Andalucía

La sanidad privada cobra auge

  • Málaga, Sevilla y Córdoba son las provincias donde hay una mayor actividad en el sector · Críticas a los bajos precios que pagan las compañías a los profesionales

El auge que ha cobrado en los últimos quince años la sanidad privada con la construcción de centros policlínicos, la adquisición de tecnología puntera aplicada al campo de la Medicina y la incorporación de la cada vez más completa cartera de especialidades dejan a este sector como un destacado motor económico. Sólo en la provincia de Córdoba, según una estimación del Colegio Profesional de Médicos, los hospitales, las clínicas y consultas unipersonales mueven alrededor de 120 millones de euros cada año, una cifra que comprende desde la prestación de servicios propiamente dicha hasta las inversiones de todo tipo que se realizan para hacerse poco menos que indispensables. Esta notable suma de dinero hace que Córdoba se convierta en la tercera provincia andaluza, después de las de Málaga y Sevilla, donde más actividad se genera en la sanidad privada -el volumen económico de toda la comunidad es algo superior a 750 millones de euros, el 20% de España.

La construcción de nuevos centros privados en Andalucía, como el Bahía del Campo de Gibraltar, y, sobre todo, la intención de varias empresas de levantar un hospital privado en Córdoba capital han reabierto el debate en torno a la necesidad de mejorar, o más bien incrementar, la dotación de instalaciones. Diversas fuentes sanitarias consultadas no ponen en duda de que la provincia cordobesa necesita un gran hospital que sea referente y que preste servicio a las provincias limítrofes más cercanas.

Este centro ha de tener, según el personal consultado, un mínimo de entre 350 y 400 camas, de las cuales un 15% tendrían que destinarse a Pediatría. Capio Sanidad ha sido la primera en dar a conocer públicamente su intención de recalar en Córdoba a través de la construcción de un centro de algo más de 250 camas y una inversión inicial de 150 millones de euros dirigida a la compra de los terrenos y la obra propiamente dicha. Desde el Ayuntamiento dicen que manejan también las ofertas de Nisa y USP, entidades que ya han entrado en Andalucía.

En el sentido más estricto de la palabra, la provincia cordobesa tan sólo tiene un hospital privado, el de la Cruz roja, ya que el de San Juan de Dios es de naturaleza concertada y son muchos los servicios que se derivan desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS), fundamentalmente los de la especialidad de Traumatología. Aparte de estos dos -ninguno de ellos supera las 200 camas- le sigue el de La Arruzafa, un referente en muchas especialidades. Éste último, sin embargo, sólo tiene cuatro plazas de hospitalización. La nómina de servicios privados se completa con 240 clínicas repartidas por la provincia y numerosas consultas pequeñas.

Los más de 120 millones de euros que circulan cada año en Córdoba gracias a la sanidad privada son tan sólo un motivo que refuerza la necesidad de contar con más y mejores infraestructuras, pero hay otras muchas estadísticas que apuntan en la misma dirección. El vocal de Ejercicio Libre del Colegio Profesional de Médicos, Ginés Delgado, aludió así a los 1.300 facultativos que operan en la actualidad fuera de la esfera pública -el 20% lo hacen además de manera exclusiva, es decir, que no trabajan para la Administración pública-. En total, la provincia cuenta con unos 3.800 especialistas colegiados.

Para abundar en el auge que ha cobrado el sector de la sanidad privada en Córdoba, Delgado señala que mientras que en 1980 apenas un 10% de la población cordobesa contaba con una póliza de seguro médico, en este año el porcentaje se ha situado en el 25%, casi tres veces más que hace tres décadas. En cifras redondas, en torno a a 200.000 cordobeses se benefician de algún tipo de servicio privado. La lectura negativa que hacen de esta situación los expertos consultados es que la dependencia de las compañías privadas ha llevado a una "alarmante" bajada del dinero que percibe el médico en cuestión -el 75% de los pacientes pagan con la tarjeta de su poliza y el resto lo hacen de manera totalmente privada.

"El médico se ha convertido en un esclavo de las compañías, que le pagan muy poco dinero, pero las necesita porque ha de montar estructuras muy costosas". Así de rotundo se mostró el vocal del Colegio Profesional de Médicos a la hora de analizar la situación en la que se encuentra el sector. Delgado se vale de ejemplos concretos para aclarar "al punto al que se ha llegado". Aludió así a que el precio que paga una compañía por la consulta de Atención Primaria es de entre 7 y 10 euros, mientras que la tarifa privada se sitúa, según el vocal del órgano colegial, oscila entre 30 y 50. Cuando se trata de un servicio de Pediatría, la compañía bona entre 7 y 11 euros, mientras que la tasa que hay que abonar en régimen privado es de entre 50 y 70. Las especialidades, por último, se pagan por debajo de los 18 euros, cuando la tarifa real es de entre 70 y 150.

Al analizar los motivos que hacen que cada vez haya más personas con una poliza privada, Delgado apuntó al hecho de que los pacientes recurren a este sistema por la situación en la que se encuentran las listas de espera en el SAS, tanto para someterse a una prueba diagnóstica como para recibir una consulta. Aludió asimismo al hecho de que una familia formada por los padres y un par de hijos paga una media de "poco más de 120 euros y tiene garantizada la prestación de servicios de una gran calidad".

El último de los apartados de los que se ocupó el vocal de Ejercicio Libre del Colegio Profesional de Médicos fue la "calidad" de los médicos que trabajan en la sanidad privada. Destacó el buen nivel que hay en líneas generales y señaló que hay personal suficiente como para afrontar la configuración de la plantilla de un nuevo hospital, "el que debe ser el buque insignia privado".

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