Real Balompédica Linense

¿Y si Kike Gómez no se marcha?

  • La directiva de la Balona se impacienta ante la falta de solución para la salida del punta e incluso baraja que finalice la temporada en la entidad

Kike Gómez (18) durante un entrenamiento con la Balona

Kike Gómez (18) durante un entrenamiento con la Balona / Rafael Cerpa

La salida de Kike Gómez de la Real Balompédica Linense se enquista y va camino de poder convertirse en una situación incómoda para la entidad de La Línea, que pretende resolverla esta semana... o baraja quedarse con el atacante.

El futbolista tiene dos ofertas de la Premier League de Gibraltar sobre la mesa, la de su equipo de procedencia, el Europa, y la del Lincoln Red, pero existen problemas burocráticos que impiden que de momento haya abandonado la disciplina albinegra, aunque hace ya una semana que el presidente, Raffaele Pandalone, dio el visto bueno para que dejase la caseta.

Las condiciones en las que Kike Gómez acordó su salida del Europa gibraltareño –que acabaron por convertirse en un auténtico culebrón el pasado verano– son ahora mismo el principal obstáculo para que salga del vestuario del Municipal.

La oferta del Lincoln es tan interesante que dejó en suspenso el acuerdo inicial al que habían llegado el representante del futbolista, la Balompédica y el Europa, pero este último entiende que tiene lo que se podría denominar derecho de tanteo sobre el atacante, lo que está propiciando todo este retraso.

Lo que en principio debería ser una situación ajena a la Balona, puede acabar por revertir contra el club. Tanto es así que la propia directiva ha hecho saber a los intermediarios que su intención es que la situación esté resuelta antes del próximo fin de semana o que valorará la posibilidad de dejar al atacante en la caseta hasta final del presente curso.

El caso es que la Balompédica ya prescindió del jugador en el desplazamiento del pasado domingo a Jumilla, al que si acudieron un juvenil, Mai, y un futbolista que no estaba en condiciones físicas de participar en el choque, David Moreno. Una decisión que le ha generado al club y al entrenador, Jordi Roger, no pocas críticas.

El preparador albinegro nunca ha dicho que no cuente con el jugador. Solo ha deslizado que de acuerdo a su sistema de juego no puede garantizarle los minutos que el futbolista desea. Ahora, con la llegada de Buba, la dificultad para que juegue aumenta. La solución a todo este entremado debe llegar en las próximas horas... o simplemente no llegar.

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