Andalucía

Un sobrino de Carmen Bousada se hará cargo de sus dos gemelos

  • La mujer que fue madre con más edad en el mundo falleció en su casa de El Puerto a causa de un tumor tuboovárico

Pau y Christian, los dos hijos de la que fue la madre con más edad del mundo, vivirán a partir de ahora con uno de sus primos en El Puerto de Santa María, después de su fallecimiento. Carmen Bousada de Lara fallecía el sábado pasado en su domicilio portuense, donde vivía con sus dos pequeños de dos años, a causa de un tumor tuboovárico que se le diagnosticó muy poco tiempo después de dar a luz en la clínica Sant Pau de Barcelona.

La persona que ahora se convertirá en tutor legal de Pau y Christian es hijo de Ricardo Bousada, hermano de la finada. Carmen, durante una entrevista concedida en la televisión, ya afirmó en su momento que no se sentía preocupada por qué pasaría con sus hijos cuando ella falleciera porque los dos contaban con unos padrinos muy jóvenes. Y así ha sido, su padrino es la persona que ahora se hará con la custodia de los dos pequeños.

Carmen fue sometida a una delicada operación en el Puerta del Mar después de que le fuera diagnosticado un tumor mixto que pudo afectar tanto a la trompa como a los ovarios de la madre Guinness. Este cáncer fue el que acabó este sábado con su vida.

Sobre la posibilidad de que el tratamiento al que fue sometida Carmen para poder convertirse en madre a los 67 años le propiciara la formación tumoral, un médico especialista afirmó a este periódico que "no tiene por qué ser así" a pesar de que transcurrieron muy pocos meses entre su parto y la detección del tumor que le condujo a la muerte.

Carmen, que falleció con 70 años, tuvo que pasar muchas penalidades para llegar a convertir se en récord pero más para llegar a ser madre. Carmen Bousada era una mujer soltera, ex empleada de Galerías Preciados, que vendió su casa en la capital para poder pagarse un tratamiento médico que le costó 47.000 euros para poder ser madre a los 67 años. Carmen optó por luchar por hacer realidad su sueño y para ello tuvo incluso que mentir para conseguir que las autoridades médicas de Los Ángeles la sometieran a un tratamiento de inseminación artificial.

El resultado fueron dos bebés, Pau y Christian, que pesaron 2,100 y 2,300 kilos. En diciembre de este año cumplirán tres años.

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