XI CONGRESO DEL PSOE-a Recorrido histórico

Los orígenes del socialismo andaluz

  • La semilla del socialismo germinó inicialmente en las zonas mineras y fabriles, correspondiendo a Málaga el honor de ser la agrupación socialista más antigua de la región (1884), seguida de Alcalá de los Gazules

SE reúne en Granada este fin de semana el Congreso Regional del PSOE que, previsiblemente, renovará su confianza en Manuel Chaves como Secretario General y, además, elegirá a una nueva Comisión Ejecutiva. Para algunos de los elegidos, jóvenes llenos de ilusión y, espero, también de ideas para mejorar la vida de los andaluces, éste será el comienzo de su carrera política, pasando a representar a un enorme Partido con miles de afiliados y cargos públicos.

No son los primeros ni serán los últimos dirigentes socialistas andaluces, sino que forman parte de una cadena que se ha construido, eslabón a eslabón, militante a militante, desde finales del siglo XIX. Una cadena a la que estos nuevos dirigentes añaden una anilla más.

Tal vez sea oportuno, para alejar posibles tentaciones de adanismo, recordar telegráficamente los orígenes del PSOE en Andalucía, que se pueden consultar, en extenso, en la obra de Diego Caro, "Los socialistas en la Historia de Andalucía", que tuve el orgullo de impulsar desde la C.E. Regional.

Fundado el 2 de Mayo de 1879 en Madrid, el PSOE comenzó creciendo lentamente debido a tres factores, fundamentalmente. El primero, por las dificultades políticas del momento, la Restauración y el caciquismo. En segundo lugar, por dos decisiones estratégicas: la dedicación a la clase obrera industrial y la negativa a llegar a ningún tipo de acuerdo con la burguesía avanzada, la teoría de las dos orillas. Y, en tercer lugar, por la competencia que entre los obreros se mantenía con republicanos y anarquistas.

En Andalucía, la semilla socialista germinó inicialmente en las zonas mineras y fabriles, correspondiendo a Málaga el honor de ser la Agrupación Socialista más antigua de la región, fundada en 1884, y a su dirigente Rafael Salinas el papel de padre del socialismo andaluz. Poco después se creó la Agrupación de Alcalá de los Gazules (1886) que tantos dirigentes ha dado al PSOE, incluso en la actualidad. Linares (1887) y El Puerto de Santa María (1891) serían otros de los enclaves iniciales.

Pero será Teba, pueblo de la provincia de Málaga, el origen de un cambio en profundidad del socialismo español al descubrirse en dicha población, tras una huelga en el campo, el valor revolucionario del campesinado, considerado marginal hasta ese momento por los dirigentes obreros. La huelga de Teba (1902) que contó con el apoyo y asesoramiento de Pablo Iglesias en el propio pueblo, fue un punto de inflexión en el lento caminar de la organización andaluza. A partir aquel momento, el crecimiento de la organización fue constante, constituyéndose Agrupaciones por toda la Región. Paralelamente, la UGT se implantaba en el campo andaluz y constituirá la poderosísima Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, elemento esencial del socialismo andaluz.

No obstante, el lento discurrir orgánico y la errónea política aislacionista, que motivó fuertes enfrentamientos entre Pablo Iglesias y Jaime Vera, alejó a los socialistas de la representación pública, no eligiéndose el primer concejal socialista andaluz hasta 1905 en El Puerto de Santa María. Sería con el profundo cambio de estrategia que dio origen a la conjunción republicano-socialista cuando el PSOE obtenga su primer alcalde en el municipio jienense de Torredonjimeno (1909). El segundo sería Nerva, en Huelva, bastantes años después, en 1918. Jaén será la primera capital de provincia andaluza con alcalde socialista, el tipógrafo José Morales, en 1920, y con Bilbao, las dos únicas capitales con alcalde socialista en esa época.

Asimismo el PSOE andaluz tardará años en lograr el primer diputado nacional: en 1919, Fernando de los Ríos, elegido por la circunscripción de Granada, formó parte del exiguo grupo socialista en las Cortes, con Iglesias y Besteiro, elegidos por Madrid, Saborit por Oviedo, Menéndez por Gijón y Prieto por Bilbao. Sólo seis diputados cuando, en la misma época, los partidos socialistas alemán, francés o inglés tenían potentes minorías parlamentarias.

La mujer no fue ajena a estos inicios del socialismo andaluz, teniéndose noticias de la existencia de Agrupaciones socialistas femeninas en algunos puntos de la Región desde 1912, aunque su éxito es muy limitado. Una mujer, injustamente olvidada, Virginia González, formó parte del comité nacional del PSOE y de la UGT a partir de 1915.

El primer intento de crear una Federación Regional se remonta a 1929, cuando, por iniciativa de Hermenegildo Casas, la Agrupación de Sevilla propone celebrar un Congreso para constituir la Federación de Agrupaciones Socialistas de Andalucía. Aunque no llegó a realizarse, fue el acicate para un cambio organizativo trascendente: la constitución de federaciones provinciales, que culminaría la nueva estructura del Partido entre 1931 y 1933, justo antes del golpe de estado fascista, la Guerra Civil y larga dictadura de Franco.

La negra y larga noche de la dictadura termina en 1975 y, con ella, la supervivencia clandestina del PSOE. Un PSOE que tiene una deuda impagable tanto con muchos hombres y mujeres anónimos como con aquellos dirigentes que mantuvieron viva la llama de la Organización. Dirigentes como Alfonso Fernández en Sevilla, Juan Zarrías en Jaén, Pedro Fornell y Ángel Gómez en Granada, etcétera. Luego llegarían los jóvenes de la generación de posguerra: Felipe, Alfonso, Galeote, Chaves, Yáñez, Sanjuán... Historia viva y, en muchos casos, felizmente activa del socialismo andaluz.

La democracia obliga al Partido Socialista a adaptar su estructura organizativa al nuevo Estado de las Autonomías que ya se perfila. La Federación Socialista de Andalucía (FSA) convoca su I Congreso en Torremolinos, en diciembre de 1977, eligiendo como secretario general a José Rodríguez de la Borbolla y culminando la reforma organizativa que tantos éxitos ha dado al PSOE de Andalucía. En 1982, Rafael Escuredo es elegido Presidente de la Junta de Andalucía. A partir de ahí comienza otra historia y son sus protagonistas quienes deben contarla en sus memorias.

Conocer quiénes hemos sido y de dónde venimos nos ayuda a saber quiénes somos y nos obliga a hacer un enorme ejercicio de humildad: sólo somos un eslabón más en una larga cadena de personas comprometidas con la libertad, la igualdad y la justicia social. Esa herencia, esas ideas son la fuerza que nos impulsa a lograr nuevas metas.

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