Algeciras

El recorrido de los Reyes Magos por el centro desata la ilusión

  • La cabalgata con sus Majestades de Oriente reúne en las calles a miles de personas, 15.000 según las estimaciones del Ayuntamiento Siete carrozas dan colorido al desfile

Si miles de niños llamaron la atención de los Reyes Magos con sus latas ayer por la mañana, miles de personas (unas 15.000 según estimaciones del Ayuntamiento) se echaron a la calle por la tarde para disfrutar de la cabalgata de sus Majestades de Oriente. Los críos hicieron un buen trabajo horas antes y Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron el centro hasta llegar a la Plaza Alta a entregar los primeros regalos y escuchar las últimas peticiones de la mágica noche a los jóvenes y mayores algecireños.

Participaron en la comitiva siete carrozas -tres de ellas con cada una de las estrellas del día-, una carreta, el trenecito que hace sus trayectos por el centro en estas fechas y grupos de animación, más las bandas de música Amando Herrero y Virgen de la Palma, charangas y rondallas infantiles para poner la música a la simpática singladura. En torno a un cuarto de hora, 20 minutos se tardaba en ver pasar el desfile.

Abrió la cabalgata el trenecito que tanto éxito ha cosechado desde que toca su campana en Navidades por las calles de la ciudad y siguió la animación con unos cabezudos de gigantismo moderado, más o menos como Pau Gasol, y dos jóvenes y danzarinas zancudas. Otro grupo algo más atrás trasladaba a la prehistoria, con dos ejemplares de mamuts incluidos.

Los caramelos sobre todo empezaban a volar con la carreta de una granja escuela que hay en Los Barrios, que transportaba a críos vestidos de pastorcillos.

Y los más pequeños disfrutaron mucho con la carroza de Ratatouille y con la de Gru. Más niños y pajes de sus Majestades, que anticipaban lo que venía no muy detrás, iban en una carroza con la estrella de Belén guiando a los Reyes y una enorme carta con sus deseos a buen recaudo.

Y las tres últimas carrozas, muy vistosas y divertidas, eran las de Melchor, Gaspar y Baltasar, por este tradicional orden, disparando la alegría de los críos y arrimando el hombro en la tarea de repartir caramelos de cristal, no muy grandes para salvaguardar la integridad de las cabezas.

Niños y no tan niños se agachaban por las golosinas con la sorprendente agilidad de una gacela. Y lo cierto es que había que rivalizar puesto que gente había mucha gente y el ambiente en todo el centro fue estupendo.

La cabagalta salió con media hora de retraso de las inmediaciones de la Fuente del Milenio, pero una hora después ya bordeaba el parque en busca del centro neurálgico del cruce entre Blas Infante y Fuerzas Armadas. En todo el trayecto había gente esperando. Un vehículo y una ambulancia de Protección Civil y un coche de la Policía Local cerraban el desfile.

Los Reyes llegaron a la Plaza Alta por calle Sevilla y bajando por Ventura Morón. Una gran muchedumbre los recibió con la extraordinaria ilusión de un día tan especial.

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