Esta algecireña de 30 años regenta un céntrico kiosko en Algeciras. Lleva dos años trabajando en él doce horas diarias, pero no tiene problema porque es un oficio que le gusta. "El trato con la gente es muy bueno", afirma sonriente mientras atiende a un cliente.

Antes trabajaba en la limpieza y no ganaba tanto como ahora, aunque reconoce que "aquí más o menos para comer se saca, para sobrevivir sí pero para vivir bien no se saca mucho".

Mónica afirma que la venta en los kioskos está muy floja, unos días ganas mucho y otros poco, y lo que se gana con los productos es sólo el 20 por ciento del total de las ganancias. La algecireña resalta que la mejor época del año es el verano, es cuando más se vende. "El producto estrella es el chocolate, aunque en verano las coca colas y los helados" toman protagonismo. Además, reconoce que desde que lleva abierto el establecimiento venden el Europa Sur.

Entre sus aficiones está cantar, bailar y andar. También se lleva máquinas de deportes para ejercitar las piernas durante las horas muertas, ya que todo el tiempo que le ocupa este oficio lo necesita canalizar de alguna manera, y un ejemplo de ello es hacer deporte, aunque no sea en un gimnasio.