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La importancia de la mujer en el mundo rural

  • La asociada Gloria Sánchez Garcia dejó su empleo como administrativa para tomar las riendas como titular de una explotación mixta de olivar y ovino en Prado del Rey, donde es pionera

Gloria atiende una de sus ovejas.

Gloria atiende una de sus ovejas.

ASAJA Cádiz apoya e impulsa el papel de la mujer en el ámbito rural de la provincia no sólo con motivo del Día de la Mujer Rural, sino durante todo el año. El mismo año que lleva su asociada Gloria Sánchez García al frente de una finca llamada El Molino y que se encuentra en el término municipal de Prado del Rey.

La historia de Gloria es un ejemplo de valentía y de cómo una decisión te cambia la vida, pues con 28 años dejó su empleo de administrativa en Lebrija y eligió dedicarse en cuerpo y alma al campo, para explotar la finca que había adquirido un año antes. Se trataba de una explotación de 43 hectáreas que tenían arrendada sus suegros.

Gloria tomó la decisión prácticamente al mismo tiempo en el que se convertía en madre. “Yo no vengo del relevo generacional. Lo que hice fue para algunos una locura, pero decidí cambiar los kilómetros que me hacía todos los días, en coche, de Prado del Rey a Lebrija ida y vuelta, y además dejar la atención al público y el papeleo”. Antes ya había trabajado en Jerez, Cádiz o Puerto Real. “Lo dejé todo por una maravillosa oficina al aire libre, y estoy encantada con la decisión que tomé”, nos cuenta.

Siendo madre de una niña de corta edad, la labor de conciliación la efectúa dejando a su pequeña en la guardería por las mañanas y yéndose al campo. En la Finca El Molino lleva las ovejas, unas 450 cabezas, dedicadas exclusivamente al cárnico. También tiene un olivar. “La verdad es que la finca ya tenía ovejas y olivar, así que decidí mantener su naturaleza de explotación mixta. Y decidí mantenerla tal y como estaba, porque la oveja no se come el olivar, algo que sí hace la cabra, por ejemplo. Y el olivo nos gusta mucho y no íbamos a cambiarlo de ningún modo”, explica. Gloria también dedica parte del terreno a la labor, y en concreto, al cultivo de forraje, pero únicamente para el autoconsumo de la finca y de sus ovejas.

Ahora se encuentra inmersa en las labores de siembra, que simultanea con el trabajo habitual que da cuidar y sacar adelante a sus ovejas. Limpiarlas, darles de comer, cuidar de los borregos y sacarlos adelante… “Es un trabajo duro y es mucha lucha, pero estoy muy contenta porque ahora no dependo de nadie y mi hija disfruta además muchísimo en la finca”. Encuentra muy satisfactorio ver crecer a los borregos “y también cuando acabo la jornada, miro atrás y veo que he culminado el día con la faena bien hecha”, sostiene.

Gloria tiene muy claro que hay mucho que hacer por la integración de la mujer rural en un ámbito que tradicionalmente ha sido masculino. “Nosotras no tenemos las mismas oportunidades, y no a nivel administrativo o burocrático, sino en el día a día, por ejemplo, cuando tratas con hombres mayores, que esperan que sea un hombre el que hable por ti, aunque él no sea el que lleve la finca ni sea el que va a comprar el pienso o un tractor. Pero no es raro ya que yo en mi zona me parece que soy la única mujer que soy titular de una explotación”.

Gloria en sus labores diarias. Gloria en sus labores diarias.

Gloria en sus labores diarias.

Tiene claro que todo eso cambiará “porque estoy convencida de que ya somos muchas”. Eso sí, también advierte y agradece el apoyo que le prestan otras mujeres rurales, quienes no son las titulares de sus fincas, pues se dedican a ayudar en las de sus padres. “A mi ellas sí me han aconsejado mucho. Muchísimo, diría yo. Porque yo en este año he aprendido gracias a ellas y a sus consejos. Las mujeres del campo nos ayudamos entre nosotras”.

Ella ve el futuro con ilusión y con ganas de trabajar y prosperar. “Yo espero que vaya todo bien, aunque el coronavirus ha frenado un poco las exportaciones de carne. Tengo no sólo esperanza, sino también motivación, que es muy importante, para ser capaz de mantener el campo y pagarlo todo”.

Como todo titular de una explotación agroganadera, parte de su trabajo diario es también papeleo, una labor que lleva ella misma sin problemas gracias a su experiencia y formación como administrativa aunque es una garantía poder contar con los servicios de ASAJA Cádiz a la hora de realizar estas gestiones. Las facturas, el cumplimiento de las guías para trasladar animales, los permisos, las convocatorias de ayudas… “Lo cierto es que te desanimas un poco porque a nivel administrativo ves que las ayudas y subvenciones que has solicitado en tiempo y forma tardan, pero confío en que lleguen pronto”. Esta es una de las cuestiones para las que organizaciones como ASAJA Cádiz luchan constantemente en pro de la defensa de los agricultores y ganaderos.

Esta joven risueña y trabajadora afirma que no cambiaría por nada la decisión que tomó hace un año. “Yo disfruto, me siento más libre que nunca, soy mi propia jefa, mi hija disfruta en la finca con sus borreguitos, les da de comer, y estamos al aire libre y en un ambiente que es imposible que sea más sano”.

Desde ASAJA Cádiz han querido poner de ejemplo a Gloria Sánchez, una asociada “que condensa todo lo que es una mujer dedicada hoy al campo: valiente, trabajadora, una luchadora diaria. Y todo eso es lo que pone de manifiesto que efectivamente, son mujeres como ella, con sus explotaciones y su entrega, las que hacen que los 365 días del año sean los que haya que reivindicar a la mujer rural”.