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Fernando Delgado, presidente del comité de sequía de la Junta: "No vamos a tener una varita mágica"

Fernando Delgado.

Fernando Delgado. / antonio l. juárez / PS

Una de las paredes de su despacho en la cuarta planta de la ETS de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada acoge fotos y recuerdos familiares. La de enfrente está cuajada de mapas de ríos. Tras su mesa, un amplio ventanal muestra un cielo azul. Despejado. Ni una nube. Ha sido el panorama habitual en estos meses, hasta que el frente de borrascas de mediados de noviembre ha dado un pequeño respiro a la falta de lluvias. Con todo, debería llover más, mucho más, para que se diera por concluida la situación de sequía, que dura ya tres años y que, todo indica, podría prolongarse. En juego, el 25% de la economía andaluza. Fernando Delgado, profesor de la Universidad de Granada, explica en sus clases planificación hidrológica y obras hidráulicas. Fue hasta junio de 2022 director general de Planificación y Recursos Hídricos de la Junta de Andalucía y, ahora, preside el comité de expertos creado como órgano consultivo -a la imagen del comité creado cuando estalló el Covid- para abordar qué hacer en un escenario como el actual. Delgado alaba la capacidad de los agricultores para gestionar sus recursos, pide ahorro en el consumo y reparte responsabilidades con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que gestiona el agua en parte del territorio andaluz.

-¿Qué medidas van a proponer a corto plazo?

-Ahora mismo lo que tenemos que estudiar la situación como órgano consultivo. El Gobierno ya tiene puesta en marcha una serie de medidas, con algunas incluso en funcionamiento. Cuando nos consulten, lo estudiaremos y contestaremos. Nosotros mismos nos estamos organizando. Queremos crear una red de grupos de trabajo, con expertos, para poder inmediatamente dar una respuesta. No vamos a tener varita mágica, pero sí se trata de ser capaces de reaccionar rápido.

-Entre esas propuestas aparece la apuesta por las aguas regeneradas...

-La primera solución a corto plazo es el ahorro. Lo primero que tienes que bajar es tu demanda porque es lo más efectivo. No hay que hacer obras, simplemente tenemos que gastar menos. Lo siguiente es la movilización de recursos que no están o que no se están usando. El agua regenerada que ahora se vierte al mar es un recurso. Tecnológicamente es posible, aunque tiene su complicaciones... tienes que garantizar la calidad, depende del tipo de cultivo y luego tienes que ver cómo lo transportas.

-Cuando ve que se baldean las calles, ¿qué opina?

-Cada ciudad tiene su sus características. Soy profesor de presas hidráulicas y siempre he escuchado críticas a los embalses.

-Entonces, podemos baldear tranquilamente...

-No. Es también una cuestión de higiene. Lo lógico es que se utilice un agua regenerada para esas actuaciones. El baldeo de calles hace falta. Lo lógico sería intentar utilizar en cada caso el agua de la calidad que sea óptima para ese uso.

-¿Consumimos agua por encima de nuestras posibilidades?

-Para que nos demos cuenta: cuando yo estudié en la carrera, en el 93, se hablaba de consumos de 400 litros por habitante y día. Ahora Sevilla está por debajo de los 200 litros por persona y día. Hemos avanzado muchísimo en eficiencia, también en los regadíos, y en la zona de costa donde se usan invernaderos tienen un nivel de sofisticación muy importante. Sí se ahorra bastante, pero también es verdad que hay que invertir en renovación de redes. La ciudades grandes, Málaga, Sevilla, que suelen tener también empresas grandes y capacidad financiera grande, normalmente sí tienen las redes bien. A veces se pierde más agua en los pueblos o en las ciudades medianas y más pequeñas, que no tienen esa potencia financiera. Hay que hacer un trabajo permanente de concienciación, de ahorro y de inversión. 

-Ahí, precisamente, es donde está el riesgo de que haya posibles cortes de suministro o que le falte agua...

-Efectivamente, suelen ser los primeros en tener esos problemas. 

El profesor, en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada. El profesor, en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada.

El profesor, en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada. / antonio l. juárez / PS

-¿A cuánto estamos de que se ponga sobre la mesa la posibilidad de restricciones en las grandes capitales de provincia? ¿Podría ser este mismo año? 

-(Muestra el mapa que recoge la situación en las distintas unidades territoriales). En situación de normalidad hay muy pocas [unidades territoriales]. Esto también tiene sus indicadores de evolución y en función de cómo evolucione se empiezan a tomar medidas. El abastecimiento siempre es prioritario. En Vélez Málaga ya han prohibido en el riego. Eso, claro, donde hay embalses, donde al menos tienen muy claro el agua que tienen. El problema es que hay muchísimas zonas que no tienen embalses. Ahí se recurre al agua subterránea. No se puede decir de antemano si en tal ciudad se van a tomar medidas.

-En un año, si no llueve...

-Antes de de irme a la Junta, hicimos unos modelos en los que tratamos de predecir qué iba a pasar. Se puede tener cierta anticipación, y eso es lo que se está haciendo. Es muy duro cuando te dicen de golpe que se prohíbe el regadío, pero lo hacen porque se tienen que poner en la situación que no vinieran esas lluvias. Lo suyo sería que empezaste a llover... 

