones se hacen valer

Jordan Sánchez, que parecía poco menos que intocable, ha dejado su sitio en las dos últimas jornadas al capitán, Sergio Rodríguez, que está rindiendo a un excelente nivel. Los tres centrales (Carrasco, Fabrizio Danese y Mikel Fernández) se han ido alternando, también por necesidad debido a las sanciones. Sin embargo no pasa desapercibido los regreso de Carrasco, señalado en el momento de máxima debilidad y que ha sobresalido en sus dos últimas actuaciones

En el carril zurdo otro de los que estaba identificados como vaca sagrada, el algecireño Tomás Sánchez, perdió puntualmente el sitio en beneficio de Moussa.

El caso es que estas rotaciones han permitido a la Balona ser el equipo más seguro del grupo IV en las tres últimas jornadas junto al líder Marbella y a su último rival, el Recreativo de Granada.

La escuadra de La Línea no hilvanaba tres jornadas sin ver profanada su portería desde la pasada campaña, cuando llegó a estar nueve partidos sin recibir una sola diana, entre las jornadas novena y décimo séptima, disputada el 16 de diciembre de 2018.