Andalucía

Vox parafrasea a Díaz Ayuso

  • "Del socialismo se sale, pero con ustedes no", sostiene Manuel Gavira al dar por terminada la legislatura y embarcarse en la campaña  

Manuel Gavira, portavoz de Vox.

Manuel Gavira, portavoz de Vox. / Joaquín Cochero/EP

"Del socialismo se sale", proclamó Isabel Díaz Ayuso el pasado fin de semana en el congreso del PP andaluz, en Granada. Y ésa es la frase que el portavoz de Vox, Manuel Gavira, ha repetido durante el debate de la totalidad del Presupuesto para negar al PP: "Sí, del socialismo se sale, pero con ustedes no". Díaz Ayuso acabó con Ciudadanos en las últimas elecciones autonómicas en Madrid y arrinconó a Vox, apenas se sabe ya de Rocío Monasterio, y esto es lo que Santiago Abascal intenta conjurar en Andalucía. Macarena Olona será candidata y hará palanca de la acusación de blando a Juanma Moreno. En efecto, Díaz Ayuso no es Moreno, pero Andalucía tampoco es Andalucía.

La sustancia de este debate no reside en las razones por las que PP y PSOE no han logrado un acuerdo sobre las cuentas, la almendra es la ruptura definitiva de Vox con el Gobierno por un interés electoral. Gavira ha pronunciado el discurso más duro, a la vez que ha desvelado cuál será el argumento de la campaña electoral que se puede dar por comenzada a partir de hoy: para el votante de derechas, Vox es el original; el PP, la copia. Las descalificaciones de Vox -estafadores, trileros y 'fakes'- han superado a las de la izquierda, porque de eso se trata, de situar al PP junto a los socialistas, de presentarse ante la derecha como el partido duro, inmisericorde con la huella socialista en la administración andaluza.

La estrategia electoral de Vox es bien clara. Hace ya meses que se ha desplegado por todo el territorio andaluz, tiene colaboradores en casi todos los pueblos, allí donde al PP le costó décadas entrar, y ése es el lado fuerte de este partido de derechas, que ha sabido llegar a las zonas rurales con esa suerte de andalucismo cañí, sustentado en la caza, los toros y el campo. Eso no lo ha conseguido en ninguna otra comunidad autónoma, hasta en alguna patronal comienzan a mirar a Vox con simpatía.

El rechazo del Presupuesto no lleva de modo automático a las convocatoria de elecciones, se puede conllevar, aunque sea más complicado. Lo que Juanma Moreno va a explorar en las próximas semanas es hasta dónde llega el bloqueo de Vox en el Parlamento. Para que se puedan ejecutar buena parte de los fondos europeos y se ajuste la envolvente a la realidad de 2022, el Gobierno andaluz tendrá que decretar, y esos decretos deben pasar por la Cámara. Si se rechazan, no habrá ninguna razón más para resistir, se convocarán las elecciones.

Los distintos portavoces de la izquierda se vienen refiriendo a Juanma Moreno como Moreno Bonilla desde el inicio de la legislatura, será porque les parece más impersonal, lo pronuncian casi con desaire, sin el Juanma y con acento en Bonilla. Vox se ha sumado a ello, no hay vuelta atrás, al menos hasta la celebración de las elecciones, porque después, tras los comicios, el partido de Abascal deberá volver a la negociación, pero sin Ciudadanos. De la proporción de escaños entre el PP y Vox dependerá que los segundos entren en el Gobierno, y para ello Moreno deberá sumar más que todos los partidos de la izquierda.

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