-Pero ¿y si no llueve? 

-Por eso digo que se hace una hipótesis, ¿qué pasa si no llueve o si llueve? La mayoría aguantaría un año. Cada uno de los embalses tiene hecho su plan.

-Los planes de sequía también establecen la posibilidad, en un momento dado, de movilizar recursos, de llevar agua de un lado a otro. ¿Eso se plantea también dentro de este comité? ¿de dónde habría que sacar agua para trasladarla?

-Ya están en marcha medidas de ese tipo. En Málaga, por ejemplo, y en Córdoba ya se están haciendo actuaciones para transportar el agua. En Almuñécar ya se está haciendo una movilización de recursos de un sitio para destinarlo a otro.

-Son movimientos a nivel provincial... a nivel interprovincial ¿no se plantea?

-El de Córdoba, aunque sea la provincia, se trata de dos cuencas distintas, con lo cual es más difícil. La palabra trasvase está muy demonizada. Una gestión moderna hoy en día necesita capacidad de regulación, sea con embalses, con acuíferos y capacidad de transporte. Si estuvieran hechas las conducciones de Rules el problema de la parte sur de la provincia de Granada estaría solucionado. Almería lo que tiene es una interconexión de desaladoras. Poder llevar agua donde hace falta tiene un coste económico. Y esa solidaridad entre territorios también hay que conseguirla con infraestructuras. 

-Ha mencionado varias veces los embalses, ¿hay que construir más?

-Se ha hecho un esfuerzo muy, muy importante. España es de los países del mundo que tiene mayor número de embalses por kilómetro cuadrado de superficie. Un nuevo embalse cada vez es más difícil por cuestiones sociales y por cuestiones ambientales. Los expertos sobre el cambio climático afirman que cada vez la lluvia va a ser más irregular. Vamos a tener frecuentes períodos de sequía y de repente, también períodos de grandes lluvias. Con este panorama tenemos dos vías, bajar nuestra demanda o cuando se presente ese período de abundancia de agua tenemos que ser capaces de almacenarla. Se lleva mucho tiempo sin querer ejecutar nuevos embalses como si fuera algo que ya está superado. Y no. La prueba es que cuando tenemos una sequía donde miramos es a los embalses superficiales y a los subterráneos. En la Cuenca que gestiona la Junta de Andalucía en Huelva está la presa de Alcolea, que el Estado tiene parada desde hace años. También en Cádiz y Málaga. También se ha hablado en el Guadalhorce, que en su momento se descartó, del recrecimiento de la presa de la Concepción. Sí es cierto que hace falta más capacidad de regular, tanto superficial como subterránea. 

-¿Pagamos un precio justo por el agua? 

-Cuando hablas con las empresas de abastecimiento te dicen que no se está pagando el precio suficiente. Hemos tenido muchas reuniones con asociaciones de abastecimiento y todos se quejan de que no se está trasladando a la tarifa del agua el coste real, sobre todo en la reposición de infraestructuras. Hacen falta planes transparentes de inversiones, que se vea en qué se está gastando el dinero. Ahora nos viene la crisis, el Covid, la crisis de las materias primas y la guerra de Ucrania... Cuando ahora quieres hacer una actuación de emergencia no llegan los materiales. Luego le añadimos la crisis energética. Los que dependen de agua de pozo con elevaciones importantes, ese coste va directamente a su factura. Lo mismo pasa con los que dependen de agua desalada. La situación es de una confluencia de factores y hay que estar preocupado, y ocupado. 

-¿Vería el comité necesario subir los precios o incluir alguna algún canon o cuota específica? 

-Yo no sé la opinión de todos los miembros del comité. Por lo que observo ahora es un momento en el que la sociedad, las familias, lo pasan mal. La Junta de Andalucía no quiere que haya un incremento en el esfuerzo que ya se hace. De hecho, el Gobierno anunció que iba a eliminar durante un tiempo el canon de mejora de infraestructuras. Es verdad que es un coste para la Administración. Si nos hacen esa pregunta, la estudiaremos y contestaremos. Lo que sí que nos trasladan es que ahora es el momento de intentar que no haya una presión más fuerte.

-¿Ha sido útil el canon para infraestructuras que se ha pagado por cada uno de los usuarios durante estos últimos años?

-Se ha infrautilizado durante mucho tiempo. Ahora sí se percibe que el dinero que se ha pagado se está utilizando. Al final el ciudadano lo que quiere saber es dónde va su esfuerzo. Con los fondos europeos Next Generation se han creado muchísimas expectativas. Se habla de ingentes cantidades de dinero, pero para el agua va muy poco. Y al final, la obviedad es que sin agua no hay vida. El 25% de la actividad económica de Andalucía depende del agua. Quizá los fondos europeos deberían de haber llegado al agua como una de las prioridades. Y no ha sido así. En Granada se va a ver beneficiado el desglosado 9 de Rules, pero al final es una cantidad pequeña. El Gobierno de la Junta reclama al Gobierno de España que reprograme esos fondos y se dé cuenta de que se debería destinar más al agua. Me parece una una cuestión razonable.

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