Puede parecer macabro, pero sin duda será muy útil para que los cirujanos no se equivoquen: un grupo de profesionales con el apoyo de la Universidad de Málaga (UMA) ha organizado un curso para hacer prácticas quirúrgicas con cabezas humanas importadas de Estados Unidos. "Es para adquirir destreza quirúrgica. Son técnicas complejas y las más importantes de nuestra especialidad", explica el cirujano maxilofacial Alfonso Daura, uno de los organizadores del curso junto con Fernando Duarte y Pilar Sánchez. Para hacer mano, como dicen los cirujanos en su jerga. El curso está orientado a otorrinolaringólogos, cirujanos maxilofaciales, plásticos, especialistas en cabeza y cuello y también a los residentes de esas especialidades.

Sánchez, directora del Departamento de Cirugía de la UMA, apunta que en estas operaciones no hay riesgo para el paciente, ni para el hospital, ni para el profesional. Se aprenden o perfeccionan técnicas complejas sin la presión de un tiempo máximo de anestesia y sin el estrés de dejar cicatrices, dañar nervios faciales o alterar la imagen de la cara. El curso nace como respuesta a un déficit formativo práctico en el que todos coinciden. Es mejor que el cirujano se equivoque en la cabeza de un donante fallecido que en la de un paciente.

La logística del curso no es fácil. Sólo conseguir los permisos para importar las cabezas de Estados Unidos puede llevar más de seis meses. Son criopreservadas, es decir mantenidas en un frío especial que conserva una textura similar a la de una persona viva, un detalle que puede parecer escabroso pero que es fundamental para que la operación se asemeje a la realidad. Es un curso universitario de especialización en Cirugía Maxilofacial y tiene el aval de la UMA. De hecho, al acabar se otorga un diploma de la Universidad malagueña.

El curso está organizado por el Departamento de Cirugía de la UMA, el Vicerrectorado de Relaciones Universidad-Empresa y la empresa Formación en Cirugía Oral e Implantología Malagueña (Forcoima). Lo imparten Antonio Valiente, jefe de Cirugía Maxilofacial del Hospital Carlos Haya; Alfonso Daura, cirujano de ese mismo servicio; y Miguel García, del Hospital Blanca Paloma, de Huelva.