Mobiliario urbano roto, puertas de contadores reventadas, coches dañados, columpios arrancados. La barriada algecireña de San Bernabé está sufriendo una oleada de actos vandálicos que mantiene a los vecinos muy preocupados y a los responsables de la Asociación de Vecinos La Casita de las Palomas, en contacto permanente con las distintas delegaciones municipales, cuyos operarios se tienen que ocupar cada semana de arreglar los destrozos. 

Tal es la intranquilidad de los vecinos, que el próximo día 10 se han citado con responsables de la Policía Nacional y de la Local para tratar de buscar soluciones al problema, al que de momento no saben cómo poner freno. 

El representante vecinal Juan Carlos Moreno afirma que los vecinos de San Bernabé han observado a pandillas de jóvenes (menores siempre, entre los 12 y los 16 años) que se dedican a recorrer el barrio, preferiblemente por la noche, arrasando con todo lo que encuentran a su paso. Arrojan limones a los coches que circulan por la zona, echan basura en los patios y rompen papeleras y señales de tráfico. En el parque infantil de la plaza Picasso, hace diez días, se dedicaron a tirar las papeleras y vaciar su contenido. Después sacaron heces de perro de una bolsa y esparcieron su contenido por los sillones de los columpios infantiles, que por cierto habían sido repuestos un mes antes porque los habían arrancado para llevárselos. 

En los últimos días los han visto además subiéndose encima de los coches o lanzando un paraguas a una casa.

La AVV La Casita de las Palomas entiende que el barrio necesita un refuerzo policial para disuadir a estos gamberros, pero sobre todo hace un llamamiento a los padres de estos menores para que colaboren en detener la oleada de vandalismo, que se suma a la cantidad de basura y desperfectos que dejan los botellones de los fines de semana. 

Según datos facilitados por el Ayuntamiento de Algeciras, en 2016 el gasto municipal para arreglar destrozos provocados por los gamberros alcanzó los 130.000 euros.