El empresario gallego Alejandro Manuel Dávila Ouviña fue detenido en la tarde del pasado jueves en su población natal, A Pobra do Caramiñal (La Coruña) en el transcurso de una operación en la que intervino la Policía Nacional y la Agencia Tributaria. Dávil Ouviña está acusado de un presunto delito de fraude por las ayudas solicitadas y recibidas por el Ministerio de Industria con cargo a la Orden de Reindustrialización de la Bahía de Cádiz. El Ministerio de Industria publicó en el BOE un anuncio en el que se requería al empresario el reintegro de 14,5 millones de euros por no haber destinado las subvenciones para el fin solicitado, esto es, la creación de empresas y empleo. Pero no daban con su paradero. Ayer, ocho meses después de que la Junta presentase una denuncia ante la Fiscalía de Sevilla y el Banco de España por supuestas irregularidades en estas subvenciones, se producía la detención, cuya orden partió de un juzgado de Cádiz.

La Policía ha desarticulado, así, una presunta trama en la que "se podrían haber estafado al Estado unos 22 millones de euros", y de la que el empresario pobrense Manuel Dávila Ouviña es el supuesto cabecilla. En la intervención policial se habría incautado documentación, material informático y dinero en metálico.

Dávila Ouviña es, al parecer, muy conocido en A Pobra ya que, además, trabajó en una sucursal bancaria, por lo que los registros realizados por agentes de la Policía Nacional causaron una gran expectación entre los vecinos de la localidad. Muchos personas se sorprendían al percatarse de que el rótulo de la gestoría propiedad del detenido lucía un cartel con un nombre distinto.