Salud

Hospital Macarena, referente andaluz

  • Dos consultas, que pertenecen a Endrocrinología y a Oftalmología, son reconocidas en el SAS como referentes en la comunidad autónoma para aplicar técnicas de alta complejidad

Un especialista en el Hospital Macarena, referente en problemas oculares,  señala una foto de fondo de ojo a una paciente que padece una atrofia en la mácula.

Un especialista en el Hospital Macarena, referente en problemas oculares, señala una foto de fondo de ojo a una paciente que padece una atrofia en la mácula. / Jose Ángel García

Dos equipos médicos del Hospital Virgen Macarena, que pertenecen a las unidades de Endocrinología y de Oftalmología, han logrado el reconocimiento como referentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para realizar procedimientos muy complejos, que requieren de un elevado nivel de especialización y de entrenamiento. A partir de ahora, el Macarena será centro referente en Ecografía Intervencionista en Patología Tiroidea para la eliminación de tumores de tiroides no susceptibles de cirugía, malignos y benignos; y para el abordaje de Enfermedades Oculares Raras.

Enfermedad ocular rara

La consulta de Enfermedades Oculares Raras, que funciona desde hace un lustro en el Macarena, ha sido reconocida recientemente como unidad de referencia en Andalucía. “Hace cinco años comenzamos a recibir a pacientes afectados por enfermedades raras y, para ello creamos una consulta, junto a los doctores Beatriz Ponte y Antonio Gómez Escobar, oftalmólogos; y los doctores Manuel Ramos y Carmen Menéndez, neurofisiólogos”, explica el doctor Enrique Rodríguez de la Rúa Franch, jefe de servicio de la UGC de Oftalmología en el Macarena. Esta consulta que, hasta ahora, ha recibido principalmente a pacientes de Sevilla, atiende cinco casos nuevos a la semana.

El embrión de esta unidad comenzó a madurar cuando el doctor de la Rúa detectó, hace años, la ausencia en el ámbito estatal, de una unidad hospitalaria pública dedicada a las enfermedades raras oculares. Estos problemas de baja prevalencia son, en la mayoría de los casos, hereditarios y representan una grave merma en la calidad de vida de los afectados. “Aunque en la mayoría de los casos no existe cura, el diagnóstico certero y la existencia de una unidad de referencia puede abrir la puerta a ensayos clínicos, principalmente de EEUU, de posibles terapias, a nuestros pacientes”, asevera el doctor De la Rúa, al destacar además, el sosiego que siente un enfermo cuando conoce el nombre de la enfermedad que sufre.

“Por fin están empezando a desarrollarse ensayos clínicos en diferentes partes del mundo (empleando muchas veces terapia génica y celular). La única forma de poder participar de estos avances a corto plazo es tener un centro de referencia, muy bien preparado y dotado que pueda dar garantías a los pacientes y a los investigadores a la hora de introducir estas posibles terapias”, añade el jefe de Oftalmología en el Macarena.

El diagnóstico de estas enfermedades es muy complejo y requiere de la colaboración entre oftalmólogos, neurofisiólogo y genetistas. “Cuando comenzamos a recibir a pacientes contamos con el apoyo del equipo de Genética del doctor Guillermo Antiñolo en el Hospital Virgen del Rocío, con una amplia experiencia”, asevera el doctor De la Rúa Franch. La complejidad del diagnóstico de enfermedades raras oculares, especialmente las que afectan a la retina, se debe a que comparten características clínicas muy similares que hace difícil diferenciarlas.

Los doctores Manuel Ramos, neurofisiólogo, Antonio José Gómez Escobar, oftalmólogo y Mireia López Domínguez oftalmóloga; y sentados, Enrique de la Rua director de la UGC de Oftalmología y María José Morillo, oftalmóloga. Los doctores Manuel Ramos, neurofisiólogo, Antonio José Gómez Escobar, oftalmólogo y Mireia López Domínguez oftalmóloga; y sentados, Enrique de la Rua director de la UGC de Oftalmología y María José Morillo, oftalmóloga.

Los doctores Manuel Ramos, neurofisiólogo, Antonio José Gómez Escobar, oftalmólogo y Mireia López Domínguez oftalmóloga; y sentados, Enrique de la Rua director de la UGC de Oftalmología y María José Morillo, oftalmóloga. / José Ángel García

En el complejo abanico de las enfermedades raras oculares, las más frecuentes son la retinosis pigmentosa, que afecta a una persona por cada 2.000; y la enfermedad de Stargardt, que afecta a un caso por cada 5.000. “La retinosis pigmentosa, a veces, se confunde con otras enfermedades raras oculares con las que comparte características. Este problema de la retina se origina por un defecto genético que daña a los bastones, un tipo de célula ocular; y posteriormente, termina dañando también a otro tipo de célula ocular, los conos”, explica el doctor De la Rúa Franch.

