Elecciones en Andalucía

Vacas flacas para los dos bloques camino del ecuador de campaña

  • PP y Ciudadanos mantienen su pugna mientras que el PSOE y la confluencia siguen sin acercarse

Juanma Moreno, en una explotación ganadera en Córdoba

Juanma Moreno, en una explotación ganadera en Córdoba / EP

Como en las tarifas de la luz, en una campaña electoral hay horas pico y horas valle. El debate del lunes, aunque soporífero, fue un pico destacado. Desde entonces todo han sido valles, exceptuando, quizás, el rifirrafe virtual entre Juan Marín y Quim Torra.

Con Pablo Casado y Albert Rivera en Madrid –e Inés Arrimadas en Barcelona– los cuatro candidatos continúan su periplo con un perfil bajo antes del fin de semana y el segundo asalto televisivo frente a las cámaras de TVE.

En esta campaña de escasa intensidad todo gira alrededor de los bloques que tienen dificultades para entenderse, no ya entre ambos, si no entre ellos mismos. PP y Ciudadanos siguen enfrascados en la lucha por liderar la bancada derecha del Parlamento.

Los dardos entre Marín y Juanma Moreno son una constante desde que empezaron a negociar en el mismo plató de Canal Sur. Y eso que no hay ni una encuesta que otorgue la mayoría a la suma del centro derecha. Ni con la participación sorpresa de Vox.

Moreno quiere dos vicepresidentes

Desde una explotación ganadera en Pozoblanco, el candidato popular ha empezado esta mañana a configurar su gobierno, aunque no ha pensado en nombres. “Me parezco a Rajoy últimamente”, bromeó Moreno sobre su ambigüedad sobre la composición del hipotético gabinete.

Sí tiene claro que quiere dos vicepresidentes. Uno económico y con poderes en Turismo y Hacienda. Y otro que mande sobre el agro. Rodeados de imponentes vacas, los periodistas le han preguntado si Juan Marín encaja en alguno de esos dos puestos. “Ya veremos”, ha contestado Moreno entre risas.

Juan Marín visita una fábrica en Jaén. Juan Marín visita una fábrica en Jaén.

Juan Marín visita una fábrica en Jaén. / EP

En el PP no se acaban de creer que el candidato de Ciudadanos no vaya a acercarse a Susana Díaz después del 2 de diciembre. “Siempre van a tener la tentación”, ha vaticinado hoy el líder popular, convencido de que él es el único que no pactará con el PSOE.

Y aunque la consigna naranja es clara –si hay mayoría en el centroderecha, habrá cambio en San Telmo– las hostilidades entre los hipotéticos socios no cesan. Marín lo tiene claro. Quiere gobernar con el PP, pero cree que Moreno es quien tiene más cara de vicepresidente.

PSOE y Adelante Andalucía, como el agua y el aceite

Más complicadas son las relaciones en el otro bloque, el de centroizquierda, pese a que la demoscopia les otorga lo único que les falta a Marín y Moreno para enterrar el hacha de guerra: más de 55 escaños después del 2 de diciembre.

Susana Díaz conversa con un soldador en Granada Susana Díaz conversa con un soldador en Granada

Susana Díaz conversa con un soldador en Granada / EP

Susana Díaz quiere su “mayoría sólida” y es probable que la consiga. Pero no tendrá en ningún caso un socio tan dócil como Ciudadanos en los últimos tres años. De hecho, los candidatos de Adelante Andalucía no quieren ni oír hablar ni pactos.

Verónica Pérez, que hace hoy de anfitriona de su jefa en el mitin de San Juan de Aznalfarache, dijo por la mañana que, si los socialistas logran esa mayoría, dialogarán con todo el mundo. El problema es que empiezan a quedarse sin puertas donde llamar.

Moreno se fue a un notario para oficializar lo obvio. En Andalucía no hay lugar para una Große Koalition como la de Angela Merkel. Marín recuerda cada vez que puede que no habrá muleta naranja. La confluencia alude a Julio Anguita cuando se le pregunta al respecto:programa, programa, programa.

El Juego de Tronos de Teresa Rodríguez

Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo han acusado al PSOE de robarles propuestas, pero es cierto que hay coincidencias entre socialistas y confluyentes. Ambos dedican cada día de campaña a un asunto concreto. Hoy, el PSOE ha optado por la cultura. Adelante Andalucía ha echado leña al fuego y ha tirado de corrupción.

Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, en Almería. Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, en Almería.

Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, en Almería. / EFE

Se han ido hasta Almería y allí Maíllo llamó “capo” al alcalde de Roquetas de Mar, el popular Gabriel Amat. Al PSOE le han caído críticas, pero de menos intensidad. Mucho mas duro ha sido el candidato a la vicepresidencia en el mitin posterior.

La campaña de las elecciones andaluzas enfila ya el ecuador con dos bloques mal avenidos, pero que se necesitan entre si, al menos mientras Ciudadanos no cambie de postura. No iba mal encaminada Teresa Rodríguez cuando aludió a Juego de Tronos.

Según su relato ella y Maíllo son dos outsiders que aspiran a reinar. Para quien no siga la serie, los personajes que encarnan los confluyentes en la ficción se enfrentan a un enemigo mayor –los caminantes blancos– pero hay otra reina por ahí con la que no se llevan bien pero a la que necesitan para acabar con ese enemigo. Pero eso no lo mencionó Teresa Rodríguez en el mitin.

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