Real Balompédica Linense

Primera RFEF: la afición de la Balona tiene la palabra

  • El conjunto de La Línea necesita un respaldo mayor que los 800 abonados de los últimos cursos

  • El club ultima su campaña de captación de abonados, que es más importante que nunca

Los aficionados de la Balona aplauden al presidente, Raffaele Pandalone, a su llegada a Tribuna

Los aficionados de la Balona aplauden al presidente, Raffaele Pandalone, a su llegada a Tribuna / Erasmo Fenoy

El desembarco de la Real Balompédica Linense en la Primera RFEF, una categoría que llega con exigencias de toda índole, supone un importante reto para el club –y no solo en el apartado deportivo-, para el Ayuntamiento de La Línea, como propietario de estadio Municipal pero por encima de todo, para la comprometida afición del conjunto albinegro, que está obligada a dar un paso adelante para ayudar a sostener un proyecto que, solo para pelear por la permanencia, ya obliga a un desembolso que se eleva por encima del millón de euros.

La Balompédica tiene previsto dar a conocer en los próximos días las claves de su campaña de captación de abonados para la nueva andadura, cuyos detalles guarda celosamente, aunque es cierto que la directiva que encabeza Raffaele Pandalone baraja –no hay confirmación oficial- hacer un guiño a los que adquirieron su abono el curso pasado. Un rebaja, una forma de recompensa para aquellos que no solo demostraron su fidelidad, sino que incluso soportaron sin rechistar los encuentros en los que como consecuencia de la crisis sanitaria generada por el Covid-19 (coronavirus) los encuentros en los que su equipo ejercía como local se jugaron con aforo reducido e incluso a puerta cerrada.

Los precios de los carnets estarán marcados por una propuesta/exigencia de la propia Real Federación Española de Fútbol: que el desembolso por cada entrada más baratas para el público en general esté en torno a los 20 euros para “no depreciar la categoría”. Igual eso tiene algo que ver con los precios del amistoso Balona-Cádiz con el que arrancará la pretemporada albinegra el 21 de julio.

La preocupación de los 40 clubes participantes en la nueva categoría por este apartado es tal que solo algunos se han decidido a dar el paso ya de anunciar sus precios. De hecho en los grupos de mensajería entre los informadores que siguen a muchos de estos equipos hay quien sostiene que se está llevando a cabo una especie de espionaje  y que hay entidades que esperarán a que rivales directos hagan públicos sus números para determinar los suyos.

El Castellón, sin ir más lejos, ha decidido recuperar los precios de su última andadura en Segunda B (2019-20) y devolver el dinero a los 13.000 que compraron su asiento en la 2020-21 en Segunda división y no pudieron disfrutarla al disputarse todos los encuentros a puerta cerrada.

Con independencia de todos esos detalles, el objetivo de la Balompédica es dejar atrás las cifras de los últimos años. Con entre 800 y 1000 carnets (que es lo que ha conseguido poner en circulación la entidad en los últimos años a pesar de realizar importantes descuentos en algunas ocasiones) un club, aunque esté a un paso de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), un equipo en esa categoría es prácticamente insostenible.

Va a ser la temporada en la que la afición de La Línea -al margen de debates tan habituales durante el verano como los que versan  sobre fichajes y precios- está obligada a dar el paso adelante para demostrar que, por encima de romanticismos añejos, puede estar en el grupo de elegidos. El Algeciras Club de Fútbol habla de repetir el éxito de convocatoria de la fase de ascenso a Segunda en Almendralejo y el Linares se pone como objetivo los 3.000 abonados por citar solo de rivales muy cercanos geográficamente. ¿Cuál será el potencial de la Balona? La hinchada linense será la que tome la decisión

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