Un funcionario del Centro Penitenciario de Botafuegos ha resultado herido tras la agresión sufrida a manos de un recluso que previamente había atacado a otro interno. El funcionario, que recibió golpes en el pecho y en las piernas, tuvo que ser atendido en la enfermería de la prisión y, más tarde, evacuado a un centro hospitalario de la comarca.  

Según explica el sindicato de prisiones Acaip-UGT, el agresor es un recluso de 48 años que, tras golpear a otro interno, fue objeto de un traslado de unidad por parte de la dirección. Una vez en su nuevo destino se le asignó una celda, momento en el que comenzó a insultar a gritos a los funcionarios de servicio: "perras, que sois unas perras, pégame si te atreves, os voy a matar”. El resto de internos de la galería comenzó a gritar: “mátalo, mátalo”. Acto seguido, el preso se abalanzó sobre un funcionario y ambos cayeron al suelo. Allí, el agente recibió golpes en el pecho y las piernas. Finalmente tuvo que ser atendido en la enfermería del centro y, más tarde, también en el hospital.

El agresor, cuya primera entrada en prisión data del año 91, ha recorrido varios establecimientos penitenciarios, y cuenta con más de 20 expedientes sancionadores a lo largo de su vida penitenciaria.

Acaip-UGT reclama "que los trabajadores penitenciarios estemos protegidos jurídicamente, de modo que por un lado seamos considerados autoridad cuando ejerzamos nuestra función, por ser de alta peligrosidad, siendo la meta principal el castigo que se pudiere imponer a los agresores, a los cuales se les agravaría lapena. En muchas ocasiones se les castiga internamente mediante una sanción disciplinaria, pero si fuéramos autoridad, se les podría imponer una sanción penal privativa de libertad". "Por otro lado, pedimos que en los juzgados estemos representados y defendidos por la Abogacía del Estado", apostilla el sindicato que afirma que instará a la dirección del Centro Penitenciario a que ponga los hechos enconocimiento del Juzgado de Guardia y pida la "clasificación a un régimen de vida más acorde a su conducta y el destino a otra prisión más idónea a sus características delictivas".

"El colectivo de empleados públicos que más agresiones sufre en el desempeño de su trabajo, es el de los funcionarios de Instituciones Penitenciarias. Así se recoge en los diversos informes publicados por el Sindicato Acaip–Ugt. En concreto, “una agresión cada 36 horas”, aunque solo es la punta del iceberg, puesto que no se computan las lesiones físicas no intencionadas, las psíquicas, ni las agresiones verbales, como puedan ser insultos o amenazas de muerte. En cambio, Instituciones Penitenciarias maneja otros datos y cifras, contando las agresiones sufridas por funcionarios en el año 2020 en 176 y en 223 durante el año 2019. aún así es una auténtica barbaridad", concluye.