La Inspección de Trabajo ha elevado un requerimiento definitivo en materia de prevención de riesgos laborales a la Viceconsejería de Educación después de que haya detectado que no se han reparado todas las deficiencias denunciadas por Ustea en el colegio de educación especial Virgen de la Esperanza, en el que ha detectado que los niños y profesores no pueden salir al patio por el riesgo de desprendimiento de cascotes.

El sindicato trasladó a la Inspección de Trabajo los daños estructurales que sufre el edificio, la presencia de humedades y agua en los sótanos y la falta de funcionamiento de la calefacción tras hacerse eco de las protestas de la comunidad educativa y de los padres y madres de unos 100 alumnos con necesidades especiales.

Ustea recuerda que tras una primera visita al centro, la Inspección de Trabajo constató que las deficiencias denunciadas eran ciertas y concedió a la Junta de Andalucía un plazo de cuatro meses para acreditar que se habían subsanado las deficiencias en materia de seguridad observadas en el colegio. Sin embargo, tras realizar esta segunda visita para comprobar que se había procedido a la atención de su requerimiento, la Inspección ha comunicado al sindicato que ha comprobado que se han reparado algunos daños estructurales, pero subsisten muchas de las deficiencias detectadas, impidiendo incluso la salida de niños y profesores al patio por riesgo de desprendimiento de cascotes.

Ustea espera que los políticos tengan “la decencia de arreglar de una vez por todas las deficiencias de este centro, sin tener que recurrir a ninguna instancia judicial y sin tener que lamentar ninguna desgracia personal”. El sindicato explica que este centro educativo acoge a un colectivo de alumnado “en unas condiciones difíciles ya de por sí, por lo que nos parece aun más lamentable que no puedan realizar una actividad tan básica como es salir al patio por el riesgo de desprendimiento de cascotes”.