Algeciras

Los puestos ambulantes, parada obligatoria para los que van de Feria

  • Un año más la gente pasea por Ramón Puyol de camino al parque feria para adquirir alguna pulsera o pendientes. También se sirve comida y los churros de Los Especiales

No hay Feria Real sin mercadillo y no hay mercadillo sin puestos. Este binomio funciona porque el público, a pesar de la crisis, siempre le gusta de camino o de vuelta al parque feria echar un vistazo a  los puestos y comprarse algún caprichito.

Gafas de sol, pañuelos, bisutería, ropa, bolsos, música y artesanía son algunos de los objetos expuestos a la venta. Este mercadillo que también incluye algunos puestos de turrón, de comida marroquí y hasta la chocolatería Los Especiales está situado en Ramón Puyol y concluye en la rotonda del Pandero, a las puertas de la mismísima Feria. La calle de los puestos se anima todos los día a partir de las ocho de la tarde cuando padres e hijos y abuelos con nietos se dirigen al recinto para montar a los pequeños en los cacharritos. No obstante, hay gente que pasa de largo porque confiesa que no son amantes de los mercadillos, ni de este ni de ningún otro. Pero la mayoría se detiene si ve algo de su gusto y pregunta cuánto cuesta. Los precios de los puestos son como los de todas las ferias. Pulseras de un euro la más barata, de tres o de cinco euros, pendientes a cinco euros, camisetas, vestidos y pareos y hasta la posibilidad de imprimir la foto del niño en un cojín, son sólo algunas de las posibilidades.

Por la noche el ambiente de los puestos se anima y mucho. La gente hace corrillos en un puesto y enseguida funciona el efecto dominó. Esto pasa en cualquier tienda y en un puesto de feria también. Por otra parte, los puestos de turrones ya no son lo que eran. Antes era una compra obligada pero los tiempos han cambiado y estos se han tenido que modernizar con mucha oferta expuesta. Entre los trozos de coco se han colado cerezas bañadas de chocolate negro o chocolate blanco, al gusto el consumidor. Las patatas fritas son otra parada obligada. Están delante de la rotonda del Pandero y sirven para tomarse un tentempié y enfrentarse a las casetas o a los puestos según sea la dirección. Frente hay puestos de turrón con balones de fútbol de peluche y corazones grandes y feos para cualquier habitación que se precie, pero como en el libro de los gustos no hay nada escrito... También los hay que regatean pero el propietario del negocio lleva muchos años de feria en feria con muchos tiros daos y no se presta a este tipo de juego.

Al hilo, la localización de los puestos ambulantes ha producido malestar por segundo año consecutivo en la asociación La Reconquista cuyos vecinos pidieron al antiguo equipo de gobierno ya saliente que la calle Fray Bartolomé vuelva a tener el mercadillo. Algo tendrán los puestos que todo el mundo los quiere.

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