Cambio de Gobierno en Andalucía

La moral de Juanma Moreno

  • El líder del PP saca pecho tras colocar a la derecha a un paso de San Telmo por primera vez en la historia

Juanma Moreno, flanqueado por Virginia Pérez y Dolores López

Juanma Moreno, flanqueado por Virginia Pérez y Dolores López / Jesús Prieto / EP

No se le puede negar a Juanma Moreno el optimismo. El líder de la oposición siempre tiene que venderse como futuro presidente, y el jefe del PP andaluz ha cumplido con esa tarea desde que el 1 de marzo de 2014 asumió la difícil tarea de buscarle las cosquillas al todopoderoso PSOE de Susana Díaz.

Ha pasado casi un lustro y, después de decir muchas veces eso de “cuando yo sea presidente de la Junta”, Moreno roza “con la yema de los dedos” ese sillón de San Telmo que nadie le fiaba. Y él se daba cuenta.

“Desde aquí arriba se ve todo”, dijo ayer con sorna desde el púlpito de la Junta Directiva del PP de Sevilla, que se celebró en la sede regional con un éxito de convocatoria que no se veía desde los buenos tiempos de Javier Arenas. “Me decían que tenía más moral que el Alcoyano”, reconoció el presidente del PP andaluz que está a un paso convertirse en el presidente la Junta.

Moreno es optimista, pero también es prudente y, por ese motivo, ayer le pidió a sus hipotéticos socios de Ciudadanos y Vox –y esta vez sí nombró a los de Abascal– que pongan de su parte para amarrar ese cambio “histórico” que se lleva fraguando desde la misma noche del 2 de diciembre.

Entonces hubo conexión telefónica entre los líderes naranja y popular. En el puente de la Inmaculada fueron Teodoro García Egea y José Manuel Villegas quienes tomaron el relevo. Los cuatro se ven esta tarde en el Parlamento andaluz para avanzar en unas negociaciones que, según Juanma Moreno, desembocarán en el broche final de la Transición en Andalucía. Porque el líder del PP es optimista, prudente y, a veces, grandilocuente.

Para razonar esta idea el candidato popular aludió a “historiadores” que defienden que la Transición no acabará en España hasta que no haya alternancia en todas las regiones del país. Andalucía vive en una “anomalía” –según reconoció ayer el socialista José Rodríguez de la Borbolla– que acabará cuando las negociaciones entre PP y Ciudadanos fructifiquen.

Todo ello con el permiso de Vox y sus 12 diputados, que deben dar el visto bueno a ese Gobierno del cambio que se repartirán a medias Juan Marín y Juanma Moreno tras poner en común dos programas que, según el propio candidato del PP, tiene muchas similitudes.

“Es una responsabilidad moral con cientos de miles andaluces”, espetó el líder popular, quien relató cómo hay quien lo ha parado por la calle “con una lágrima saltada” para contarle que “pensaba que no iba a ver” cómo el PSOE salía de la Junta de Andalucía. Y aprovechó para dejar un recado a aquellos que se resisten a ver el cambio de ciclo.

“Hay que saber leer los resultados”, dijo el político malagueño en un guiño hacia Susana Díaz, quien ayer, por primera vez, dijo en público que puede perder el Gobierno. “Todos tenemos fecha de caducidad”, insistió Moreno, sabedor de que antes del 2 de diciembre había quién hacía cábalas sobre el poco tiempo que le quedaba a él como líder del PP andaluz.

Una semana después del 2 de diciembre es este político malagueño quien está más cerca de presidir la Junta. “La fe mueve montañas y estamos muy cerquita de la cima de la montaña”, sentenció Moreno, quien, tras cinco años de travesía, ha necesitado que toda la derecha sociológica se divida para allanar la montaña que la separaba de San Telmo.

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