El protagonismo de la mujer saharaui en la sociedad y su activismo diario son algunos de los rasgos que se destacaron ayer, en el Museo de Almería, en el documental Tebraa: retratos de mujeres saharauis dentro de la mesa redonda Las mujeres en el ojo de la cámara.

El documental, que está compuesto por diez cortometrajes, se enlazó con seis de las historias reales de mujeres saharauis. Desde una chica, residente en Sevilla, que no quiere volver a su tierra natal, pasando por la visión de las directoras que realizan el corto, hasta los niños que disfrutan de veranos en los hogares españoles y después regresan a la cruda realidad.

La mesa redonda estuvo moderada por la profesora universitaria y crítica literaria Jaqueline Cruz.

De esta forma, se empezó por Sukaina Brahi, de Dácil Pérez de Guzmán; Zainabu y Zaina, de Laura Alvea y Paz Piñar; Fatma Omar, de Mercedes del Río; Dad-Da Zeydan, de Rocío Huertas; Voces sin nombre, de Eva Morales y Ana Álvarez-Osorio; y Aminetu Haidar; de Ana Rosa Diego.

Tras finalizar la proyección, se podía ver la emoción de algunas de las personas asistentes a la proyección.

La idea de realizar este documental parte de una de las directoras que no se encontraban en la mesa redonda, Eva Morales. Para las protagonistas, la mujer saharaui tiene un papel muy importante “en la política y en lo cotidiano”.

Un total de catorce directoras han compuesto el documental de Tebraa: retratos de mujeres saharauis. Las seis cineastas explicaron cómo fue el proceso de trabajo: “El primer año hablamos mucho. Hubo algunas que se cayeron y otras que se incorporaron”.

Uno de los relatos que más llamaron la atención es el realizado por Mercedes del Río, Fatma Omar. Se trata de una chica sorda que reside en España y que no quiere regresar al Sahara porque el destino que le esperaría allí no es el más deseado por ella. La directora explicó que la joven “me llegó, no la busqué”.

Según dijeron algunas de las directoras, Canal Sur tiene pensado publicar este documental que trata los distintos tipos de mujeres saharauis existentes en la sociedad.

Ana Rosa Diego explicó sus sensaciones del futuro en el mundo audiovisual: “Nunca vamos a llegar al 50-50”.

Rocío Huertas también señaló que cuando se habla de una película dirigida por mujeres se hace de forma peyorativa: “Parece que se trata de un subgénero”.

Dácil Pérez denunció la estructura del sistema audiovisual: “Es un mundo patriarcal. Las personas que toman las decisiones suelen ser hombres. En esa mentalidad masculina se confía más en un hombre que en una mujer”.

Mercedes del Río quiso agradecer el trabajo de algunos de sus compañeros masculinos: “Hay muchos hombres que han participado en el documental acatando nuestras órdenes”.

De esta forma, estas seis directoras reivindicaron el papel de la mujer en la sociedad actual y quisieron mostrar la dura vida diaria que tienen que sufrir las saharauis, desde la más pobres a las más acomodadas. Este documental buscaba diferentes tipos de mujeres que contaran su verdad y lo que estaban pasando.