Cada semana los oftalmólogos del Macarena reciben cinco casos nuevos de enfermedades raras

La destrucción de estas células provoca ceguera nocturna y pérdida de visión periférica. El afectado termina ciego. Unos pacientes pierden la visión total tras décadas; y otros, en pocos años. Otras enfermedades oculares que comparten similitudes con la retinosis pigmentosa son benignas, es decir, no desencadenan ceguera. El diagnóstico certero es una herramienta clave para avanzar frente a estos severos problemas de salud.

UPRA de Endocrinología

La Unidad de Ecografía Intervencionista en Patología Tiroidea del Servicio de Endocrinologia y Nutrición, coordinada por el doctor Tomás Martín Hernández, forma parte, desde hace unas semanas, del directorio UPRA (unidades y procedimientos de referencia del SAS) para el abordaje de nódulos en el tiroides (quistes tiroideos y nódulos benignos) y metástasis cervicales de cáncer de tiroides. Se trata de casos muy seleccionados que carecen de la alternativa quirúrgica por el riesgo que representa la cirugía para el paciente (edad avanzada, intervenciones anteriores, otros problemas de salud, etcétera).

El doctor Tomás Martín Hernández realiza una ecografía en una consulta de Edocrinología. El doctor Tomás Martín Hernández realiza una ecografía en una consulta de Edocrinología.

El doctor Tomás Martín Hernández realiza una ecografía en una consulta de Edocrinología. / José Ángel García

El abordaje estándar de los nódulos tiroideos consiste en la extirpación quirúrgica. Y, además, en los casos de cáncer tiroideo, los especialistas aplican tratamientos de Medicina Nuclear (yodo 131). En un reducido número de pacientes este tratamiento estándar cuando reaparece el tumor en el cuello no es viable; y para ellos una alternativa terapéutica la constituyen técnicas mínimamente invasivas, guiadas por ecografía. “Desde hace cuatro años comenzamos a aplicar estas técnicas”, explica el doctor Martín Hernández, especialista en Endocrinología, que introdujo hace años el uso de la ecografía en su consulta para detectar y abordar tumores y quistes en el tiroides, problemas muy frecuentes.

La ecografía se ha convertido en un instrumento imprescindible en la asistencia a los pacientes con enfermedades tiroideas. La detección de los nódulos tiroideos se ha incrementado con el uso generalizado de la misma, siendo la herramienta principal para su detección, orientación diagnóstica, seguimiento y, en ocasiones, también terapéutica.

La técnica de mínima invasión por eco es una alternativa para casos inoperables

El procedimiento mínimamente invasivo sobre las recidivas o las metástasis cervicales del cáncer del tiroides requiere de un ecógrafo de altas prestaciones y de manos expertas. Los especialistas acceden a través de una punción a los nódulos o los ganglios afectados. “Contamos con dos opciones: o bien eliminamos el tumor por radiofrecuencia, y para ello, emitimos calor a la lesión a través de la punta de la aguja; o bien utilizamos alcohol puro, etanol. El alcohol provoca la coagulación proteica y destrucción subsiguiente de la lesión”, añade el especialista. Para realizar esta intervención los especialistas se guían por las imágenes captadas por el ecógrafo de alta resolución. Se trata de una intervención especialmente cuidadosa, entre otras razones, por la localización anatómica del tiroides, junto a estructuras muy delicadas (tráquea, esófago, nervios, carótida y yugular).

Mediante esta vía pueden tratarse tumores incluso de pocos milímetros con seguridad. Cada año una media entre 30-40 pacientes procedentes de distintos puntos de Andalucía se someten a esta intervención en el Hospital Macarena y, previsiblemente, esta cifra crecerá.

La imagen de ecografía desvela la presencia de cáncer de tiroides. La imagen de ecografía desvela la presencia de cáncer de tiroides.

La imagen de ecografía desvela la presencia de cáncer de tiroides. / José Ángel García

Otra de las técnicas intervencionistas que han convertido al Macarena en referente andaluz es el tratamiento ecoguiado de nódulos quísticos tiroideos. En un número importante de casos estos quistes pueden ser tratados sin necesidad de cirugía. La solución para lograr su eliminación consiste en una punción: “A través de una aguja se extrae el líquido retenido (estos quistes contienen líquido); y posteriormente aplicamos alcohol. El efecto es similar al que se produce cuando se pincha un globo: el quiste se vacía y las paredes se pliegan. El alcohol provoca irritación en las paredes, lo cual impide en que se vuelva a formar el quiste”, explica el coordinador de la unidad.

Otra de las opciones mas recientes frente a los nódulos tiroideos benignos consiste en aplicar calor por radiofrecuencia, mediante una punción ecoguiada.

Las tres técnicas descritas se aplican desde hace años en el Hospital Macarena y, a partir de ahora, este centro universitario continuará recibiendo a pacientes de otros centros andaluces, ya con el reconocimiento UPRA. Para la realización de estas técnicas de mínima invasión, ecoguiadas, para tratar problemas del tiroides es necesario un abordaje multidisciplinar en el que están implicados endocrinólogos, cirujanos, radiólogos y médicos nucleares.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios