José Antonio Griñán. Presidente de la Junta

"Nunca he gobernado en un momento fácil"

  • El líder andaluz mantiene que la crisis ha afectado, en buena parte, al electorado de izquierdas; descarta cambios en su Gobierno y elude criticar a la juez de los ERE.

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, afronta su último tramo de legislatura, serán nueve meses que vienen precedidos de una derrota electoral del PSOE en las elecciones municipales. Griñán ha recuperado un discurso de izquierdas que -insiste- nunca dejó: todo lo contrario. Éste es un resumen de las casi dos horas de conversación que tuvo lugar en el Palacio de San Telmo el jueves.   

-¿Ha habido un giro a la izquierda de su Gobierno que se ha expresado en el Debate de la Comunidad?

-Quizás haya gente que no sepa lo que ha estado haciendo el Gobierno andaluz durante estos últimos tres años y piense que eso, por tanto, suponga ahora un giro a la izquierda, pero es exactamente lo que venimos haciendo. Somos la única comunidad autónoma que ha dado una salida progresista a la crisis: sin reducir ningún derecho, y que, simultáneamente, ha invertido más dinero en el impacto de la crisis sobre el empleo. Ninguna comunidad autónoma va a tener ahora 800 millones de euros en programas de lucha contra el desempleo en el sector de la construcción. Y luego, al mismo tiempo, ha seguido bonificando el modelo productivo.

-¿Pero cree que es necesario trasladarle a la opinión pública, andaluza en este caso, un programa más de izquierdas para las próximas elecciones?

-No. Creo que lo que hay que hacer es que se vea, claramente, lo que estamos haciendo. Pero es que lo venimos haciendo, insisto, desde que comenzó esta legislatura. Yo era vicepresidente económico cuando empezó, y todas las medidas que hemos adoptado han sido medidas de naturaleza progresista y socialdemócrata. Esto ha sido una respuesta social a la crisis. Otros han reducido derechos sociales. Nosotros no hemos reducido ni un solo derecho social. Hemos preferido actuar sobre la inversión, pero entendemos que lo que ocurre con una familia cuando el dinero es escaso es que lo último que se hacen son las obras. Se hacen otras más importantes. No hemos tocado derechos educativos, no hemos tocado derechos de sanidad, no hemos tocado derechos de servicios sociales. Es más, le puedo decir, y esto es un dato importante, que ahora mismo, una familia andaluza tipo recibe, aproximadamente, unas ayudas de 13.000 euros anuales por todos estos conceptos. Y eso sigue existiendo ahora mismo, en un momento de crisis.

-A usted le ha tocado gobernar   en un momento económico y político muy difícil ¿Alguna vez ha pensado que no ha merecido la pena recoger el testigo de Manuel Chaves?

-Nunca he gobernado en ningún momento fácil, siempre me ha tocado bailar con la más fea en el peor momento. Me refiero ahora y a cuando fui ministro. Lo único que le puedo decir es que no hay mayor orgullo que ser presidente de Andalucía y que, por lo tanto, eso es algo que me impide pensar en nada coyuntural. Ser presidente de la Junta es un honor para cualquier andaluz, y para mí también. ¿Que la circunstancia es mala? Pues sí.

-Quedan nueve meses para las elecciones andaluzas. ¿Qué propone el PSOE frente al PP?

-Sabemos lo que propone el Partido Socialista. Nadie sabe lo que propone el Partido Popular, pero sí lo que hace donde gobierna.

-El PP vende el cambio.

-El Partido Socialista propone lo que está haciendo y lo que propuse en el debate de investidura y en el Debate del estado de la Comunidad. El Partido Popular no propone nada, lo único que hace es decir: vamos a hacer una ley de hacienda, vamos a hacer una ley de patrimonio, vamos a hacer un no sé qué… pero no concreta. Pero sí sabemos que donde gobierna ha suprimido la gratuidad de los libros de texto, ha reducido derechos en la sanidad, habla del copago y pide fórmulas específicas de gestionar el gasto social, lo que significa una merma para los derechos de la ciudadanía. Por lo tanto, ésa es la diferencia. Y esos dos modelos deben estar dispuestos, claramente, encima de la mesa. El secreto mejor guardado del PP son las medidas que tienen Rajoy y Arenas para combatir la crisis y para preservar el modelo social.

-Si eso es así, ¿por qué se ha producido el vuelco electoral del 22 de mayo? El PP ha ganado.

-Porque es obvio que la crisis daña mucho a quienes estamos gobernando. Usted piense en algo que, raramente, se recuerda. Esta crisis es inédita entre nosotros. Nunca había existido una crisis de esta naturaleza. Como a veces hemos dicho, no venía con  manual de instrucciones. Ha existido una enorme incertidumbre a nivel internacional. Empezamos hablando de Keynes [expansión del gasto público para activar la demanda], y terminamos hablando de ajustes y consolidación presupuestaria. Es una crisis que ha dañado profundamente a muchas personas. Segundo, es una crisis que ha afectado fundamentalmente al sector inmobiliario, porque ha afectado al crédito. Y dentro del inmobiliario, al sector de la construcción. Quiero decir que más de los dos tercios de los empleos destruidos en Andalucía, y en España, son del sector de la construcción. Estos datos dan unas características de la crisis que son profundamente dolorosas. Aparte de eso, la crisis ha afectado a muchas personas que, en su mayoría, eran votantes de la izquierda, y eso ha repercutido como es natural en el voto. Aquí, en Valencia, en el País Vasco, en Portugal, en Grecia…

-Algo habrán hecho ustedes mal también…

-Lo hemos hecho mal, y no tiene ninguna disculpa el que lo hayamos hecho mal todos, pero es que nosotros aquí gobernábamos. Es decir, lo hemos hecho mal en la medida en que objetivamente hemos tardado en reaccionar, como todo el mundo. Hemos adoptado medidas de lucha contra la crisis a través de una política de déficit público; es decir, una política de demanda, como ha hecho todo el  mundo. Hemos tenido que contraer el déficit y hacer una política de consolidación fiscal en muy poco tiempo, como todo el mundo. Y claro, todo eso nos ha dañado; claro que nos ha dañado, porque es verdad que hemos reaccionado tarde. Como todo el mundo, insisto, pero sobre todo se ha sido  contradictorio. Es verdad, tengo que decirlo, muchas de las reformas que se han patrocinado, y que hemos tenido que adoptar a nivel nacional, daban la sensación de que se hacían más para calmar a los mercados que por la propia objetividad de la reforma. Todo eso ha repercutido en la visión negativa del Gobierno y ha repercutido en el voto, claro está.

-Usted ha hecho pública sus tres últimas declaraciones de la renta. ¿Por qué no es una norma ya para todos los parlamentarios andaluces?

-Yo he tomado una decisión como presidente de la Junta, la de entregar mis declaraciones de la renta. Quien quiera hacerlo, que lo haga voluntariamente. No he exigido más. Si se quiere hacer una norma, pongámonos de acuerdo, porque las normas de transparencia, como ya dije, es bueno que se hagan mediante consenso. En el Parlamento. Pero yo he tomado una decisión que me afecta a mí, personalmente, y no puedo exigir a nadie que tome esa decisión.

-Su partido ha entendido que, con esto,  usted estaba invitando al líder del PP, Javier Arenas, a que presentase las suyas.

-Lo que yo dije, antes de entregar la declaración de la renta, es que todos los que nos sentábamos en esa Cámara éramos personas honorables, y que era negativo para todos la visión peyorativa que se tiene sobre la política. Y que, para predicar con el ejemplo, yo entregaba mis declaraciones de la renta. A partir de ahí, cada cual que tome las moralejas que quiera tomar. Si hay que cambiar norma sobre estatus, hagámoslas por consenso. Yo propuse también ese día que se celebrara una reunión entre los tres partidos políticos para ver qué normas modificábamos. Propuse, por ejemplo, que un diputado sólo cobrase como diputado; que, al mismo tiempo, el tope máximo de la pensión fuera universal, que no hubiera ninguna excepción. Y lo propuse. Pero eso no será norma si no hay consenso. Nosotros ahí buscamos el consenso de la Cámara. En lo que afecta personalmente a cada uno, allá cada uno con su conciencia.

-Hablando de transparencia, ¿no hubiera sido mejor haber admitido una comisión de investigación sobre el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE)?

-Cuando hay un procedimiento penal, que por cierto fue denunciado por el Gobierno socialista, no es bueno hacer en paralelo una instrucción simultánea. Siempre que se ha hecho, ha habido problemas de todo tipo. ¿Por qué? Porque hay una instrucción ya. A partir de ahí, y después de que se sustancie el procedimiento penal, habrá que asumir la responsabilidad que haya que asumir.

-¿Cuál es su visión general de lo que ha pasado ahí?

-Pues que desde una dirección general [la de Trabajo] se ha metido a personas indebidas, no en el expediente, en el ERE, sino como beneficiarios de las pólizas. [La ayuda de la Junta a los trabajadores despedidos se materializaba en una póliza de seguro]

- ¿Y cree usted que se está haciendo una instrucción hasta cierto punto política de este caso?

-Mire, yo estoy de acuerdo con la Justicia de dos formas. La primera, denunciando lo que creo que es irregular o anómalo. Y la segunda, discrepando jurídicamente cuando tengo que discrepar en el Juzgado, pero nunca en público ni haciendo política. Yo no voy a hacer esa instrucción paralela como hace el PP, porque, además, puede meter la pata como hemos visto recientemente. Si yo, en algún momento determinado, creo que un auto del juez o de la juez no se corresponde con lo que entendemos que debe ser, los servicios jurídicos recurren y ya está.

-Por ejemplo, el auto de la Audiencia de Sevilla en el que le explica a la juez que las actas de los consejos de Gobierno están bien custodiadas en la sede de la Junta.

-Bueno, ahí ha habido otra resolución, sí, pero en todo caso, no hablo políticamente de algo que está en el  ámbito de la Justicia.

-¿Usted debía recibir los informes del interventor de la Consejería de Economía que advertían que estas ayudas seguían un sistema que no era el más apropiado?

-No, yo no recibí nada, eso primero. Y segundo, la Intervención jamás advirtió un menoscabo de fondos públicos. Cuando la Intervención ve que hay un fraude, lo tiene que denunciar, y no lo hizo. Por lo tanto, no vio ningún fraude, vio un procedimiento que no era el adecuado.

-¿Está entre sus planes fusionar la Consejería de Empleo con la de Innovación?

-No, no tengo ningún plan.

-Hay una crisis en esa Consejería, buena parte de sus esfuerzos se dedican a trabajar para la juez Alaya en la instrucción de los ERE y en la documentación que le solicita, los sindicatos mantienen que no tienen interlocución, ha habido dimisiones y hay otras...

-Yo no creo que haya una crisis en la Consejería. Hay un consejero que está trabajando. ¿Y qué tiene que ver que hubiera crisis para fusionarla con otra consejería?

-¿Descarta cualquier cambio en las consejerías?

- Eso no se lo voy a decir.

-Entonces es que sí.

-Vamos a ver, si un presidente, salvo que sea Arenas, que va diciendo ya los consejeros que va a nombrar; si un presidente, digo, se dedica a decir los cambios que va a hacer, es un mal presidente. Y si no los dice, también. Yo no sé si voy a hacer cambios o no, pero jamás lo diría. Los cambios en un Gobierno se conocen en el mismo momento en que se producen. Y cuando ha pasado otra cosa distinta, ha sido un problema para el presidente y para el Gobierno. Pero en principio le puedo decir que no tengo ningún pensamiento de hacer cambios.

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