La Real Balompédica Linense 2019-20 empezará a sudar este viernes con el primer entrenamiento de la pretemporada. La plantilla que comanda Jordi Roger pasó este jueves todo tipo de pruebas médicas y controles, y, una vez superado el protocolario chequeo, volverá a pisar el césped del Municipal.
Después de casi dos meses sin fútbol, la nueva Balona echa a andar con una fachada muy renovada con respecto a la que se despidió en Cartagena. Jordi Roger emprende su segunda andadura a los mandos de un equipo que sólo mantiene a Javi Montoya, Carrasco y Sergio Rodríguez. El club ha realizado ya más de una docena de fichajes, la mayoría futbolistas con sobradas tablas en la categoría: Tito Malagón abrió la veda en una cascada que siguió con Mousa, Jordán Sánchez, Pito Camacho, Manu Molina, Luis Alcalde, Tomás Sánchez, Koroma, Igor Martínez, Álvaro Vega, Javi Forján o Bandaogo, el último refuerzo de un vestuario sin linenses tras la salida de Joe que aún espera a dos o tres puntales más.
Se hará raro ver a una Balona sin Ismael Chico, su gran capitán, ahora responsable de la dirección deportiva, cerca de un cuerpo técnico en el que está Carlos Guerra o ha llegado el sanroqueño Ezequiel.
Los balonos tuvieron su primera toma de contacto con un chequeo que incluyó pruebas médicas, mediciones, pesaje, controles... El cuerpo técnico revisó al detalle a sus pupilos con una amplia y novedosa amalgama de test que sorprendió a los que llevan más años dentro de esa caseta. Mientras Pipi daba nombre a cada una de las taquillas, Pepe El Masa observaba con lupa la talla y los movimientos de los nuevos, que ya venían alertados de las dotes de mando de los hombres de la casa.
La Balona alza el telón oficial este viernes a partir de las 9:00. Será el momento de la primera charla en conjunto, las palabras del presidente, Raffaele Pandalone, de sentar las bases de la convivencia en el vestuario y de que este grupo empiece a convertirse en un equipo sobre el césped del estadio Municipal.
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