La defensa del menor acusado de la muerte de María Esther Jiménez Villegas, de 13 años, el pasado enero en Arriate (Málaga), recurrirá la sentencia dictada por el Juzgado de Menores número 1 de Málaga que le condena a ocho años de internamiento en régimen cerrado y cinco de libertad vigilada. Según el letrado Andrés Gálvez, a lo largo de esta semana tiene previsto presentar el recurso contra el fallo, al considerar que la condena "no es sostenible".

En la sentencia se imponen al menor ocho años de internamiento cerrado y cinco de libertad vigilada como autor de un delito de asesinato del artículo 139 del Código Penal. También se establece que se someta a programas de tipo formativo-profesional y en el trabajo a nivel de autoestima y empatía, autocontrol personal y resolución adaptativa de conflictos de interacción.

El abogado defensor, que ha insistido en la inocencia de su cliente, ha argumentado que las pruebas de ADN e informes de laboratorio por las que se condena al menor no son determinantes, al haber varios resultados distintos, y ha asegurado que "nunca se ha querido averiguar el culpable", sino que "se ha querido encontrar" en el joven al culpable del crimen.

Además, ha señalado que el juez se ha sacado "de la chistera" una circunstancia de alevosía súbita o inopinada que no fue alegada ni por la Fiscalía ni por la acusación particular, y que no fue objeto de debate. Ha añadido que los presupuestos en los que se basaba el supuesto asesinato quedaron "desvirtuados" y el juez se ha acogido a unas circunstancias distintas a las que fueron alegadas por las acusaciones, las cuales considera contrarias a derecho.