El portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, ha presentado una proposición no de ley para que se "arbitren medidas eficaces para no reconocer falsos planteamientos de tintes ideológicos" en referencia a la brecha salarial que separa a trabajadores de trabajadoras. En una extensa introducción de seis páginas, de difícil lectura por sus digresiones y el uso atropellado de los signos ortográficos, el portavoz de Vox solicita a la Cámara que acabe con la "mentira" de la brecha salarial, fenómeno que compara con la "chica de la curva".

La chica de la curva es una leyenda urbana, un cuento de terror extendido por todo el país, que sostiene que el fantasma de una joven se aparece a los conductores para avisar de la peligrosidad del trazado. O algo así, porque hay versiones disfuncionales en la España autonómica que Vox critica. 

Hernández recurre a un argumento histórico para negar la brecha. En su exposición, explica que a principios del siglo XX hubo grandes migraciones de "afroamericanos" desde el sur de EEUU al norte y que, como en ese caso, sí existía una discriminación salarial, los empresarios se lanzaron a contratar a sureños a salarios muy bajos, lo que provocó el rechazo de los sindicatos para que se estableciese un salario mínimo. Pero la prueba con la que alumbra al Parlamento andaluz es la memoria de la Inspección de Trabajo de 2017, que sólo encuentra 16 casos de discriminación. "¡¡¡¡16 entre 23 millones de población activa", se escandaliza el portavoz Hernández. 

En su prolija explicación, llega a decir que, de existir discriminación, los perjudicados son los hombres y relata ejemplos de los juzgados de Sevilla. Su jefe en el grupo, Francisco Serrano, es juez en excedencia, con lo que su explicación está contrastada con la realidad. 

Lo que el Parlamento andaluz debe decidir ahora, a propuesta de Vox, no es si se acaba con la brecha entre género o no, sino que inste al Gobierno a arbitrar medidas contra esta derivación ideológica de la igualdad de género.